La ilusi¨®n del Tempus pudo con el Barcelona
Con una tensi¨®n y emoci¨®n impresionantes, con el p¨²blico puesto en pie y unos enormes nervios en la cancha, los banquillos y las gradas, el Tempus protagoniz¨® la sorpresa de la jornada y, en medio de una alegr¨ªa inenarrable, gan¨® al invicto l¨ªder Barcelona, en un partido sin mucha calidad, en el que brillaron m¨¢s las acciones individuales y en el que mandaron los factores anteriormente expuestos.El Tempus, que antes de empezar no pens¨® en la victoria, jam¨¢s perdi¨® la fe en el triunfo, ni siquiera cuando, faltando nueve minutos para el final, perd¨ªa por doce puntos (78-90). El Barcelona, que a priori manifest¨® sus temores acerca del partido de Pozuelo, no demostr¨® tenerlos a lo largo de los cuarenta minutos y siempre pens¨® que ese partido no lo pod¨ªa perder. Por eso, entre otras cosas, lo perdi¨®.
Hay que decir, a la hora de analizar la victoria del Tempus, que jugadores y t¨¦cnico -sin olvidar al preparador f¨ªsico, Nardo Lombao-, se van como anillo al dedo. Jugadores j¨®venes, con ilusi¨®n, con ganas, con fuerza, con a mbici¨®n, han encontrado un entrenador que nunca conjug¨® otro verbo que no fuera el de ganar y que jam¨¢s entendi¨® de conservadurismos. Ignacio Pinedo sali¨® a ganar, pero no le import¨® el que, en la b¨²squeda de este triunfo, fuera implicado el poder perder por treinta puntos. Quiso arriesgar. Eso se vio claro, y la prueba es que pod¨ªa ?haber jugado? perfectamente a perder por diez o doce -resultado honroso-, y no lo hizo. Le sali¨® bien y gan¨®.
El Barcelona empez¨® ganando y mandando y en seguida tom¨® la postura de campe¨®n provisional. Por eso, a los nueve minutos, era el Tempus quien ganaba por 24-20. Esto hizo despertar al Barcelona, que lleg¨® al descanso con ventaja de doce puntos y que le debi¨® hacer pensar que se despegaba en el marcador cuando quer¨ªa. Volvi¨® a suceder lo mismo en el segundo tiempo, cuando, despu¨¦s de acercarse el Tempus peligrosamente, apret¨® de nuevo el acelerador y cobr¨® ventaja para, a continuaci¨®n, volverse a dormir, y cuando esta vez quiso despertar ya era tarde.
El Tempus perd¨ªa en el primer tiempo porque Simon, que est¨¢ para tirar de media distancia, no tiraba -seis puntos-, Del Corral no se encontraba en ataque y los sostenes del equipo ten¨ªan que ser Prado y Fermosell, lo que evidentemente no daba para ganar. Y el Barcelona ganaba porque encontr¨® un fil¨®n en un Anka soberbio -veinticinco puntos- y en un Epi que sali¨® en vena once de los trece que hizo- al mismo tiempo que cuid¨® un poco su defensa, con cambios de individual a zona 1-3-1 que, unas veces s¨ª, otras no, hac¨ªan su arreglo.
En el segundo tiempo casi todo fue al rev¨¦s, y mientras en el Barcelona tan s¨®lo De la Cruz manten¨ªa el tipo, el resto naufragaba, y en el Tempus, Del Corral, Simon, Morales y la oportunidad de Gasta?aga hicieron posible la sorpresa.
El Tempus puso m¨¢s ganas, m¨¢s entusiasmo y m¨¢s ansias de triunfo que su rival. Por otro lado, dif¨ªcilmente puede obtener un ¨¦xito el Barcelona si entre Sibilio y Guyette, unos cuantos millones, suman veinte puntos.
El resto de la jornada
Los apuros que pas¨® el Madrid para vencer en Valladolid fueron otro s¨ªntoma de la igualdad existente en esta Liga. Carmelo Cabrera -quiz¨¢ porque quiso demostrar que se equivocaron d¨¢ndole la baja- estuvo a punto de dar un digusto a su ex equipo. Es curioso, pero, aunque parezca una perogrullada, no es suficiente hacer 119 puntos en casa para ganar, y en consecuencia, si se quiere vencer fuera, hay que pasar de los cien puntos, a veces, como en este caso, con holgura. Evidentemente, se va a un baloncesto ofensivo que, sin duda, atraer¨¢ a la gran masa hacia las gradas.
Estudiantes deber¨ªa buscar con lupa un jugador que le sacase de su comprometida situaci¨®n. Si la directiva cae en el error de cambiar al t¨¦cnico s¨®lo comprobar¨ªa que ni el mejor t¨¦cnico norteamericano conseguir¨ªa mejores resultados. Es significativo el hecho de que, por ejemplo, el Basconia, con dos victorias fuera de su cancha, ocupe la d¨¦cima posici¨®n. La Liga es, esta vez, una aut¨¦ntica competici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.