Distensi¨®n en el dictamen de temas clave del proyecto de ley del Estatuto de los Trabajadores
Un total de doce art¨ªculos -seis m¨¢s que en la jornada anterior- fueron dictaminados ayer por la Comisi¨®n de Trabajo que debate el proyecto de ley del Estatuto de los Trabajadores. Temas de gran importancia, como el salario, la jornada laboral, las horas extraordinarias o el salario m¨ªnimo, fueron aprobados en un clima de distensi¨®n que contrast¨® fuertemente con el de sesiones anteriores. UCD, que continu¨® imponiendo sus criterios en la mayor¨ªa de los temas, acept¨®, sin embargo, varias enmiendas de la oposici¨®n.
Los enfrentamientos dial¨¦cticos, que fueron frecuentes, no revistieron en ning¨²n momento la gravedad de d¨ªas anteriores. La izquierda, emple¨® mucho m¨¢s tiempo en sus intervenciones para explicar su voto que en la defensa de las enmiendas derrotadas que lo hab¨ªan precedido. El desarrollo de los debates mejor¨®, aunque en tres ocasiones hubo confusi¨®n en el recuento de votos, y en una de ellas se produjo una pregunta de Vida Soria, el portavoz del PSOE, al presidente accidental de la Comisi¨®n sobre el n¨²mero de diputados que estaban votando por UCD de acuerdo a los que les correspond¨ªa. Se aclar¨® al se?or Vida que el presidente, en su condici¨®n de diputado, pod¨ªa ser sustituido y que, por tanto, los diecisiete votos centristas eran correctos. Ni el se?or Vida ni el presidente accidental, el centrista Berenguer, repararon sin embargo en que en un art¨ªculo anterior, el 31 exactamente, se hab¨ªan contabilizado, seg¨²n comprobaron los periodistas en sus notas, dieciocho votos ucedistas.Por otra parte, Manuel Chaves aclar¨® que en la jornada anterior se hab¨ªa referido a la posibilidad de apoyar en el Pleno del Congreso una enmienda a la totalidad del PCE, y no a la revitalizaci¨®n de ninguna del Grupo Socialista, ya que no la hab¨ªan presentado en su momento.
Tope a las percepciones por antig¨¹edad
Se inici¨® la sesi¨®n con el examen de los art¨ªculos 22 y 23, referentes a ascensos y promoci¨®n econ¨®mica. En el art¨ªculo relativo a ascensos fueron derrotadas seis enmiendas de la oposici¨®n, aunque el texto del proyecto fue modificado -con la abstenci¨®n de la izquierda- por la propia UCD. La modificaci¨®n se circunscribe a la eliminaci¨®n de una referencia a las vacantes.
En el art¨ªculo siguiente, que no fue modificado, se contempla una limitaci¨®n a las percepciones por antig¨¹edad. La acumulaci¨®n de los incrementos por este concepto -dice el texto del Gobierno- ?no podr¨¢, en ning¨²n caso, suponer m¨¢s del 10% a los cinco a?os, del 25% a los quince a?os, del 40% a los veinte a?os y del 65%, como m¨¢ximo, a los veinticinco o m¨¢s a?os?. El l¨ªmite que pone el Estatuto de los Trabajadores a estos incrementos, que se calculan sobre el salario base, es inferior al que est¨¢ en vigor en muchas empresas y supone una discriminaci¨®n para los trabajadores en general, seg¨²n los socialistas, con respecto a los funcionarios.
No se consultar¨¢ a los sindicatos sobre salario m¨ªnimo
Los temas salariales, que por su repercusi¨®n aparec¨ªan entre los art¨ªculos m¨¢s conflictivos del Estatuto, se dictaminaron con algunos enfrentamientos verbales entre el partido del Gobierno, que impuso en todo momento sus tesis, y la oposici¨®n, pero en un clima mucho m¨¢s distendido, en l¨ªneas generales, que el que rein¨® la v¨ªspera en la Comisi¨®n de Trabajo, a pesar de que ayer los temas a tratar ten¨ªan una importancia fundamental.
En el art¨ªculo 24, referente al salario, el proyecto de ley sufri¨® dos m¨ªnimas mejoras de car¨¢cter t¨¦cnico a propuestas del PSOE y UCD. La discusi¨®n mayor se produjo en el examen del apartado tercero del mencionado art¨ªculo, que dice: ?Todas las cargas fiscales y de seguridad social a cargo del trabajador ser¨¢n satisfechas por ¨¦l mismo, siendo nulo todo pacto en contrario.? La izquierda, que en distintas enmiendas que no prosperaron pretend¨ªa la desaparici¨®n de la prohibici¨®n expresa a un pacto trabajador-empresario sobre el pago de la Seguridad Social, acus¨® a UCD de limitar la autonom¨ªa de las partes (socialistas) y de ?perjudicar a muchos trabajadores que ya tienen pactado el pago de la Seguridad Social a cargo de la empresa (Bandr¨¦s).
El punto m¨¢s conflictivo, sin embargo, una enmienda de UCD en que se propon¨ªa la adici¨®n de un apartado nuevo que puede suponer la introducci¨®n del salario/ hora, fue superado al posponerse la discusi¨®n del mismo a art¨ªculos posteriores.
En cuanto al salario m¨ªnimo, todas las enmiendas presentadas fueron derrotadas por UCD. La mayor¨ªa propon¨ªan la intervenci¨®n de los sindicatos en la fijaci¨®n de la cuant¨ªa del salario m¨ªnimo, que ¨¦sta se hiciera semestralmente y en base a varios conceptos (no s¨®lo el ¨ªndice de precios al consumo).
