Carta de un abogado defensor de las procesadas

Jes¨²s S¨¢enz Bilbao se encargar¨¢, el pr¨®ximo viernes, de la defensa de dos procesadas por el delito de aborto en el juicio de la capital de Vizcaya. El se?or S¨¢ez Bilbao ha dirigido la siguiente carta a EL PAIS.?Con ocasi¨®n de mi estancia accidental en Madrid, leo algunas informaciones, entre ellas las de EL PAIS, sobre el tan tra¨ªdo y llevado asunto referente a la causa por incriminaci¨®n de aborto, cuya vista en juicio oral se celebrar¨¢ en Bilbao el d¨ªa 26. Como precisamente soy el defensor nombrado por las dos encartadas para quienes el ministerio fiscal solicita las m¨¢s graves penas de su acusaci¨®n, me importa fijar posiciones que ya hace d¨ªas insinu¨¦ en el diario Hierro, de Bilbao. Sin hacer carb¨®n con poca brasa, encuentro, despu¨¦s de comentarios que se han badajeado acerca de semejante imputaci¨®n criminal, que mi cometido ha de contraerse a fundamentos jur¨ªdicos y postulaciones sociales muy distintas de las vulgares e infundiosas que por elementos o individuos ajenos a la seriedad de los peri¨®dicos que han tratado esta cuesti¨®n se han alegremente espaciado ante la p¨²blica opini¨®n; y as¨ª, me permito manifestar que para abogar por la suerte de estas mujeres ce?ir¨¦ la defensa a una cr¨ªtica severa del C¨®digo Penal vigente, de la ley de Enjuiciamiento Criminal y del sistema jur¨ªdico fetichista que informa la legislaci¨®n vigente, haciendo hincapi¨¦ y poniendo de relieve doctrinas recientes psiqui¨¢tricas, porque la materia me renueva otras intervenciones m¨ªas, tanto en conferencias como en la modest¨ªsima profesi¨®n que tuve en el Instituto de Portugalete, pues no he olvidado ense?anzas afectas a la psicolog¨ªa y al derecho, m¨¢s que compatibles rec¨ªprocamente integradas y que viven muy separadas en el ¨¢nimo de muchas gentes. Por estas indicaciones que espero hacer buenas he mantenido y mantendr¨¦ la absoluci¨®n de mis dos patrocinadas?.