El tr¨¢nsito marino por Gibraltar, amenaza constante para la costa andaluza
El mi¨¦rcoles pasado fue un d¨ªa negro en la navegaci¨®n por el Mediterr¨¢neo espa?ol. Cuatro barcos colisionaron en dos accidentes debidos a la densa niebla existente sobre la zona. El carguero israel¨ª Tel Aviv abord¨® al buque indonesio Djatimulia, a 35 millas de la costa de M¨¢laga, y en el accidente result¨® muerto el maquinista del barco indonesio y heridos varios tripulantes. Anteriormente, en las proximidades de Albor¨¢n, a unas cuarenta millas de M¨¢laga, hab¨ªan colisionado el carguero dan¨¦s Erik Boye y el buque Golden Miranda. Por suerte, ninguno de los cuatro era un barco petrolero de los 8.000 que cruzan el Estrecho. El accidente fat¨ªdico en las inmediaciones de la Costa del Sol puede ocurrir cualquier d¨ªa. Y, seg¨²n las palabras del director del Instituto Oceanogr¨¢fico, Jos¨¦ Mar¨ªa Tournay, ?si ese d¨ªa llega, la humanidad se va a acordar?.
El 5 de marzo era un d¨ªa extraordinariamente soleado. No exist¨ªa en la bah¨ªa de Algeciras el menor rastro de niebla que pudiera presagiar posibles dificultades a los buques que navegaban por el Estrecho. Ni siquiera los curiosos de Gibraltar que presenciaban la maniobra de acercamiento del petrolero Grey Hunter pod¨ªan imaginar lo que m¨¢s tarde ocurri¨®. El Grey Hunter, lentamente, se iba acercando a los arrecifes de Punta Europa. No hab¨ªa solicitado, como era lo normal antes de entrar en el puerto, la ayuda del piloto. Y ocurri¨® lo inevitable: el petrolero embarranc¨® a unos trescientos metros de la costa. Su estructura se quebr¨® en dos enormes grietas, y por su costado comenz¨® a salir crudo.Entonces fueron cerca de mil toneladas de crudo libio, que, desde Argelia, transportaba el petrolero hacia las islas Cayman. Los ingleses fueron extremadamente r¨¢pidos y consiguieron tratar la mancha, que se localiz¨® -merced a que no hab¨ªa corrientes ni vientos- en una peque?a ensenada gibraltare?a conocida como Catal¨¢n Bay. Se utilizaron en la operaci¨®n cerca de 18.000 litros de detergente y se necesitaron casi dos d¨ªas para poner a flote al petrolero.
Desde el 5 de marzo han sido varios los buques que han sufrido accidentes en las cercan¨ªas del estrecho de Gibraltar. Hay que destacar dos, sin embargo, por la grave importancia que hubieran podido tener. El 30 de junio, de madrugada, debido a un fallo de colocaci¨®n de rumbo en el piloto autom¨¢tico, embarranc¨® en los bajos de la Perla, en pleno estrecho de Gibraltar, en las proximidades de Tarifa, el carguero especial de gases licuados El paso Paul Kayser, que transportaba 99.500 metros c¨²bicos de gas natural. El buque, de bandera liberiana, perteneciente a la compa?¨ªa armadora norteamericana El Paso Marine Co., entraba en el Estrecho procedente de Estados Unidos y con direcci¨®n a Argelia.
Si el encallamiento del buque se hubiera producido entre los meses de noviembre a febrero, el fuerte temporal de Levante, habitual en esas fechas, podr¨ªa haberlo hundido o, lo que es m¨¢s grave, partir en dos el casco, seg¨²n manifestaron expertos del puerto de Algeciras.
El otro accidente se produjo veinti¨²n d¨ªas despu¨¦s, el 21 de julio, fecha en la que colisionaron a la altura del faro de Calaburras (cerca de Fuengirola) un petrolero sueco y un mercante griego. Afortunadamente, el petrolero sueco, aunque muy averiado, pudo continuar hasta C¨¢diz, mientras que el mercante griego, Argolis, que transportaba trigo desde Argentina hasta el puerto de Marsella, sufri¨® una gran brecha en uno de los costados, por la que perdi¨® toda la carga de una de sus bodegas. El Argolis tuvo que fondear frente al puerto malague?o en espera de un dique flotante que lleg¨® desde C¨¢diz. Al d¨ªa siguiente, en las playas de M¨¢laga, se pudo ver gran cantidad de granos y cascarillas de trigo. Si hubiese sido el petrolero el que hubiera salido malparado, la marea negra hubiera sido inevitable.
"La Humanidad se va a acordar"
?Una cat¨¢strofe en el Estrecho ser¨ªa una cat¨¢strofe sin precedentes, y afectar¨ªa no s¨®lo a nuestras costas y a las del norte de Marruecos, sino que pondr¨ªa en serias dificultades la propia existencia del Mediterr¨¢neo. Si ese d¨ªa llega, la Humanidad se va a acordar?, manifest¨® cuando la cat¨¢strofe del Grey Hunter Jos¨¦ Mar¨ªa Tournay, director del Instituto Oceanogr¨¢fico. Y a?ad¨ªa: ?El tr¨¢fico mar¨ªtimo se hace extraordinariamente delicado en el estrecho de Gibraltar, donde se da la circunstancia de un paso estrecho y la ¨²nica entrada de agua limpia del mar Mediterr¨¢neo.? Joaqu¨ªn Ros, jefe del departamento de contaminaci¨®n del citado Instituto, confirmaba estas palabras: ?El estrecho de Gibraltar es uno de los tres puntos negros que Espa?a tiene en sus costas, junto con Galicia y Canarias. Pero de estos tres, quiz¨¢ sea el m¨¢s peligroso por varias razones, pero, sobre todo, porque es un nudo, un cuello de botella.??El a?o pasado se produjeron varios accidentes. Concretamente, el 13 de junio chocaron dos mercantes. De haber sido petroleros, las consecuencias hubieran sido catastr¨®ficas. Y el tr¨¢fico sigue aumentando cada d¨ªa?, dec¨ªa, asimismo, Ronal Baradixch, oficial de prensa de la Secretar¨ªa del Gobierno de Gibraltar.
