Dar¨¢ la vuelta al mundo en un barco de vela, en busca de s¨ª mismo
El 28 de octubre, el ovetense Eugenio Pire, de veintis¨¦is a?os, iniciar¨¢, en el puerto de Barcelona, la vuelta al mundo en solitario, en un velero de 6,5 metros de eslora y 1.200 kilos de peso, m¨¢s peque?o a¨²n que el utilizado por el donostiarra Julio Villar, el primer espa?ol que rode¨® el globo a vela. Escribe, desde Oviedo, Jos¨¦ Manuel Vaquero.
Eugen¨ªo compr¨® el velero Jouet 22 con el mill¨®n de pesetas que obtuvo del traspaso de Casa Mar¨ªa, pub pionero de la progres¨ªa en la zona antigua de Oviedo. Las 225.000 pesetas para los preparativos y los gastos del viaje, cuya duraci¨®n prevista inicialmente es de cinco a?os, pretende cubrirlos con la firma comercial -a¨²n no determinada- que dar¨¢ su nombre al barco. ?Esto es?, comenta, ?lo que menos me agrada. Porque a m¨ª me hubiera gustado marcharme, desaparecer, sin dar explicaciones a nadie; pero la necesidad de conseguir el patrocinio de una marca me obliga a dar publicidad a mi proyecto. ?Que por qu¨¦ lo hago? Muy sencillo: me siento manipulado por una computadora y no estoy dispuesto a seguir por ese camino. Quiero vivir en contacto con la naturaleza, que durante mucho tiempo va a ser la mar y su circunstancia. Tambi¨¦n quiero estudiarme a m¨ª mismo. Llevar¨¦ un dict¨¢fono encendido. Grabar¨¦ todo lo que me ocurra y enviar¨¦ a Madrid las cintas para su an¨¢lisis psicol¨®gico. ?Eugenio Pire va a buscarse a s¨ª mismo en el mar: ?Quiero ser independiente y libre. El velero es la soluci¨®n ideal. Si vas en moto, el suelo que pisas es de alg¨²n pa¨ªs. En cambio, en la mar, a doce millas de la tierra, eres como una naci¨®n independiente. Puedo llevar hach¨ªs si quiero. Yo s¨¦ que si sigo las pautas de comportamiento que siguen los dem¨¢s jam¨¢s ser¨¦ independiente: no me imagino casado e integrado en una sociedad consumista. Rechazo la rutina y pretendo aprovechar la vida al m¨¢ximo a mi manera.?
El navegante asturiano tiene tres a?os y medio de experiencia en la marina mercante, el t¨ªtulo de patr¨®n de yate y conocimientos aceptables de meteorolog¨ªa y de las rutas que va a seguir. Durante un a?o se dedic¨® a la vela (snipes, cruceros y navegaci¨®n de altura). ?Voy a ocupar el tiempo?, afirma, ?en la observaci¨®n de especies marinas a extinguir, en el seguimiento de corrientes y fen¨®menos meteorol¨®gicos, en la recogida de muestras de plancton y, naturalmente, en las actividades rutinarias de mantenimiento del velero.?
La empresa que pretende coronar con ¨¦xito Eugenio Pire es el resultado de una idea cuyo proceso de maduraci¨®n ha durado cuatro a?os. ?Ahora s¨¦ lo que quiero?, asegura, ?porque creo encontrar en este proyecto mi objetivo de romper con la vida que llevamos aqu¨ª. Tengo un barco que est¨¢ bien para cualquier mar. En ¨¦l podr¨¦ almacenar comida y agua para dos meses, tiempo suficiente entre escala y escala. Soy consciente de los riesgos que correr¨¦, porque es imposible mantener una guardia permanente y por los escasos medios de navegaci¨®n que se pueden llevar en un barco de tan reducidas dimensiones. S¨¦ que te puede abordar un barco de carga, bien por la niebla o porque te encuentres dormido y no te vean. Este caso es muy posible cuando navegas cerca de la costa, especialmente en Europa, por el denso tr¨¢fico de buques. Los arrecifes, huracanes, orcas, etc¨¦tera, suponen tambi¨¦n serios peligros, pero no es para dramatizar, porque casi los corremos similares en la vida normal de cualquier ciudad.?
El Jouet 22 de Pire partir¨¢ el d¨ªa 28 rumbo a Ibiza, seguir¨¢ la costa mediterr¨¢nea hasta Marruecos y llegar¨¢ a Canarias a principios de diciembre. Despu¨¦s de revisar el barco, iniciar¨¢ la traves¨ªa del Atl¨¢ntico, oc¨¦ano en el que pasar¨¢ la Navidad y saludar¨¢ al nuevo a?o. Dedicar¨¢ tres o cuatro meses a conocer las islas del Caribe y a meditar antes de cruzar el canal de Panam¨¢. Otra escala importante de su viaje ser¨¢n las islas Gal¨¢pagos, descubiertas por Tom¨¢s de Berlanga, obispo de Panam¨¢. Gracias a una credencial especial, podr¨¢ estudiar la reserva natural prehist¨®rica de estas islas.
Dentro de unos cinco a?os, Eugenio Pire pretende volver a Barcelona con muchas dudas resueltas. ?Ahora no podr¨ªa decir qu¨¦ har¨¦ despu¨¦s del viaje, pero entonces seguro que lo sabr¨¦, porque espero acumular los conocimientos, la experiencia y la serenidad suficientes para poder ver claro durante el resto de mi vida.? Quiz¨¢ por eso, hoy su mayor temor, m¨¢s que el sue?o, los arrecifes o las orcas, es que cualquier inconveniente imprevisto le impida emprender el viaje, que realizar¨¢ sin instalaci¨®n el¨¦ctrica ni piloto autom¨¢tico. Tampoco cuenta, de momento, con un motor fuera borda, pero espera conseguido en los pr¨®ximos d¨ªas. ?Debe quedar claro?, termina diciendo, ?que se trata de un viaje duro, pero no imprudente.?
Las fuentes de financiaci¨®n de la vuelta al mundo de Pire ser¨¢n sus ahorros, una firma comercial, los resultados de sus investigaciones, la venta de las grabaciones de sus experiencias en el mar y su trabajo como patr¨®n de yate en las escalas.
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