El congreso socialdem¨®crata alem¨¢n, favorable a las centrales nucleares
Minutos antes de la medianoche del jueves, los delegados asistentes al congreso socialdem¨®crata de Berl¨ªn Oeste respaldaron la propuesta favorable a la ?l¨ªnea Schmidt? en materia de energ¨ªa. Doscientos cuarenta y tres representantes optaron por la construcci¨®n controlada de nuevas centrales nucleares, mientras que 170, encabezados por el ex ministro federal Erhard Eppler, jefe de los socialdem¨®cratas de Baden-Wuerttenberg, se opusieron.
Como en el caso de los misiles nucleares, tambi¨¦n en esta ocasi¨®n el ala izquierda del SPD defendi¨® hasta el ¨²ltimo momento su postura y tambi¨¦n esta vez la discusi¨®n qued¨® cerrada con otro ?discurso ¨¦tico? del jefe del Gobierno, Helmut Schmidt. El Gobierno tiene as¨ª un amplio margen de actuaci¨®n en el sector energ¨¦tico, sin temor a que el partido le atribuya desviacionismo respecto del grupo pol¨ªtico al que pertenece el canciller.En cuanto a la adhesi¨®n personal de los delegados, a la hora de votar la directiva del partido, cabe sintetizar que por primera vez Schmidt ha superado en votos favorables a Willy Brandt, jefe del SPD (¨¦ste ha perdido 83 votos respecto del congreso de Hamburgo, hace dos a?os), y que ambos han cosechado menos papeletas a su favor que en ocasiones anteriores. Herbert Wehner, el veterano promotor de la ?l¨ªnea Godesberg? se ha vuelto a alzar con el mayor paquete: 407 de los 435 delegados desean a Wehner al frente de la fracci¨®n parlamentaria del SPD y en la directiva del partido.
La propuesta aprobada sobre el tema nuclear se refiere a las centrales ya en funcionamiento, las que a¨²n se encuentran en construcci¨®n y las proyectadas. De las primeras continuar¨¢n en funcionamiento, sin oposici¨®n del SPD, las que reciban el visto bueno de una comisi¨®n de control t¨¦cnica. De las segundas, s¨®lo terminar¨¢n de construirse las que garanticen una construcci¨®n adyacente para acumulaci¨®n o desactivaci¨®n de residuos at¨®micos, con o sin reprocesamiento. De las terceras, ¨²nicamente se aprobar¨¢n aquellas que cumplan este requisito.
Para el antinuclear Eppler, a¨²n no se ha clarificado suficientemente el problema de la desactivaci¨®n y ya se da v¨ªa libre a la construcci¨®n y funcionamiento de las centrales de los dos primeros grupos, y todo ello por intereses econ¨®micos. A pesar del riesgo, los antiat¨®micos del SPD aceptar¨ªan que las centrales ya en servicio no se clausurasen si se les aplica un sistema de seguridad plena. Tanto Eppler como el canciller Schmidt apelaron a la propia conciencia de los delegados, cada uno desde su perspectiva personal, Fiara que decidiesen ?¨¦tica y, al mismo tiempo, racionalmente? en favor o en contra del recurso a la energ¨ªa at¨®mica para fines industriales.
Al concluir el congreso en la ma?ana de ayer, un congreso amparado bajo el lema ?Seguridad para los a?os ochenta?, Willy Brandt atribuy¨® a esta asamblea un car¨¢cter decisivo para los pr¨®ximos tiempos. Desde el punto de vista energ¨¦tico, el SPD apoya el recurso al carb¨®n, la retirada progresiva del petr¨®leo y una reactivaci¨®n de nuevos sistemas, como la tecnolog¨ªa solar.
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