La Ley Antiterrorista, aplicada a once de los "grapos" detenidos
El presunto dirigente de la organizaci¨®n terrorista GRAPO, Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Casas, ha sido trasladado a las dependencias de la Direcci¨®n de Seguridad del Estado en Madrid desde la ciudad de Valencia, donde fue detenido, seg¨²n se inform¨® el pasado domingo. Diez de los detenidos en la operaci¨®n policial realizada en el fin de semana contra los GRAPO han sido puestos a disposici¨®n judicial mientras que a los once restantes se les ha aplicado la ley Antiterrorista y pasar¨¢n diez d¨ªas en las respectivas dependencias policiales para ser interrogados.Estos ¨²ltimos son: S¨¢nchez Casas, Juan Manuel P¨¦rez Hern¨¢ndez, Mar¨ªa Isabel Aparicio, Mercedes Herranz, Celsa Barcia, Carmen Cayetano, Librada D¨ªaz, Ernesto Fern¨¢ndez, Manuela Ontanilla, Rosa Mar¨ªa L¨®pez y Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Prada. A disposici¨®n judicial han quedado Francisco Roberto Li?eira, Isabel Salmer¨®n, Antonio Velasco, Antonio Jos¨¦ Bravo, Carmelo Bazo, Mar¨ªa Dolores Castro, Pilar Farreiros, Mar¨ªa Victoria P¨¦rez, Jos¨¦ Piera y Jos¨¦ Rey.
El ¨²ltimo detenido fue Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Prada, capturado el domingo en Barcelona y que declar¨® la existencia de un piso en la calle de Espa?a, n¨²mero 7, segundo, puerta primera, de Hospitalet de Llobregat, en el que se encontr¨® importante material para fabricaci¨®n de explosivos.
La captura de Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Casas en Valencia as¨ª como los h¨¢bitos de vida del dirigente de los GRAPO y de su esposa, Librada D¨ªaz, han sido reconstruidos, por otra parte, por nuestro corresponsal en Valencia, , a partir de los relatos de personas que estuvieron muy cerca sin conocer la identidad del detenido.
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La localizaci¨®n de la mujer de S¨¢nchez Casas facilit¨® la detenci¨®n de ¨¦ste
(Viene de primera p¨¢gina)Los ¨²ltimos quince d¨ªas se fue estrechando el cerco policial. Se hab¨ªa localizado el nuevo doirucilio de Librada D¨ªaz, mujer del cerebro del grapo Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Casas, en un barrio perif¨¦rico de la ciudad, donde se han levantado nuevas fincas de vivienda protegida. En una plaza de la barriada de Torrefiel, la del m¨²sico Esp¨ª, se reforz¨® la vigilancia. Los movimientos de los inquilinos de la puerta nueve del patio n¨²mero diez eran seguidos con minuciosa atenci¨®n.
Librada sal¨ªa a comprar en los comercios. A menudo se la ve¨ªa con sus hijos, que, por el car¨¢cter itinerante de su vida familiar, no estaban matriculados en las escuelas del barrio. Su pista se hab¨ªa perdido cuando Librada cambi¨® de domicilio, hace unos quince meses.
La nueva vivienda fue alquilada a una enfermera de la Ciudad Sanitaria La Fe, por 16.000 pesetas. Eran unos inquilinos de paso y, por esta raz¨®n, en el telefonillo exterior, su puerta es la ¨²nica en la que no consta ning¨²n nombre.
Los vecinos se sorprendieron al conocer por la televisi¨®n y por la prensa (al quiosquero de la plaza le faltaron ejemplares el domingo) la identidad de la familia del nueve. No hab¨ªan hecho amistad con nadie en especial y pasaban inadvertidos. Tampoco eran tema de cotilleo, porque la apariencia de vida normalizada la mantuvieron en todo momento.
S¨¢nchez Casas ten¨ªa por costumbre acudir todos los d¨ªas de buena ma?ana al bar Ton?, que se encuentra junto al patio, para tomar una copa de chinch¨®n seco. Siempre pagaba con sueltos. Luego, por la tarde, antes de que las mesas se llenaran con la clientela del barrio, tomaba una cerveza, que dejaba a mitad, y se retiraba a su casa. Se apoyaba en un extremo de la barra, llegaba ¨¦l solo y no hablaba con nadie.
?Me gastaba muchas bromas y ten¨ªa conmigo un trato cari?oso?, comenta a EL PAIS el due?o, Antonio Garc¨ªa, que abri¨® el establecimiento hace cinco a?os. ?No me dijo su nombre ni yo tampoco se lo pregunt¨¦. Hubo un d¨ªa que me coment¨® que no pod¨ªa perder el tiempo en el bar porque cada minuto perdido supon¨ªa perder dinero a la empresa alemana en que trabajaba.? Luego, en su casa, se tumbaba en la cama y recostado se situaba frente a la pantalla de un televisor port¨¢til.
?Era delgadillo y bajo, y con bigote?, asegura el se?or Garc¨ªa. ?Vest¨ªa con chaqueta, corbata y llevaba una carpeta peque?a como de representante. No se le ve¨ªa ning¨²n bulto especial. ?
Cuando la polic¨ªa fue a detenerle en el bar, al mediod¨ªa del d¨ªa de la Virgen del Pilar, el due?o puso pegas porque ?en mi bar no se detiene a nadie?; era un cliente que le hab¨ªa tratado bien y no creaba problemas. La detenci¨®n de S¨¢nchez Casas se produjo al bajar de la casa la mujer con los hijos y pasar a recogerle para salir el d¨ªa fuera. La plaza estaba con poca gente por tratarse de un puente festivo. Esta ausencia de animaci¨®n callejera resalt¨® m¨¢s la presencia desde primeras horas de la ma?ana de los coches de polic¨ªas apostados en varios puntos. S¨¢nchez Casas no ofreci¨® resistencia a su detenci¨®n y manifest¨® que no llevaba armas.
La operaci¨®n hab¨ªa sido paciente y cuidada, aseguran fuentes gubernativas. Hac¨ªa quince d¨ªas que se detect¨® la presencia en este piso de la rnw jer de S¨¢nchez Casas, calificada como la pista m¨¢s segura para la detenci¨®n del dirigente de los GRAPO. ?La detenci¨®n no trascendi¨® hasta que existi¨® completa seguridad sobre la conclusi¨®n positiva de la operaci¨®n policial?, comenta el gobernador civil, Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez. ?No se lo confi¨¦ a nadie, aunque tuve ocasi¨®n, por raz¨®n del acto oficial al que asist¨ª el viernes, de hablar con jefes de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Nacional.? La persecuci¨®n se hab¨ªa llevado ?en clave y con mucha prudencia?, incluso en las conversaciones personales con el jefe superior de Polic¨ªa, Ram¨®n Gonz¨¢lez.
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