No habr¨¢ recortes a la asignaci¨®n para Defensa
El Pleno del Congreso rechaz¨® ayer las enmiendas a la totalidad de las distintas secciones de los Presupuestos Generales del Estado para 1980, as¨ª como del presupuesto-resumen de la Seguridad Social. La C¨¢mara se dividi¨® en la votaci¨®n de las enmiendas socialistas o comunistas a varias secciones, entre ellas el presupuesto de la Seguridad Social. En cambio, fue casi un¨¢nime en el rechazo de la propuesta del nacionalista canario Fernando Sagaseta contra la secci¨®n de Defensa.La de Sagaseta fue la primera de las intervenciones producidas en la larga sesi¨®n de ayer, iniciada poco despu¨¦s de las diez de la ma?ana. Neg¨® que los 286.000 millones de pesetas asignados a Defensa reflejaran la cifra real dedicada por el Gobierno a este fin, ya que, junto a ellos, deb¨ªan incluirse una serie de dotaciones para organismos militares o paramilitares -entre ¨¦stos, los cuerpos de la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional, que elevan el presupuesto de Defensa a cerca de 520.000 millones de pesetas-. Seg¨²n estos c¨¢lculos, se?al¨® que la Defensa se lleva el 23% de los presupuestos y no el 13%, como oficialmente se dice.
Con base en estos datos, el se?or Sagaseta atac¨® a UCD y a su Gobierno por el car¨¢cter ofensivo y belicista de su pol¨ªtica, que vincul¨® a la posible entrada de Espa?a en la OTAN, a la dependencia del imperialismo americano (?estamos hasta las narices de las donaciones yanquis?) y a las tentaciones colonialistas respecto a Guinea y otros pa¨ªses. Pidi¨® que los presupuestos de Defensa fueran realmente defensivos, y anunci¨® ?una explosi¨®n? y un holocausto si contin¨²a la pol¨ªtica armamentista del Gobierno, mientras se descuidan las asignaciones sociales del presupuesto y la propia infraestructura de los cuarteles y dependencias militares.
En muy pocas palabras, y sin moverse de su esca?o, el centrista Alberto Oliart asegur¨® que ni UCD ni su Gobierno est¨¢n dispuestos a privar a las Fuerzas Armadas de los medios necesarios para que cumplan la misi¨®n que le tiene encomendada la Constituci¨®n. La enmienda fue rechazada por tres votos a favor, 263 en contra y una abstenci¨®n.
Con mejor ¨¦nfasis fueron defendidas las enmiendas comunistas a la totalidad de cuatro secciones de los presupuestos, cuya devoluci¨®n al Gobierno fue solicitada. Fernando P¨¦rez Royo defendi¨® la enmienda a la secci¨®n de Obras P¨²blicas y Urbanismo, cuyo recorte dr¨¢stico respecto a los anteriores presupuestos estim¨® preocupante. Eulalia Vintr¨® se opuso a la secci¨®n de Educaci¨®n y denunci¨® la rebaja del 25% respecto a 1979 y del 50% respecto a los presupuestos de 1978.
A todos ellos contest¨®, en breves intervenciones, Alberto Oliart, quien record¨® el orden de prioridades establecido por el Gobierno -dada la situaci¨®n econ¨®mica-, en favor de los sectores en crisis y las dificultades para atender todos los objetivos deseados sin aumentar la inflaci¨®n. Todas las enmiendas fueron rechazadas en unas votaciones en las que la izquierda estuvo unida, sin pasar de los 127 votos, mientras que UCD, con el apoyo de otras minor¨ªas, obtuvo mayor¨ªas holgadas, que en ning¨²n caso superaron los 168 votos.
El socialista Ciriaco de Vicente y el comunista Emerit Bono pidieron la devoluci¨®n al Gobierno del presupuesto-resumen de la Seguridad Social, por un importe superior al bill¨®n setecientos mil millones de pesetas. Las dos enmiendas fueron rechazadas.
Particular inter¨¦s tuvo el di¨¢logo que se suscit¨® entre los se?ores De Vicente (PSOE) y Bravo de Laguna (UCD). El primero acus¨® al presupuesto de ?innecesariamente conservador?, y asegur¨® que hab¨ªa sido cuadrado ?a pu?etazos?. Denunci¨® que la filosof¨ªa que subyac¨ªa en el mismo pasaba por ?la consideraci¨®n de que el enfermo es un absentista; el parado, un vago, y la Seguridad Social, un caos, y a?adi¨® que este diagn¨®stico conduce a un cambio de ¨¦sta ?y a su reprivatizaci¨®n?.
El se?or Bravo de Laguna destac¨® la transparencia del presupuesto y el inciremento del 14% sobre el del a?o anterior, y acus¨® al PSOE de hacer afirmaciones no contrastadas, que le hacen ver ?privatizaciones donde no las hay?.
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