El hombre del saco

El hombre del saco Director, guionista, m¨²sico e incluso montador de sus pel¨ªculas, John Carpenter es uno de esos enloquecidos por el cine que proliferan por todas partes, pero que s¨®lo en Estados Unidos tienen posibilidades de convertirse en grandes realizadores. Admirador de los grandes cl¨¢sicos del cine norteamericano, como demuestra al incluir aqu¨ª un buen fragmento de El enigma de otro mundo, una curiosa pel¨ªcula de ciencia-ficci¨®n producida por Howard Hawks, en 1951, Carpenter nace en 1948 y se grad¨²a en cine por la Universidad de Sounthern, California. Sus primeros largometrajes, in¨¦ditos entre nosotros por el habitual despiste de los distribuidores nacionales, son Dark Star (1974), una historia de ciencia-ficci¨®n que cuenta la relaci¨®n entre unos viajeros espaciales y sus m¨¢quinas durante uno de sus periplos, y Assault on Precinct 13 (1976), una pel¨ªcula negra narrada con gran habilidad. Ambas pertenecen a la ?serie B?, tienen un gran ¨¦xito de cr¨ªtica y sit¨²an a Carpenter entre las nuevas promesas del cine de Estados Unidos.Lo primero que se estrena entre nosotros de Carpenter es Elvis (1979), resumen de dos horas para la explotaci¨®n cinematogr¨¢fica, sobre un telefilme de tres, hecho a ra¨ªz del gran ¨¦xito de su emisi¨®n el pasado febrero por la cadena de televisi¨®n norteamericana ABC. Es una biograf¨ªa del cantante rock Elvis Presley (1935-1977), rodada con gran perfecci¨®n, pero donde no se pueden utilizar las grabaciones originales por culpa de su reducido presupuesto y se emplean otras hechas por Ronnie McDowell. Tanto en Elvis, como en La noche de Halloween, lo primero que llama la atenci¨®n es la gran habilidad t¨¦cnica de Carpenter, su fuerza narrativa, pero tambi¨¦n las dificultades que encuentra para ajustarse a unos guiones que no le interesan especialmente y unos presupuestos que resultan demasiado reducidos para sus intenciones.

En esta historia desarrollada la v¨ªspera de todos los santos, la noche de ?halloween?, donde los ni?os norteamericanos hacen cabezas con calabazas y se disfrazan para asustar y pedir caramelos a sus amigos, se dan cita las caracter¨ªsticas de Carpenter. Por un lado, un gui¨®n poco trabajado y sin inter¨¦s, pues cuenta la t¨ªpica historia de miedo a base de loco escapado del manicomio, tres jovencitas que trabajan por las noches como canguros y s¨®lo piensan en retozar con sus novios, unos ni?os que creen ver al hombre del saco por todas partes y un asustado doctor que trata de encontrar a su paciente desaparecido. Por otro lado, una gran habilidad t¨¦cnica, como demuestra el largo y complicado plano subjetivo inicial del asesino, que consigue dar a la historia la consistencia que no tiene y asustar repetidamente al espectador. El resultado es una de esas atractivas pel¨ªculas norteamericanas de ?serie B?.