Libros que me enamoraron en 2024

La mejor noticia de este a?o no est¨¢ ¡ªobviamente¡ª en la pol¨ªtica, en la vivienda, ni en la realidad de los salarios, sino en la literatura. En la literatura. La moda de la autoficci¨®n que nos llen¨® de v¨ªctimas y de intimidades se ha evaporado al fin y han vuelto las grandes historias, los libros que nos cuentan vidas y roces de placas tect¨®nicas que las afectan. Ya hemos celebrado La llamada, de Leila Guerriero, just¨ªsimo Libro del A?o para los que componemos el jurado de Babelia, una obra que mientras ilumina una sola vida nos cuenta lo que sufri¨® Argentina en la dictadura con onda expansiva en Espa?a. Pero no olvidemos a Pierre Lemaitre, que este a?o firm¨® nueva entrega de la serie con la que sigue recorriendo el siglo XX a trav¨¦s de una familia francesa: El silencio y la c¨®lera, una excusa para hablarnos de desigualdad, avaricia, hipocres¨ªa, aborto clandestino, generaciones, amores prohibidos y miles de ingredientes de nuestro mundo.

Y qu¨¦ decir de Eduardo Halfon y su Tar¨¢ntula, que narra su vida sin que nos demos cuenta, sin la exhibici¨®n pesada de sentimientos que se amonton¨® con la autoficci¨®n, y que nos arrastra hasta un campamento jud¨ªo en Guatemala y de ah¨ª hasta Par¨ªs y Berl¨ªn para que le acompa?emos a un viaje de aprendizaje cargado de sabidur¨ªa. Un libro que me enamor¨®, como las recuperaciones de Joan Didion que siguen llegando a?os despu¨¦s de su muerte (Una liturgia com¨²n) o de Tom¨¢s Gonz¨¢lez, autor perfecto que vive de espaldas al mundo, como J.D. Salinger, pero sin que nadie hable de ¨¦l. La luz dif¨ªcil lo demuestra en cada p¨¢gina con creces.

Y porque leer no es seguir un camino estipulado como comprar en Ikea, sino atajos y derivadas que aparecen en el recorrido, van aqu¨ª m¨¢s recuperaciones: Amor sin fin, de Scott Spencer, una vibrante historia de enganche y toxicidad como la que puede alcanzar a todo ser humano con la guardia baja. Tambi¨¦n pude recuperar asignaturas pendientes como Nada se opone a la noche, de Delphine de Vigan, o Libre, de la albanesa Lea Ypi, de los mejores libros que he le¨ªdo en a?os, y esta a su vez me llev¨® a la bielorrusa hoy argentina Natalia Litvinova, nacida y crecida en el desastre de Chern¨®bil, lo que ha contado en Luci¨¦rnaga.

Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n brill¨® como sabe con Vida y maravillas, una memoria personal que acaba convirti¨¦ndose en historia pol¨ªtica, cultural y del cine de Espa?a. Y Agust¨ªn Fern¨¢ndez Mallo nos conmovi¨® con Madre de coraz¨®n at¨®mico, espl¨¦ndido t¨ªtulo que siempre agradeceremos a Pink Floyd. Y la columna se acaba sin que me quepan m¨¢s.

Lo dicho, y que no nos enga?en: las buenas noticias est¨¢n en la literatura. Y otro d¨ªa seguiremos con la pol¨ªtica.