An¨¢lisis sobre la participaci¨®n campesina en la guerra civil
Juan Jos¨¦ Castillo, profesor de la facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense, es el autor del libro Propietarios muy pobres. Sobre la subordinaci¨®n pol¨ªtica del peque?o campesino, con pr¨®logo de Pierre Vilar, recientemente publicado.
?El libro trata de explicar las mediaciones institucionales o pol¨ªticas por las cuales el peque?o campesinado castellano y navarro apoy¨® y form¨® la base de masas del franquismo durante la guerra civil. La tesis del libro trata de demostrar que una organizaci¨®n como la Confederaci¨®n Nacional Cat¨®lico Agraria (1917-1942) se transforma m¨¢s tarde en la Uni¨®n Nacional de Cooperativas del Campo, cre¨® el marco de encuadramiento de los peque?os campesinos con una orientaci¨®n de clase que serv¨ªa a los intereses de los grandes terratenientes.??A mi juicio, el punto de uni¨®n que utilizaban los grandes terratenientes, desde el punto de vista econ¨®mico, era la pol¨ªtica de precios m¨ªnimos agr¨ªcolas, que permite sobrevivir a los peque?os campesinos y es la base de la acumulaci¨®n capitalista de los grandes. Desde el punto de vista ideol¨®gico, el aglutinante es la religi¨®n cat¨®lica y la pretendida "unidad" de lo rural frente a lo urbano.?
?La Confederaci¨®n reun¨ªa en 1919 a cerca de medio mill¨®n de peque?os campesinos. En 1936, la cifra era algo menor a 200.000 afiliados, pero hay que matizar que muchos de ellos, que no estaban afiliados por razones coyunturales, actuaron de acuerdo con las consignas de los sacerdotes de sus pueblos y, naturalmente, de la Confederaci¨®n. Lo curioso del caso es que hasta hace muy poco apenas se ha estudiado esta organizaci¨®n, siendo as¨ª que tuvo una gran influencia en la posguerra y que las primeras leyes del franquismo estaban directamente relacionadas con ella, y m¨¢s concretamente, para controlar su capacidad de influencia. En 1942 aparece la ley de Cooperativas, que da por liquidada en el terreno formal a la mencionada Confederaci¨®n, obligando a sus afiliados a reconvertirse en las uniones de cooperativas, muchas de las cuales todav¨ªa subsisten.?
?Desde entonces?, a?ade Juan Jos¨¦ Castillo, ?la jerarqu¨ªa cat¨®lica, a trav¨¦s de la Asociaci¨®n Cat¨®lica Nacional de Propagandistas, fundamentalmente, pierde el control de esta organizaci¨®n.
?En la actualidad, el resurgimiento de los movimientos unitarios campesinos no tiene nada que ver con la Confederaci¨®n, sino en la medida en que rompe precisamente la forma de encuadramiento del franquismo, que era una pura continuidad de la organizaci¨®n cat¨®lica.?
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