Representantes del Gobierno han mantenido contactos informales con ETA pol¨ªtico-militar

El Gobierno ha venido manteniendo contactos informales, a trav¨¦s fundamentalmente de un comandante diplomado del Alto Estado Mayor, con miembros de ETA (p-m) durante los ¨²ltimos meses. Estos contactos -no se puede hablar ole negociaciones- hab¨ªan sido reavivados d¨ªas antes del secuestro del diputado Javier Rup¨¦rez.

La existencia de los contactos fue confirmada por EL PAIS en fuentes tanto gubernamentales como vecinas a la organizaci¨®n terrorista. Esta, seg¨²n todos los datos, no estaba dispuesta a un abandono de las armas, sino a un siemple alto el fuego, si se produc¨ªan determinadas circunstancias. Por otra parte, la inflexible decisi¨®n del Gobierno de no conceder m¨¢s amnist¨ªas habr¨ªa provocado, seg¨²n algunos observadores, la decisi¨®n de ETA de realizar acciones como el secuestro de Rup¨¦rez, para utilizarlas como chantaje en una eventual negociaci¨®n.Negociaciones ETA (p-m)-Gobierno fueron ya desveladas en su d¨ªa por el diputado de Euskadiko Ezkerra Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, pero el Gobierno las ha desmentido siempre. EL PAIS pudo confirmar, no obstante, que dichas conversaciones se iniciaron de forma indirecta en 1977. El episodio negociador m¨¢s importante se registr¨® el verano pasado, cuando ETA (p-m) inici¨® una campa?a terrorista con explosivos en las costas del Mediterr¨¢neo. A trav¨¦s del citado comandante, el Gobierno y la organizaci¨®n vasca llegaron a un acuerdo, seg¨²n el cual ETA (p-m) interrumpir¨ªa su campa?a y la Administraci¨®n facilitar¨ªa el traslado de varios presos vascos desde la c¨¢rcel de Soria a las de Martutene y Pamplona. Otros presos obtuvieron la libertad provisional.

Previamente, el Gobierno exigi¨® a ETA (p-m) que demostrara su capacidad para controlar los comandos terroristas que estaban actuando en las costas del Levante. Entre el mi¨¦rcoles 4 de julio, en que explosion¨® una bomba en una playa mediterr¨¢nea, y el martes 10 no se registr¨® ninguna actividad etarra. A partir de esta demostraci¨®n, el Gobierno acept¨® el traslado de los presos solicitado, pero no lo llev¨® a cabo dentro del plazo exigido por ETA (p-m). El 29 del mismo mes estallaron las bombas de la estaci¨®n de Atocha y del aeropuerto de Barajas. El d¨ªa 30 se celebr¨® en la librer¨ªa Ordago, de San Sebasti¨¢n, una reuni¨®n de dirigentes de ElA -partido pol¨ªtico pr¨®ximo a ETA (p-m)-. Al mediod¨ªa varios de ¨¦stos se trasladaron a San Juan de Luz (Francia), para plantear a los primos -as¨ª denominan a los miembros de ETA (p-m)- la conveniencia de intentar recomponer la negociaci¨®n. Aceptado este punto, regresaron a San Sebasti¨¢n y realizaron varias llamadas al palacio de la Moncloa, donde se pusieron en contacto con uno de los asesores del presidente Su¨¢rez, para explicar las circunstancias del atentado y el deseo de la organizaci¨®n terrorista vasca de proseguir el acuerdo si el Gobierno cumpl¨ªa su compromiso.

Todo ello significa que el Gobierno tiene efectiva capacidad de acceso a negociaciones o di¨¢logos con contactos etarras y que la direcci¨®n de la organizaci¨®n terrorista -tanto la de los ?polis-milis? como la de los ?milis?- permanece en el sur de Francia, con la tolerancia de las autoridades de Par¨ªs.

Anteriormente a todos estos con tactos, el Gobierno intent¨® en su d¨ªa una negociaci¨®n con la propia ETA militar y utiliz¨® al PSOE como intermediario para convocar una reuni¨®n en Ginebra en la primavera de 1977, a la ,que se supone deber¨ªa haber asistido el propio Rodolfo Mart¨ªn Villa, entonces ministro del Interior. La negociaci¨®n, en un momento de baja para la organizaci¨®n terrorista, no se llev¨® a cabo porque el Gobierno no quiso aceptar la condici¨®n previa de los ?milis? de que fuera p¨²blica. Tanto la mediaci¨®n del PSOE en el asunto, a petici¨®n del propio Gobierno, como los preparativos de la reuni¨®n han sido confirmados reiteradamente por portavoces socialistas y de otros partidos vascos.