?En cualquier momento puede ocurrir una desgracia?, comentaba Manuel Carlier, segundo comandante de Marina de Algeciras. ?No nos enga?emos: nosotros no tenemos los medios suficientes para combatir un siniestro de grandes proporciones. Estamos muy por detr¨¢s de otros pa¨ªses, como son Francia o Inglaterra.? Y terminaba: ?Reforzar nuestras medidas de seguridad es indispensable.?
El peligro contin¨²a
?No hay un paso muy acusado de petroleros por el Estrecho?, informa Miguel Oliver, subdirector del Oceanogr¨¢fico; ?sobre todo, provienen de Libia y Argelia, cuya ¨²nica salida es el Mediterr¨¢neo. El canal de Suez, como se sabe, tiene un l¨ªmite de tonelaje y no permite que los grandes petroleros pasen por all¨ª.?No existe ning¨²n tipo de se?alizaci¨®n en el estrecho de Gibraltar. A diferencia de otros grandes estrechos, como el de La Mancha (que registra un paso medio de catorce grandes buques-tanque diarios), en el que hay fijados ya unos pasillos de navegaci¨®n por parte de la OMCI (Organizaci¨®n Mar¨ªtima Consultiva Intergubernamental, que depende de la ONU). El estrecho de Gibraltar carece de legislaci¨®n o normas al efecto, aunque sean consultivas. Este hecho ha sido advertido varias veces por la direcci¨®n del puerto de Algeciras, que por boca de su ingeniero director, Enrique Lefler, ha puesto de relieve el grave peligro que para las costas meridionales espa?olas representa el tr¨¢fico por el Estrecho.
El puerto de Algeciras no ha sido el ¨²nico que ha denunciado la falta absoluta de protecci¨®n del Estrecho. En este sentido, tambi¨¦n se han manifestado la Comisi¨®n para la Defensa de la Naturaleza del Campo de Gibraltar, el Colectivo del Sur y diversas entidades ciudadanas.
El peligro no s¨®lo se ha puesto de manifiesto en estos tres ¨²ltimos accidentes, sino que, seg¨²n datos reales hechos p¨²blicos por la Junta de Obras del Puerto, durante los nueve primeros meses de 1978 ocurrieron trece accidentes de navegaci¨®n entre los meridianos de Cabo Espartel y Punta Europa, que corresponden a ocho colisiones, tres varadas, un incendio y un naufragio, que ocasionaron dos p¨¦rdidas de buques y once de vidas humanas. (Aparte de ello, en ambas embocaduras del Estrecho pueden contabilizarse m¨¢s accidentes.)
Alta densidad de tr¨¢nsito
Seg¨²n las normas internacionales, sin embargo, el tr¨¢fico que se dirige hacia Poniente, es decir, el que sale hacia el Atl¨¢ntico, debe ir m¨¢s pegado a la costa espa?ola, mientras que el que entra hacia el Oriente, o sea, al Mediterr¨¢neo, lo hace m¨¢s pegado a Marruecos.La Junta de Obras del Puerto calcul¨® que por t¨¦rmino medio cruzan el estrecho de Gibraltar algo m¨¢s de diez buques-tanque al d¨ªa, con 75.000 toneladas de promedio de crudo. El total de buques, por ejemplo, que naveg¨® por el Estrecho en 1977 se acerc¨® a las 50.000 unidades, de las que casi 8.000 eran buques-tanque, que transportaron 290.000.000 de tonneladas de petr¨®leo. A esta cifra hay que a?adir las embarcaciones que enlazan ambas costas del Estrecho, los barcos pesqueros y yates. Este tipo de buques, con base en Algeciras, cruzaron el Estrecho casi 13.000 veces durante el a?o 1978 (unas 35 navegaciones diarias).
Para el director del Instituto Oceanogr¨¢fico, se?or Tournay, se precisa una legislaci¨®n ifiternacional muy severa que limite el tr¨¢fico de los grandes petroleros: ?No hay raz¨®n alguna para que los grandes petroleros se acerquen a menos de doscientas millas de la costa.? A este respecto, merece la pena recordar que en Francia es obligatorio que los petroleros que est¨¦n a menos de 150 millas de la costa comuniquen su situaci¨®n y ruta. Lo mismo sucede en Inglaterra, aunque en una franja de tres millas. Sin duda alguna, Sur¨¢frica es la que toma m¨¢s precauci¨®n, debido a que su ruta mar¨ªtima es la m¨¢s frecuentada del mundo, y ha sido testigo de trece accidentes importantes en la ¨²ltima d¨¦cada. Los petroleros no pueden acercarse a menos de veinte kil¨®metros de la costa; cinco patrulleros navegan en el pasillo, mientras que poderosos remolcadores esperan en el puerto. Las multas que puede imponer en caso de accidente por infracci¨®n del reglamento son muy elevadas.
?Si no queremos acabar con el mar?, opina Tournay, que espera que el tema se aborde en la pr¨®xima conferencia del mar, ?los riesgos del tr¨¢fico de los grandes petroleros deben ser objeto de un r¨ªgido control internacional?. Esa fue precisamente una de las medidas propuestas por la Conferencia de Regiones Mar¨ªtimas Europeas a la CEE a finales del verano.
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