La OTAN modernizar¨¢ su armamento nuclear antes de negociar con la URSS

La negociaci¨®n con la Uni¨®n Sovi¨¦tica sobre control de armamento en territorio europeo s¨®lo es posible desde una posici¨®n de fuerza por parte de los aliados. No es posible negociar si la OTAN no ha tomado previamente la decisi¨®n de modernizar su armamento nuclear con el despliegue en cinco pa¨ªses de los nuevos misiles americanos Pershing 2 y Cruise, capaces de hacer blanco en Mosc¨² y equiparables a los SS-20 sovi¨¦ticos. Esta es la posici¨®n de los ministros de Defensa del Grupo de Planes Nucleares de la OTAN (GPN), que han permanecido reunidos dos d¨ªas en La Haya y que han aceptado las tesis del secretario norteamericano de Defensa, Harold Brown.

Holanda, el ¨²nico pa¨ªs que se ha mostrado oficialmente renuente a aceptar la instalaci¨®n de los potentes misiles norteamericanos en su territorio, ha quedado completamente aislado. El se?or Brown, al abandonar el cuartel Juliana, en el que se desarrollaron las conversaciones, manifest¨®: ?Holanda es consciente de la enorme importancia que tiene modernizar las fuerzas nucleares de la OTAN, y espero que cambiar¨¢ de opini¨®n antes de que el pr¨®ximo mes de diciembre, en Bruselas, se tome la decisi¨®n definitiva.?El propio ministro de Defensa holand¨¦s, Willem Scholten, ha prometido que su Gobierno reconsiderar¨¢ su postura. Los Pa¨ªses Bajos propusieron que en Bruselas s¨®lo se decidiera la fabricaci¨®n de los misiles, pero no su emplazamiento. Brown calific¨® la propuesta de ?irreal?, y se espera que, finalmente, Holanda acepte la instalaci¨®n de entre cuarenta y cincuenta Cruise en su territorio.

El comunicado final de la reuni¨®n de La Haya explica, con tintes negros, cu¨¢l es la situaci¨®n actual del equilibrio de fuerzas entre el Pacto de Varsovia y la OTAN. El reciente ofrecimiento sovi¨¦tico sobre reducci¨®n de armamento en el teatro europeo -dicen los aliados- no debe oscurecer la realidad: la Uni¨®n Sovi¨¦tica puede disminuir el n¨²mero de sus misiles antiguos porque posee los SS-20, capaces de llegar al coraz¨®n de la Europa occidental, y porque sus nuevos bombarderos Backfire son capaces de atravesar las defensas a¨¦reas volando muy r¨¢pidamente y a baja altitud.

En este contexto -a?aden-, la modernizaci¨®n de las fuerzas nucleares aliadas en el teatro europeo no interfiere la posibilidad de buscar paralelamente caminos para el control de armas. Aumentando el alcance de la fuerza nuclear aliada -insisten- se disminuye el riesgo de que los sovi¨¦ticos lleguen a creer que pueden utilizar sus SS-20 para amenazar o actuar contra Europa occidental desde enclaves situados en el interior de su pa¨ªs.

Los ministros de Defensa aliados se muestran, pues, partidarios de la instalaci¨®n de los Pershing 2 y Cruise, dan la bienvenida a las ?constructivas? propuestas sovi¨¦ticas sobre control de armas y toman en consideraci¨®n la posibilidad de que la OTAN reajuste su actual armamento nuclear, tal y como propon¨ªa tambi¨¦n Estados Unidos, partidario de retirar del escenario europeo cerca de mil cabezas nucleares que quedar¨ªan desfasadas con los nuevos misiles.

Petici¨®n de negociaciones

Ante la opini¨®n p¨²blica de sus pa¨ªses, los ministros de Defensa del GPN intentar¨¢n demostrar que la reducci¨®n de armamento y las negociaciones eventuales con la URSS han sido cl¨¢usulas impuestas por sus respectivos Gobiernos.El ministro italiano declar¨® que su pa¨ªs propone que el mismo d¨ªa en que se adopte la decisi¨®n de instalar los Cruise y Pershing 2 la OTAN haga un llamamiento a la Uni¨®n Sovi¨¦tica para abrir negociaciones sobre control de armas nucleares y convencionales en Europa. El Gobierno holand¨¦s asegura a sus ciudadanos que si acepta la instalaci¨®n en su territorio de los nuevos misiles es a cambio de la reducci¨®n en el armamento nuclear que ya alberga: los aviones Neptune, las ADM (minas nucleares), los misiles Lance y, fundamentalmente, las piezas de artiller¨ªa de 155 mil¨ªmetros con capacidad nuclear.

Desde el punto de vista del Gobierno de Jimmy Carter, el balance de la reuni¨®n de La Haya es positivo. El comunicado final reconoce la necesidad de aceptar los nuevos misiles americanos y ?reitera su apoyo a una r¨¢pida ratificaci¨®n de las SALT II?, que encuentran ciertas dificultades en el Senado norteamericano. A cambio, Harold Brown se?al¨® que el despliegue del armamento Pershing y Cruise ser¨¢ flexible; es decir, que la decisi¨®n que se adopte en Bruselas sobre, el n¨²mero de misiles que cada pa¨ªs deber¨¢ albergar no ser¨¢ r¨ªgida, sino que podr¨ªa ser modificada en el futuro si prosperan r¨¢pidamente unas negociaciones con los sovi¨¦ticos.