En el art¨ªculo 27, relativo a la liquidaci¨®n y pago del salario, todos los partidos de izquierda asumieron una enmienda de Coalici¨®n Democr¨¢tica, que estimaron muy progresiva y que finalmente no prosper¨® por la oposici¨®n del partido del Gobierno. La enmienda propon¨ªa que la retribuci¨®n a comisi¨®n ?en ning¨²n caso eximir¨¢ el pago del salario m¨ªnimo?. Senillosa, en la defensa de la misma, afirm¨® que muchas de las enmiendas de su grupo ten¨ªan por objetivo beneficiar a los trabajadores y eran progresivas.
Posibilidad de prorrateo en las pagas extraordinarias
Las pagas extraordinarias por acuerdo de convenio colectivo podr¨¢n prorratearse en doce mensualidades, seg¨²n una enmienda de UCD al art¨ªculo 29 del proyecto. El partido del Gobierno derrot¨®, en este apartado, las diferentes enmiendas de la izquierda, que pretend¨ªan que las pagas extraordinarias equivalieran a treinta d¨ªas de salario cada una de ellas. El PSOE, por otra parte, propuso, sin conseguirlo, la supresi¨®n del apartado segundo de este art¨ªculo, ?por entender que es meramente informativo y no aporta nada o que su redacci¨®n equ¨ªvoca trata de introducir de forma solapada el concepto de salario/hora?.
?La duraci¨®n de la jornada de trabajo ser¨¢ la pactada en los convenios colectivos o en los contratos individuales de trabajo?, seg¨²n el texto del apartado primero del art¨ªculo 32 del proyecto de ley. Los socialistas, previa concesi¨®n a un cambio terminol¨®gico, lograron a?adir con los votos de UCD que ?en ning¨²n caso se podr¨¢n realizar m¨¢s de nueve horas ordinarias de trabajo efectivo. En todo caso, entre el final de la jornada y el comienzo de la siguiente mediar¨¢n como m¨ªnimo doce horas?.
Punto clave en este art¨ªculo era la fijaci¨®n de la duraci¨®n m¨¢xima de la . jornada de trabajo. El texto del proyecto, que es el que se impuso con los votos de UCD, la fija en 43 horas semanales en jornada partida y en 42 para los casos de jornada continuada, lo que supone reducir en una hora la regulaci¨®n actual. El PSOE, en una enmienda, propuso cuarenta horas y 39 horas para los mismos supuestos. El PCE, por su parte, defendi¨® la fijaci¨®n de la jornada en 43 horas semanales y 35 para los trabajos penosos, nocivos o peligrosos. Coalici¨®n Democr¨¢tica propuso que continuaran las 44 horas semanales y 42 y media para casos de jornada partida. El diputado Bandr¨¦s y el Grupo Andalucista, en enmiendas diferentes, propusieron una jornada de cuarenta horas y de 38 para la jornada continuada.
Otro punto que produjo una gran controversia fue el tercero de este art¨ªculo que, en el proyecto, fija que el tiempo de trabajo ?se computar¨¢ de modo que, tanto al comienzo como al final de la jornada diaria, el trabajador se encuentre en su puesto de trabajo y dedicado a ¨¦l?. Vida Soria, argumentando en pro de la supresi¨®n del mismo, afirm¨® que su aprobaci¨®n supon¨ªa cercenar una de las reivindicaciones que plantean hoy los trabajadores: el tiempo que pierden en desplazarse de su domicilio al puesto de trabajo, que no se les abona, y que en Madrid, dijo, puede alcanzar una media de una hora u hora y media por trabajador. Se refiri¨®, asimismo, m¨¢s all¨¢ de los inconvenientes que plantea este p¨¢rrafo para los trabajadores del sector industrial, a los casos del sector primario, donde la posible ampliaci¨®n de jornada, merced a esta disposici¨®n, parece clara. Los planteamientos de las dem¨¢s fuerzas de izquierda insistieron en parecidos argumentos. Bandr¨¦s, sin embargo, a?adi¨® a los mismos uno m¨¢s. ?Tras de este apartado late el tema de la puntualidad y el fantasma del posible despido por reiteradas faltas a este precepto, as¨ª como la ampliaci¨®n de jornada. Nosotros, los se?ores diputados, nos estamos concediendo en estos debates un tiempo de cortes¨ªa que llega, como hoy, hasta los 30 ¨® 45 minutos. Retraso con el que empezamos las sesiones. Ser¨ªa un acto de audacia inconcebible exigir a los trabajadores lo que nosotros somos incapaces de cumplir. ? El texto del proyecto, sin embargo, volvi¨® a imponerse con los votos centristas.
En las explicaciones de voto, la izquierda, en el tema de la duraci¨®n de la jornada laboral, fue especialmente dura con UCD y con el proyecto de ley. P¨¦rez Miyares, el portavoz de UCD, probablemente en la intervenci¨®n m¨¢s brillante que ha tenido en todo el debate, argument¨® que el Estatuto lo ¨²nico que hace es fijar los m¨ªnimos y que es misi¨®n de los partidos de izquierda, a trav¨¦s de los sindicatos, el conseguir reducir la mencionada jornada en convenios.
Se aprob¨®, finalmente, tal y como aparece en el proyecto, el art¨ªculo 33, que regula las horas extraordinarias. Las horas extraordinarias no podr¨¢n ser m¨¢s de dos al d¨ªa, quince al mes y cien al a?o, y se abonar¨¢n con un incremento nunca inferior al 75% sobre la hora ordinaria.
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