Bani Sadr, partidario de la negociaci¨®n con Estados Unidos, destituido

Bani Sadr ha dejado de ser el pol¨ªtico m¨¢s poderoso de Ir¨¢n. Ayer visitaba al iman Jomeini para tratar de convencerle de la necesidad que hab¨ªa de asistir al Consejo de Seguridad para hacer valer las razones de su pa¨ªs. Luego, como se rumoreaba desde hace un par de d¨ªas, ha presentado la dimisi¨®n. Hasta ayer mismo segu¨ªan coleando las adhesiones a los ataques de Jomeini contra las Naciones Unidas. Entre otros, emit¨ªan notas de condena los estudiantes isl¨¢micos seguidores del iman y el din¨¢mico e influyente seminario religioso de Qom

.A pesar de tener en contra a la opini¨®n p¨²blica iran¨ª, Bani Sadr insist¨ªa en sus deseos de lograr una soluci¨®n negociada. ?No es que Bani Sadr sea ahora menos radical que antes, sino que el cargo le ha llevado a su postura conciliadora actual. Bani Sadr se ha dado cuenta que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores no se puede hacer otra cosa?, nos comentaba ayer mismo una fuente diplom¨¢tica occidental que ha seguido muy de cerca los diversos intentos de mediaci¨®n en este conflicto.

Las declaraciones optimistas de Bani Sadr, tratando de alejar temores y previendo un final feliz al secuestro de la embajada de Estados Unidos en Teher¨¢n, sentaron muy mal en el Consejo de la Revoluci¨®n y chocaron frontalmente con la l¨ªnea dura de los ayatollahs Bejesti y Jaljali. El di¨¢logo parec¨ªa roto desde hace varios d¨ªas. En la medida en que se pueda adivinar la conversaci¨®n de ayer entre Jomeini y Bani Sadr, cabe pensar que ¨¦ste pidi¨® cierta libertad de actuaci¨®n que le ser¨ªa negada. Desde la dimisi¨®n de Bazargan, Bani Sadr era ministro en funciones de Econom¨ªa, Finanzas, Comercio y Asuntos Exteriores. De hecho, actuaba adem¨¢s como primer ministro. Era ¨¦l personalmente el que firmaba los laissez passer de los pocos periodistas que han tenido oportunidad de entrevistar al iman en las ¨²ltimas semanas.

Yazdi, Bani Sadr y Gobthzadek eran la joven guardia del im¨¢n. Los tres constitu¨ªan un cerrado equipo que influy¨® grandemente en el exilio ¨²ltimo de Nauphle-le-Chateau y eran los pilares de la nueva Administraci¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. En el primer Gobierno, Yazdi fue encargado de los asuntos relacionados con la revoluci¨®n Era, en suma, el hombre que controlaba los comit¨¦s revolucionarios. Despu¨¦s de la dimisi¨®n del moderado Sandjabi, le sustituy¨® en la cartera de Asuntos Exteriores. Su entrevista con Brzezinski, acompa?ando a Bazargan, le apart¨® definitivamente del Gobierno.

Ministro de Econom¨ªa y te¨®rico de la revoluci¨®n

Bani Sadr era, hasta la ¨²ltima crisis, el ministro de Econom¨ªa y te¨®rico de la revoluci¨®n. Tan duro como Yazdi, tambi¨¦n se vio obligado a negociar cuando se encontraba en un callej¨®n sin salida y, finalmente, tambi¨¦n ha sido apartado del Gobierno.

S¨®lo que Gobthzadek -quien, curiosamente, ten¨ªa hace meses fama de ser m¨¢s flexible que sus compa?eros-, se dice ahora, ha pasado a sustituir a Bani Sadr en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Desde el comienzo de la revoluci¨®n, Gobthzadek era el responsable de la radiotelevisi¨®n, puesto clave para la moralizaci¨®n del pa¨ªs prevista por el nuevo r¨¦gimen.