El presidente del Gobierno est¨¢ preocupado ante los ataques de que es objeto por la derecha
La reuni¨®n del comit¨¦ ejecutivo de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), celebrada el pasado s¨¢bado d¨ªa 6, provoc¨® cierto revuelo en los medios pol¨ªticos espa?oles. La importancia concedida por Abc a la intervenci¨®n del ex ministro de Hacienda Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez hizo que, al d¨ªa siguiente, en los pasillos del Congreso de los Diputados,surgieran muchos comentarios: ?Le van a expulsar del partido.? ?Le abren expediente.? Ninguna de las dos cosas fue cierta, pero s¨ª fue verdad que el se?or Fern¨¢ndez Ord¨®?ez telefone¨® al d¨ªa siguiente al presidente Su¨¢rez para explicar su intervenci¨®n en el tema. La tormenta pas¨® sin descargar. En otros medios pol¨ªticos preocup¨® mucho m¨¢s el contenido del comunicado final del comit¨¦ ejecutivo centrista y su declaraci¨®n de apoyo al presidente Su¨¢rez. ha reconstruido la reuni¨®n de los dirigentes ucedistas.
?Fue una encerrona.? ?Nada, nada, como la seda, todo transcurri¨® como la seda.? ?Bueno, yo dir¨ªa que hubo ciertas tensiones, pero...? Los miembros del comit¨¦ ejecutivo de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) no se ponen muy de acuerdo sobre el desarrollo de la reuni¨®n que celebraron el pasado s¨¢bado, d¨ªa 6, en el edificio de Semillas Selectas, del complejo de la Moncloa. La reuni¨®n estuvo precedida de cierta expectaci¨®n -los socialdem¨®cratas alejados del Gobierno hab¨ªan anunciado una seria cr¨ªtica al funcionamiento del partido- y las previsiones se confirmaron. El comunicado final, adhesi¨®n incondicional al presidente del Gobierno, alarm¨® a unos (?qu¨¦ pasa, est¨¢ acaso en peligro su liderazgo?) e irrit¨® a otros (siempre lo mismo, una de cal y otra de arena). Lo cierto es que nadie ofrece explicaciones coherentes y que todos coinciden en un punto: fue el propio presidente Su¨¢rez, en los pasillos, el que pidi¨® a sus compa?eros de ejecutivo que firmaran una declaraci¨®n de apoyo a su persona.La reuni¨®n comenz¨® algo tarde -es dif¨ªcil que 36 personas sean puntuales- Algunos miembiros del comit¨¦ ejecutivo se gastaron mutuamente bromas: ?No me lo digas, no me lo digas, t¨² eres...? ?Claro, como no nos vemos desde hace cinco meses, resulta dif¨ªcil fijar las caras, ?eh?"?
Adolfo Su¨¢rez abri¨® la sesi¨®n con pocas palabras. El primer punto del orden del d¨ªa era el informe del secretario general, Rafael Arias Salgado, ministro para las Relaciones con las Cortes ?Trataremos tambi¨¦n de la situaci¨®n del partido?, dijo el presidente, sin aclarar mucho cu¨¢ndo se iba a producir ese debate. Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez plante¨® inmediatamente que era bueno decidir ya si la discusi¨®n se producir¨ªa a ra¨ªz del informe de Rafael Arias o si prefer¨ªa dejarlo como ¨²ltimo punto de la reuni¨®n. Se someti¨® a votaci¨®n y, a mano alzada, la mayor¨ªa opt¨® por dedicar la ma?ana al debate. Otros, como Leopoldo Calvo Sotelo, pensaban que era mejor retrasarlo, y otros, en fin, como Javier Rup¨¦rez, secretario de Relaciones Internacionales de UCD, se abstuvieron.
La autocr¨ªtica de Rafael Arias-Salgado
El secretario general de UCD reparti¨® cuatro informes sobre relaciones internacionales, actividades socioculturales, renovaci¨®n de los ¨®rganos del partido y coordinaci¨®n municipal. En su despacho de Castellana, 3. se hab¨ªan quedado las gruesas carpetas verde oscuro en las que procesados mediante cerebro electr¨®nico, figuran entre 120.000 y 130.000 afiliados a UCD. Claro que son afiliados. en su inmensa mayor¨ªa, que no pagan cuota. casi simples fichas, pero -afirman en la Secretar¨ªa General- eso se va a acabar. Esta semana se van a repartirlos carn¨¦s de UCD y se empezar¨¢n a cobrar los cupones mensuales, como en todos los nartidos. El se?or Arias-Salgado llevaba probablemente aquel d¨ªa en el bolsillo el carn¨¦ n¨²mero 1 de Madrid, a nombre de Adolfo Su¨¢rez Gonz¨¢lez, DNI 6355625, pero con los incidentes del d¨ªa se le olvid¨® entreg¨¢rselo al presidente.
