Treinta y nueve art¨ªculos del Estatuto de los Trabajadores, aprobados por la comisi¨®n
Treinta y nueve art¨ªculos, tres de ellos de nueva creaci¨®n, han sido aprobados por la Comisi¨®n de Trabajo del Congreso, que estudia el proyecto de ley del Estatuto de los Trabajadores. Las sesiones, que se iniciaron el lunes, comenzaron en un clima de aut¨¦ntico caos en cuanto a reglamentaci¨®n de presentaci¨®n de enmiendas, defensa y votaci¨®n de las mismas, derivado del nulo trabajo desarrollado previamente por la ponencia, que se limit¨® a ordenar las 803 enmiendas presentadas de acuerdo con los 123 art¨ªculos que componen el texto del Gobierno. Las primeras jornadas, dedicadas a art¨ªculos a priori no muy conflictivos (a excepci¨®n de la exclusi¨®n de funcionarios y servicio dom¨¦stico de la ley), produjeron sin embargo un creciente enfrentamiento entre los distintos grupos parlamentarios, que acab¨® dividiendo a la comisi¨®n en dos bloques, derecha e izquierda, que estuvo a punto de producir una ruptura formal de la Comisi¨®n de Trabajo -Bandr¨¦s invit¨® a la izquierda a abandonar la misma; Camacho habl¨® de movilizaciones y los socialistas plantearon la posibilidad de apoyar una enmienda a la totalidad en el Pleno del Congreso- en la ma?ana del mi¨¦rcoles. Parad¨®jicamente, ese mismo d¨ªa, tras una breve interrupci¨®n de los trabajos, la distensi¨®n volvi¨® a los debates, sin una explicaci¨®n plausible (centristas y socialistas negaron haber mantenido conversaciones), y los trabajos comenzaron a ser mucho m¨¢s r¨¢pidos y fruct¨ªferos a pesar de que los art¨ªculos, a medida que se avanzaba revest¨ªan mayor importancia.Tan s¨®lo en una ocasi¨®n, al examinar la Comisi¨®n el art¨ªculo 4.? del proyecto, referente a deberes laborales, los socialistas han logrado imponer una de sus enmiendas frente a los votos de UCD. Los centristas, sin embargo, minutos despu¨¦s, al incorporarse nuevos parlamentarios a su grupo, lograron introducir en la redacci¨®n del PSOE el deber del trabajador a contribuir a la mejora de la productividad. Esta inclusi¨®n, que se realiz¨® sin exigencias de contrapartidas al empresario, desvirtu¨®, en buena medida, la enmienda socialista e irrit¨® a los diputados de izquierda.
En los dem¨¢s casos (seg¨²n el Ministerio de Trabajo, se han admitido a lo largo de la semana un total de 77 enmienda) s¨®lo han prosperado las propuestas centristas o las que, aun procediendo de otros grupos, han contado con el apoyo de UCD. En muchos casos, el partido del Gobierno ha ofrecido f¨®rmulas transaccionales al PSOE que este partido, ante la imposibilidad de llevar adelante el texto original frente a la mayor¨ªa centrista, ha aceptado. La mayor parte de las enmiendas asumidas, sin embargo, han sido referentes a mejoras t¨¦cnicas o gramaticales, a cambios de titulaci¨®n de art¨ªculos o a supresi¨®n de reiteraciones. No obstante, se han creado tres nuevos art¨ªculos a proposici¨®n de los socialistas y se han introducido enmiendas de fondo a cargo de Coalici¨®n Democr¨¢tica, Minor¨ªa Catalana y los propios socialistas.
Tras las primeras jornadas, en que la irritaci¨®n del portavoz de UCD por las triqui?uelas parlamentarias de los socialistas llev¨® al partido del Gobierno a derrotar de forma sistem¨¢tica y en t¨¦rminos de castigo a la izquierda, lo que provoc¨® la unidad temporal de ¨¦sta en un solo bloque, el mayor n¨²mero de enmiendas asumidas han sido las de los socialistas. Los comunistas, pese a que el Ministerio de Trabajo afirma que se les ha aceptado de forma indirecta una enmienda, no han contado en una sola de sus propuestas con el apoyo de UCD. Sin entrar en las causas de la actitud del partido del Gobierno, hay que decir, en honor a la verdad, que muchas enmiendas comunistas est¨¢n mal planteadas, ya que hacen referencia a otras posteriores del grupo que no se sabe si se aprobar¨¢n, y que los dos diputados de este partido en la Comisi¨®n, Camacho y Garc¨ªa, son muy representativos como sindicalistas y trabajadores; pero, a nivel jur¨ªdico, tienen evidentes dificultades cuando los debates toman una vertiente t¨¦cnica, lo que resta posibilidades sus enmiendas para que prosperen
Otras minor¨ªas ante el debate
Al igual que con el portavoz del PSOE, el jefe de las filas centristas en la Comisi¨®n de Trabajo, P¨¦rez Miyares, ha mantenido reuniones con Minor¨ªa Catalana. De ah¨ª posiblemente la aceptaci¨®n de muchas enmiendas, proporcionalmente, de este grupo. Sin embargo, en algunas votaciones (tema de las vacaciones m¨ªnimas, por ejemplo), Minor¨ªa Catalana ha votado junto a la izquierda.
