Barnard se retira de la medicina
De hecho, Christian Barnard no realiza operaciones de trasplantes desde hace dos a?os, pero sigue en la vida activa de la medicina cardiol¨®gica como experto y asesor, tanto en su consulta privada como en los congresos que se organizan en todo el mundo sobre este tema.De los iniciales corazones humanos -Wahskansky, Bleiberg y as¨ª hasta m¨¢s de una decena de nombres- el m¨¦dico surafricano pas¨® en los ¨²ltimos a?os a trasplantar corazones de chimpanc¨¦s a pacientes humanos. Uno de estos ¨²ltimos casos fue la operaci¨®n de la joven italiana Marilena Mattiuzzo, de veintis¨¦is a?os, que muri¨® al no poder asimilar las funciones de un coraz¨®n de mono, concretamente un babuino, especie de simio muy abundante en Sur¨¢frica.
Dejar el relevo a los j¨®venes
Al cabo de diez a?os sin apenas repercusi¨®n popular de su trabajo, Barnard ya consideraba ?que es un acierto de un m¨¦dico dejar de practicar la medicina cuando llega al borde de sus fuerzas. No quisiera tener que ceder el bistur¨ª a otro m¨¦dico a la mitad de una operaci¨®n. No me retiro por las cr¨ªticas que me han hecho. El trasplante ya no es una operaci¨®n nueva, sino simplemente normal. Debo dejar el relevo a los cirujanos m¨¢s j¨®venes?.Ahora, en el IV Congreso Latinoamericano de Cirug¨ªa, que se celebra estos d¨ªas en la Universidad Cat¨®lica de Santiago de Chile, en el que ha insistido en su definitiva retirada de la medicina, el doctor Barnard se ha mostrado claramente reticente con respecto a los corazones artificiales. ?Son muy peligrosos y caros, tanto por los quince millones de pesetas que cuestan como por el peligro material radiactivo que contienen. Los marcapasos at¨®micos requieren una estrecha vigilancia, ya que la actividad que liberan podr¨ªa utilizarse con malos fines, en cuyo caso podr¨ªa dejarse una ciudad como Santiago paralizada durante cincuenta a?os.?
?A qu¨¦ se va a dedicar entonces Christian Barnard cuando abandone la medicina? ?A mi vida privada, a mis negocios. A mis aficiones particulares.? Y ha a?adido otra cosa: ?Ser embajador de mi pa¨ªs es algo que ir¨ªa con mi forma de ser.?
Aunque Barnard se retire, la cirug¨ªa del siglo XX le dedicar¨¢ un puesto de honor, porque desde que ¨¦l inici¨® la t¨¦cnica de los trasplantes de coraz¨®n hace doce a?os se han realizado en el mundo 34 trasplantes, diez ortot¨®picos (reemplazo del ¨®rgano cardiaco), de los que sobreviven dos personas, una desde hace once a?os y la otra desde hace nueve. Adem¨¢s se han realizado veinticuatro trasplantes heterot¨®picos (se injerta un nuevo coraz¨®n, pero se deja tambi¨¦n el del paciente), de los que sobreviven doce pacientes.
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