Rafael Arias estuvo unos veinte o veinticinco minutos hablando y empez¨® por lo m¨¢s dif¨ªcil: la autocr¨ªtica. En resumen, vino a decir que UCD cuenta con una organizaci¨®n insuficiente y pobre, que falta comunicaci¨®n de arriba a abajo y de abajo a arriba y que es tructura organizativa centrista est¨¢ poco consolidada. Las causas, explic¨®, son variadas. Las ¨²ltimas elecciones se han celebrado s¨®lo hace cuatro meses, est¨¢ en marcha a¨²n el proceso de renovaci¨®n de las asambleas provinciales, la situaci¨®n econ¨®mica de UCD es dif¨ªcil y las personalidades del partido est¨¢n ocupadas en sus tareas gubernamentales y no pueden hacer un trabajo continuado interno. Adem¨¢s, hay que intentar coordinar a 30.000 concejales y 4.000 alcaldes. ?El proceso de cambio en este pa¨ªs es tan r¨¢pido?, afirm¨® el secretario general centrista, que el proceso de consolidaci¨®n de un partido se hace a¨²n m¨¢s dif¨ªcil.? ?A pesar de todo?, prosigui¨®, ?se ha hecho algo?, y termin¨® resumiendo, brevemente los cuatro informes entregados y destacando que entre mayo y julio ¨²ltimo UCD organiz¨® cursos de formaci¨®n para 8.000 concejales y 2.000 alcaldes.
El ministro para las Relaciones con las Cortes se aclar¨® la garganta (es un adicto de los inhaladores nasales, como el presidente Su¨¢rez lo es del caf¨¦ con leche, ?a ser posible en vaso?) y esper¨® la acometida de sus compa?eros de comit¨¦ ejecutivo.
Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, al ataque
El primero en pedir la palabra fue Jes¨²s Viana, de la UCD vasca, para compartir el informe del se cretario general y pedir que los miembros del comit¨¦ ejecutivo que ocupen cargos administrativos cedan parte de sus salarios al partido. Un breve respiro para dar paso a la intervenci¨®nfuerte de la jornada, al menos sobre el papel. El se?or Fern¨¢ndez Ord¨®?ez empez¨® recordando una frase de Giscard d'Estaing a prop¨®sito de que los pueblos necesitan creencias colectivas, al tiempo que insist¨ªa en el importante ejercicio de la funci¨®n del liderazgo. El representante del sector socialdem¨®crata, alejado del Gobierno, dijo que los dirigentes de UCD ?tenemos la obligaci¨®n de decir al pa¨ªs a d¨®nde vamos y qu¨¦ tenemos?, y se?al¨® que, a su juicio, exist¨ªa una ruptura entre el partido y la sociedad espa?ola. Para revitalizar a UCD hay que empezar por la propia plana mayor, defendi¨®, aumentar la comunicaci¨®n interna, incorporar a nuestra ¨®rbita a intelectuales y profesionales y perfilar cu¨¢l es el proyecto centrista. Propuso en concreto que el comit¨¦ ejecutivo se reuniera cada quince d¨ªas; a ser posible, que se iniciara siempre con un informe pol¨ªtico del secretario general o del presidente, que se levantaran actas de las reuniones y que se convocara con periodicidad regular al consejo pol¨ªtico.
El democristiano Fernando ?lvarez de Miranda se sum¨® a la necesidad de celebrar reuniones peri¨®dicas y destac¨® la importancia de establecer una organizaci¨®n de partido m¨¢s adecuada que la actual. Por su derecha, otro democristiano, Jos¨¦ Luis ?lvarez, acentu¨® la necesidad de robustecer la posici¨®n ideol¨®gica de UCD de forma permanente, as¨ª como de insertar el an¨¢lisis de lo cotidiano en esa posici¨®n ideol¨®gica. Enrique S¨¢nchez de Le¨®n, ex ministro de Sanidad, calific¨® a UCD de excesivamente centralista y defendi¨® una estructura regional. ?Hay que superar personalismos y conseguir una mayor colegiaci¨®n?, a?adi¨®. ?La autocr¨ªtica est¨¢ desmesur¨¢ndose por intentos publicistas personales que desfiguran el proceso aut¨¦ntico, convirti¨¦ndolo en una revisi¨®n chismosa.?
