El acuerdo de alto el fuego en Rodesia se firmar¨¢ en Londres la semana pr¨®xima
La paz en Rodesia est¨¢ al alcance de la mano tras la aceptaci¨®n por el Frente Patri¨®tico de Zimbabwe de las propuestas brit¨¢nicas para un alto el fuego en la antigua colonia inglesa. Lord Carrington, secretario del Foreign Office y presidente de la Conferencia Constitucional Rodesiana, que durante las ¨²ltimas trece semanas se ha reunido en la Lancaster Flouse londinense, espera que el acuerdo final pueda lograrse ma?ana, s¨¢bado, y que la solemne ceremonia de la firma se celebre a principios de la pr¨®xima semana.
El acuerdo no s¨®lo pondr¨¢ fin a catorce a?os de ilegalidad por parte de Rodesia -ilegalidad iniciada en 1965 con la declaraci¨®n unilateral de independencia por parte de lan Smith-, sino que terminar¨¢ con una guerra civil de siete a?os que ha causado miles de muertos y ha colocado al pa¨ªs al borde de la bancarrota.Pero quiz¨¢ lo m¨¢s importante de ese acuerdo es que alejar¨¢ definitivamente el fantasma de un conflicto de impredecibles consecuencias para la paz mundial en una de las zonas estrat¨¦g¨ªcas m¨¢s sensibles del mundo.
La continuaci¨®n de la guerra o la instalaci¨®n en Salisbury de un r¨¦gimen proclive a la Uni¨®n Sovi¨¦tica hubiera provocado la inmediata intervenci¨®n por parte de Sur¨¢frica, que repetidas veces advirti¨® que no tolerar¨ªa un r¨¦gimen hostil en su frontera norte.
Una intervenci¨®n abierta surafricana habr¨ªa hallado, a su vez, una respuesta inmediata por parte de los pa¨ªses progresistas africanos que apoyan al Frente Patri¨®tico. La espiral intervenc¨ªonista se hubiera puesto en marcha, con la consiguiente amenaza para la paz mundial.
De ah¨ª el optimismo que se respira er Londres tras la aceptaci¨®n de las cond¨ªciones brit¨¢nicas para un alto el fuego. Optimismo que, a pesar de la gravedad de la crisis iran¨ª, se ha contagiado a Washington.
La conferencia ha pasado por momentos de gran tensi¨®n y varias veces se ha temido seriamente por su suerte. Uno de esos momentos se produjo el pasado lunes, cuando el Frente Patri¨®tico acus¨® a Carrington de presentarles un ultim¨¢tum inaceptable con las propuestas brit¨¢nicas. Robert Mugabe, col¨ªder del Frente, lleg¨® a decir que Gran Breta?a ?hab¨ªa optado por la guerra?.
Pero la tensi¨®n se relaj¨® con la decisiva intervenci¨®n del secretar¨ªo general de la Commonwealth Shridath Ramphal, quien produjo un borrador de acuerdo aceptable para las tres delegaciones.
El Frente Patri¨®tico ha aceptado concentrar sus efectivos en quince zonas especialmente dispuestas al efecto, y el obispo Muzorewa, que cesar¨¢ con todo su Gobierno tan pronto llegue el nuevo gobernador brit¨¢nico acuartelar¨¢ sus hombres en sus respectivas guarniciones. Una fuerza ?observadora? compuesta por 1.200 hombres de cinco pa¨ªses de la Coramonwealth -Gran Breta?a, Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Kenia- ser¨¢ la responsable de comprobar la efectividad del alto el fuego.
Por su parte, Gran Breta?a se ha comprometido a conseguir que Sur¨¢frica retire los quinientos hombres que en estos mo mentos prestan servicio de ayuda a las fuerzas armadas rodesianas, especialmente en puestos de al especializaci¨®n tecnol¨®gica. Todos los efectivos militares y de seguridad estar¨¢n bajo el mando directo del nuevo gobernador general brit¨¢nico, que ser¨¢ el actual ministro del Servicio Civil y ex embajador en Par¨ªs, lord Soames. El gobernador contar¨¢ con un asesor militar: John Accland.
La ley que devuelve la legalidad a Rodesia, tras catorce a?os de independencia ilegal, fue presentada ayer en la C¨¢mara de los Comunes y se espera su aprobaci¨®n con el apoyo un¨¢nime de todos los partidos. Rodes¨ªa volver¨¢ as¨ª a su antiguo estatus de colonia brit¨¢nica, ¨²nica forma legal de que la metr¨®poli le conceda la independencia. tras el correspondiente per¨ªodo electoral.
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