El "scanner" en Espa?a

El scanner no es la panacea para diagnosticar ninguna enfermedad concreta, pero resuelve muchos problemas en multitud de ¨¢reas de la medicina actual, y es, en general, un excelente auxiliar para el diagn¨®stico cl¨ªnico.En nuestro pa¨ªs, el primer scanner de cr¨¢neo -los hay tambi¨¦n de cuerpo entero- lleg¨® hace unos cuatro a?os al hospital R¨¢ber, de Madrid. Poco a poco, su utilizaci¨®n se ha ido generalizando, y hoy d¨ªa el 10% de las provincias espa?olas cuenta con alguna instalaci¨®n de estos avanzados equipos de radiodiagn¨®stico, entre ellas Oviedo, Alava, Sevilla, Vigo (Pontevedra), Las Palmas, Barcelona y Madrid. En esta ¨²ltima, casi todos los grandes hospitales tienen scanner de cr¨¢neo; de cuerpo hay en el Cl¨ªnico y Primero de Octubre, entre los de car¨¢cter oficial, y en el Luz y R¨²ber, entre los privados. Adem¨¢s, se encuentran pendientes de instalaci¨®n sendos aparatos en el Hospital Militar y en la Cruz Roja.

Existe una pol¨¦mica en el mundo sobre el n¨²mero ideal de habitantes por unidad de scanner. Seg¨²n estudios realizados en Estados Unidos, la cifra se situar¨ªa alrededor del medio mill¨®n de habitantes por aparato, para los de cuerpo entero; los de cr¨¢neo son menos costosos, y no han requerido de este tipo de estudios. Madrid, por ejemplo, tiene el cupo cerrado en este aspecto.

Resulta sorprendente el hecho de que la Seguridad Social espa?ola no sea propietaria m¨¢s que de un equipo de tomograf¨ªas computarizadas en Madrid, siendo este organismo el que m¨¢s usa estos aparatos. Esto se debe a que le resulta m¨¢s barato alquilar los servicios a otros hospitales, dado el elevado coste de los mismos: por encima de los setenta millones de pesetas para un equipo de reproducci¨®n bidimensional, a lo que hay que a?adir los nada despreciables gastos de mantenimiento.

Las primeras generaciones de scanner ten¨ªan a¨²n muchos inconvenientes, de los que a¨²n subsiste alguno. El principal se refer¨ªa al elevado tiempo de disparo -de cuatro a cinco minutos-, lo que obligaba a realizar una selecci¨®n previa de los pacientes, de forma muy rigurosa, en atenci¨®n a su disposici¨®n y tranquilidad ante la m¨¢quina. Esto se ha superado ya y las nuevas generaciones -en Espa?a estamos en la tercera- reducen este tiempo a cuatro o cinco segundos, incluso a uno y medio, con lo que son raros los casos en que no se pueda aplicar una exploraci¨®n de este tipo.