Cuando Joaqu¨ªn Garrigues Walker, ministro adjunto a la Presidencia del Gobierno, pide la palabra, sea en el Consejo de Ministros, sea en un comit¨¦ ejecutivo, sus compa?eros se disponen siempre a recibir, entre bromas y chistes, un ligero reglazo en los nudillos. En esta ocasi¨®n, Joaqu¨ªn Garrigues recurri¨® a su mejor veta humor¨ªstica y empez¨® diciendo que asum¨ªa plenamente la autocr¨ªtica contenida en el informe del secretario general y que felicitaba... al presidente del Gobierno por la iniciativa.
Todos, por el sill¨®n del presidente
?Todos los que estamos aqu¨ª querr¨ªamos sentarnos en el sill¨®n de Adolfo Su¨¢rez, aunque s¨®lo yo soy capaz de decirlo en voz alta?, y se autocalific¨® de ?sector cr¨ªtico?. Insisti¨® mucho en la conveniencia de ajustar la vida del partido a unas reglas formales, porque, explic¨®, la democracia es eso, respeto por reglas formales, y calific¨® de normal y sa?a la confrontaci¨®n interna en los partidos. Joaqu¨ªn Garrigues le hab¨ªa planteado veinticuatro horas antes, al se?or Su¨¢rez, que no pod¨ªa ?seguir as¨ª? y que o se dispon¨ªa su cese o se iba. El presidente le pidi¨® calma y le asegur¨® que despu¨¦s del refer¨¦ndum vasco volver¨ªan a hablar. Todos los miembros del Gabinete especulan ya con una remodelaci¨®n del Gobierno antes de Navidades.
Rodolfo Mart¨ªn Villa, ex ministro del Interior, es muy distinto a Joaqu¨ªn Garrigues. ?Habla en las reuniones internas igual que lo hac¨ªa en TVE o en las Cortes?, dice uno de sus colegas. ?Bueno?, rectifica, ?ahora se sonr¨ªe algo m¨¢s.? El se?or Mart¨ªn Villa habl¨® del des¨¢nimo general del pa¨ªs y del particular de UCD, y recogi¨® la necesidad de incorporar al partido a profesionales e intelectuales, de los que, dijo, estamos muy hu¨¦rfanos. El ex ministro estima que, incluso, el r¨¦gimen franquista estuvo mejor provisto y recuerda a figuras como Pedro La¨ªn o Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n. En relaci¨®n con UCD pidi¨® la creaci¨®n de la permanente del comit¨¦ ejecutivo, una permanente en la que pueden estar uno, dos o tres ministros, pero en la, que, fundamentalmente, han de estar quienes no lo son (?eso pod¨ªas haberlo pedido cuando t¨² estabas en el Gobierno, ?no??, le contest¨® despu¨¦s Leopoldo Calvo Sotelo).
Luis Gonz¨¢lez Seara se mostr¨® de acuerdo, en l¨ªneas generales, con el an¨¢lisis efectuado por el se?or Arias-Salgado, pero pidi¨® que, en lugar de embarcarse en un debate ideol¨®gico abstracto, el partido definiera de una vez su posici¨®n respecto a temas concretos, como el divorcio, las relaciones laborales o ciertos aspectos de Ia pol¨ªtica econ¨®mica. Para Manuel Clavero, ministro de Cultura, al hacer un an¨¢lisis de la falta de organizaci¨®n interna de UCD no se puede perder de vista que es un partido que est¨¢ en el Gobierno y que para resolver los problemas que se plantean d¨ªa a d¨ªa, el Gobierno cuenta con sus propios servicios t¨¦cnicos.
Gamir defendi¨® a Arias
Luis Gamir debi¨® intuir en el ambiente que Rafael Arias-Salgado pecesita un poco de apoyo expreso, porque centr¨® su intervenci¨®n en una justificaci¨®n de lo hecho hasta el momento y en una explicaci¨®n de lo que UCD debe hacer a partir de ahora. Record¨® que UCD naci¨® como una pura maquinaria electoral y estim¨® positivo que se hubiera logrado una s¨ªntesis ideol¨®gica en el I Congreso, as¨ª como unas cotas de afiliaci¨®n considerables. La primera fase, pues, se cubri¨® -ah¨ª est¨¢n cuatro elecciones sucesivas ganadas-; el problema viene cuando UCD se empieza a preguntar ?y ahora, qu¨¦? Ahora, seg¨²n el se?or Gamir, hay que cuidar el aspecto formativo de los militantes y cuadros del partido y crear una estructura que permita a UCD justificar su existencia como una empresa de servicios a la sociedad, no una empresa tecnocr¨¢tica, pero s¨ª una empresa capaz de crear asesor¨ªas municipales, secretar¨ªas que coincidan con los Ministerios, etc¨¦tera.