El PNV se ha abstenido durante la mayor parte de las votaciones, mientras ha estado representado por Monforte. Al grupo vasco le interesa profundamente la discusi¨®n de la negociaci¨®n colectiva, que tendr¨¢ lugar en los pr¨®ximos d¨ªas, y el resultado de la misma condiciona incluso -seg¨²n Monforte- su posible permanencia en la Comisi¨®n. Temen los vascos que se perjudique a los sindicatos de ¨¢mbito de nacionalidad en la negociaci¨®n de convenios estatales de ¨¢mbito estatal y que se impida la creaci¨®n de un marco aut¨®nomo de relaciones laborales en Euskadi. En definitiva, esta es una batalla para los pr¨®ximos d¨ªas.
El diputado Bandr¨¦s en muchos casos representa no s¨®lo los intereses de su partido, sino los del diputado Aizp¨²n, que est¨¢n ideol¨®gicamente en el extremo opuesto, o los de CD. Por cierto, que a Senillosa, representante de este grupo, le cuesta esfuerzos, visiblemente, la defensa de algunas enmiendas poco progresistas de su grupo, en tanto que hace intervenciones brillantes a favor de aquellas que en muchos casos van a ser respaldadas por la izquierda.
En temas clave, como la exclusi¨®n de funcionarios o el reconocimiento indirecto (a trav¨¦s de las actas de sesi¨®n) de las secciones sindicales, se han cumplido las previsiones adelantadas por este diario hace ocho d¨ªas. Otros puntos de especial inter¨¦s para los socialistas, como el relativo a las secciones sindicales, parece que ser¨¢n aceptados tambi¨¦n por el partido del Gobierno. Y en cuanto a los art¨ªculos debatidos en los dos d¨ªas de enfrentamiento entre izquierda y derecha en la comisi¨®n, que han supuesto recortes en algunos casos al propio texto del Gobierno, no ser¨ªa improbable que fueran modificados de mutuo acuerdo entre centristas y socialistas de cara al Pleno del Congreso. Tambi¨¦n es posible, pese a las beligerantes declaraciones que hacen los jefes de fila de cara a la prensa, que el partido del Gobierno acabe asumiendo o permita que se aprueben algunas enmiendas comunistas, que hagan viable el futuro de la ley y que permitan a los dirigentes de CC OO salvar la cara ante sus bases.
Factor fundamental para la distensi¨®n de los debates ha sido el mayor entendimiento; en los primeros d¨ªas hubo momentos de aut¨¦ntico divorcio entre ambos, entre el presidente de la Comisi¨®n de Traba o, Mart¨ªn Oviedo, diputado de UCD, y el portavoz del mismo partido, P¨¦rez Miyares. Hubo incluso una ocasi¨®n en que Mart¨ªn Oviedo, por pura coherencia con la aceptaci¨®n de criterios sobre una votaci¨®n, se vio obligado a abstenerse, mientras P¨¦rez Miyares ordenaba a los diputados centristas votar en contra. El portavoz ucedista lleg¨® a afirmar en aquellos d¨ªas que se opon¨ªa a las enmiendas socialistas no por su filosof¨ªa, que compart¨ªa, sino por responder a planteamientos estructurales cuya discusi¨®n se hab¨ªa acordado previamente postergar hasta despu¨¦s del examen de todo el articulado. La mayor serenidad del portavoz centrista ha permitido el avance en los ¨²ltimos d¨ªas del trabajo de la comisi¨®n.
Pese a todo, los defectos formales han continuado presentes. Ha habido votaciones en las que algunos diputados no han votado por no saber qu¨¦ era lo que se propon¨ªa, y en otra -sin influir en los resultados-, UCD contabiliz¨® un voto m¨¢s de los que le correspond¨ªan
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