Las urnas y el futuro

?Dentro de cuatro d¨ªas, los ciudadanos de Catalu?a y del Pa¨ªs Vasco acudir¨¢n a las urnas para refrendar el Estatuto de Autonom¨ªa que fue aprobado por las Cortes.Estos cuatro d¨ªas contienen el secreto silencioso del futuro. Depende del planteamiento y la aceptaci¨®n democr¨¢tica de los hechos que Espa?a se incorpore definitivamente al grupo de naciones avanzadas, pr¨®speras, libres y pac¨ªficas. Y bajo la apariencia de una paradoja, esta Espa?a nueva pasa por el reconocimiento de la realidad de sus pueblos y no por la ret¨®rica de los endecas¨ªlabos patrioteros, que tan est¨¦ril se ha mostrado a lo largo de la historia reciente. Es decir, la Espa?a inventada, m¨¢s francesa que espa?ola, deja paso a la Espa?a de las viejas ra¨ªces, a la Espa?a aut¨¦ntica, a la Espa?a que coincide con su grandeza real, que une en una obra com¨²n y en una corona sintetizadora a los navegantes vascos y a los catalanes del Consolat de Mar con las dem¨¢s tierras de la piel de toro. ( ... )

Cuando comparamos el ordenado y pragm¨¢tico di¨¢logo de hoy con las apasionadas y delirantes discusiones de 1931 y 1932, no s¨®lo parlamentarias, sino populares, observamos con satisfacci¨®n que hay aspectos de nuestra vida comunitaria que han cambiado profundamente. Los alaridos minoritarios de los extremismos de derecha e izquierda son ¨²nicamente el contrapunto a una esperanzadora normalidad general.

Porque es preciso aclarar algo muy importante: esta frialdad, esta falta de entusiasmo, quiz¨¢ m¨¢s aparente que real, no significa que los estatutos de autonom¨ªa, que concretamente el Estatuto de Catalu?a, no sean necesarios. Lo son. ( ... )

No olvidemos que el Estatuto, que parece ahora avanzar entre la fatiga p¨²blica, puso un d¨ªa en la calle a un mill¨®n de personas. (...)?

Barcelona, 21 de octubre