El gallego P¨ªo Cabanillas fue escueto y claro: existe un principio de Jiderazgo y un principio de colegiaci¨®n. Seg¨²n los intereses del partido, se puede elegir una u otra opci¨®n, pero, en la actualidad, parece aconsejable compensaralgunos de los riesgos que plantea el liderazgo con la colegiaci¨®n. El comit¨¦ ejecutivo, dijo, debe tener conciencia de que interviene efectivamente en las decisiones pol¨ªticas. Salvador S¨¢nchez Ter¨¢n y Antonio Font¨¢n apoyaron la celebraci¨®n de reuniones peri¨®dicas, y Landelino Lavilla habl¨® de la necesidad de encontrar ?un estilo propio de UCD?. ??igo Cavero consider¨® condicionantes los problemas econ¨®micos y dijo que en todos los partidos del mundo exist¨ªa insatisfacci¨®n por parte de los militantes.
Su¨¢rez: los problemas se acumulan
La sesi¨®n matinal la cerr¨® el propio presidente Su¨¢rez. Asumi¨® las propuestas sobre el funcionamiento del comit¨¦ ejecutivo y se mostr¨® partidario de crear comisiones de trabajo en lugar de la permanente. Se mostr¨® de acuerdotambi¨¦n con la propuesta de iniciar las reuniones con un informe pol¨ªtico y pidi¨® que los miembros del comit¨¦ comunicaran con ocho d¨ªas de anticipaci¨®n los ternas que quer¨ªan ver incluidos en el orden
El presidente del Gobierno est¨¢ preocupado ante los ataques de que es objeto la derecha
del d¨ªa. Pas¨® despu¨¦s a analizar la situaci¨®n del pa¨ªs, insistiendo fundamentalmente en su complejidad y en la acumulaci¨®n de problemas, el m¨¢s importante de los cuales es, dijo, el terrorismo. Frente a esa acumulaci¨®n de problemas estim¨® necesario fortalecer la imagen del partido, as¨ª como salir al paso de los ataques contra el sistema democr¨¢tico.Una llamada telef¨®nica oportuna
Cuando el presidente termin¨® sus palabras, la reuni¨®n se suspendi¨® hasta las seis de la tarde. Al reanudarse, una oportuna llamada telef¨®nica hizo que Adolfo Su¨¢rez tuviera que abandonar la sala, momento que aprovech¨® el vicepresidente Fernando Abril para comunicar a sus compa?eros que, de la intervenci¨®n del presidente del Gobierno, ¨¦l hab¨ªa interpretado que sent¨ªa la necesidad de delegar responsabilidades. El ministro de la Presidencia aprovech¨® tambi¨¦n la oportuna ausencia de Adolfo Su¨¢rez para insistir en la necesidad de apoyar al presidente del Gobierno y proponer que en la nota oficial para la prensa se expusiera claramente dicho apoyo. El propio se?or P¨¦rez Llorca, junto con Joaqu¨ªn Garrigues y Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, qued¨® encargado de redactar esa parte del comunicado final.
Las discrepancias entre el se?or P¨¦rez Llorca y el se?or Arias Salgado, conocidas ya en el partido, no quedaron tanto de manifiesto en la primera parte de la reuni¨®n como en la segunda. A prop¨®sito del informe del secretario general, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca s¨®lo tuvo ?peque?os picoteos?, seg¨²n uno de los testigos, pero cuando se plante¨® el recurso presentado por Arman do de Benito en relaci¨®n con la asamblea de Madrid, las posturas se distanciaron con toda evidencia, y el ministro de la Presidencia lleg¨® a pedir que constara en acta su postura al respecto.
?Y por qu¨¦ el comit¨¦ ejecutivo firm¨® el comunicado final de la reuni¨®n? La mayor parte de sus miembros, consultados por EL PA?S, afirman que no debe interpretarse, en absoluto, como una reafirmaci¨®n de Adolfo Su¨¢rez cara al propio partido, por otra parte innecesaria, sino cara a los ataques de que es objeto por parte de la derecha m¨¢s reaccionaria. ?Por motivos concretos que desconocernos?, explic¨® uno de los miembros del ejecutivo, ?el presidente necesitaba recordar que su cargo es constitucional y que nadie puede arrebat¨¢rselo, excepto el Congreso o la propia UCD.?
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