Ni el Este ni el Oeste pueden permitirse la espiral armamentista, seg¨²n Hans Apel
El ministro de Defensa de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Hans Apel, se ha convertido, en el transcurso del congreso del Partido Social Dem¨®crata (SPD), en el gran triunfador. Su tesis -aceptar la instalaci¨®n de nuevos misiles at¨®micos en los pa¨ªses europeos de la OTAN y, simult¨¢neamente, iniciar conversaciones sobre desarme con la Uni¨®n Sovi¨¦tica- fue aprobada por el 80% de los cuatrocientos delegados del congreso.
El ministro de Defensa se ha convertido, en el transcurso del congreso socialdem¨®crata de Berl¨ªn, en el gran triunfador del mismo. Su tesis de aceptar la instalaci¨®n de nuevos misiles at¨®micos y negociar, a la vez, con la URSS, la pr¨®xima semana, ha sido respaldada por el 80% de los cuatrocientos delegados de la asamblea.Pregunta. Este congreso socialdem¨®crata, se?or ministro, ?significa para usted la vuelta a la unidad dentro del partido o, por el contrario, la afirmaci¨®n de una divisi¨®n interna?
Respuesta. Un partido que, como el nuestro, cuenta con un mill¨®n de miembros y un respaldo electoral superior al 40% no puede ofrecer una sola opini¨®n. El partido ha de aceptar y discutir las cuestiones m¨¢s controvertidas de nuestro tiempo. Por ello necesitamos la controversia, el debate. Pero este congreso ha indicado, adem¨¢s, que somos capaces de adoptar por amplia mayor¨ªa decisiones que permitir¨¢n al Gobierno mantener, en la esfera internacional, a nuestro pa¨ªs a la altura que se merece y, al tiempo, resolver problemas nacionales.
P. El canciller federal est¨¢ seguro de que la URSS aceptar¨¢ negociar sobre las nuevas armas estrat¨¦gicas. Usted, tambi¨¦n. ?Es que Andrei Gromiko, ministro del Exterior sovi¨¦tico, les dio m¨¢s garant¨ªas de las que se conocen?
R. Nuestra impresi¨®n es que el Pacto de Varsovia y, por supuesto, la URSS, intentar¨¢ por todos los medios evitar que la OTAN adopte las decisiones que prevemos. Pero hay que tener en cuenta que permanecen las prioridades objetivas que obligan a una negociaci¨®n: ni en el Este ni en el Oeste contamos con suficiente fuerza econ¨®mica para mantener la espiral armamentista. Las dificultades son comunes a los dos bloques. Los pa¨ªses en desarrollo necesitan imperativamente nuestra yuda. Por ello, estoy seguro de que tras la ratificaci¨®n del tratado SALT II comenzar¨¢n las negociaciones.
P. Sin embargo, no se descarta que no se produzca la ratificaci¨®n. En este caso, ?cuenta el Gobierno federal con una soluci¨®n para la crisis subsiguiente?
R. Si fracasan las SALT II, la Alianza se encontrar¨¢ en un verdadero apuro, y nosotros, en una situaci¨®n completamente nueva. Con todo, considero absolutamente excluida esta posibilidad. Especialmente si la OTAN decide la pr¨®xima semana lo que esperamos.
P. El general Rogers, comandante supremo de la OTAN, ha declarado que producci¨®n y aceptaci¨®n por Europa de los nuevos misiles son dos conceptos inseparables.
R. En la Alianza Atl¨¢ntica no deciden los militares, sino los pol¨ªticos, y las declaraciones de los militares deben tenerse en cuenta, pero la Alianza no es una alianza de
soldados, sino de pa¨ªses soberanos cuya pol¨ªtica trata de representar aqu¨¦lla.
P. La decisi¨®n adoptada por el SPD en Berl¨ªn, ?movilizar¨¢ en direcci¨®n de los cohetes nucleares a los partidos socialdem¨®cratas, o Gobiernos europeos a¨²n resistentes a esta posibilidad, por ejemplo, a holandeses y daneses?
R. Cada pa¨ªs, y cada partido, deben decidir soberanamente. Esto legitima la capacidad negociadora de la OTAN. Lo contrario ser¨ªa m¨¢s que un problema militar. Ser¨ªa un problema pol¨ªtico y un handicap serio. Por esta raz¨®n estoy seguro de que no se producir¨¢ en Bruselas ning¨²n fracaso, y que los dem¨¢s Gobiernos de la Alianza, conscientes de su responsabilidad, har¨¢n que la decisi¨®n que se adopte sea compartida por todos.
P. Por primera vez, creo, la Uni¨®n Sovi¨¦tica no ha protestado contra la celebraci¨®n en Berl¨ªn Occidental de un congre so federal. ?Significa ello que se ha logrado un nuevo clima?
R. El clima, indudablemente, ha mejorado mucho. Adem¨¢s debe tenerse en cuenta que nuestro congreso cae plenamente en la legitimidad garantizada por los acuerdos cuatripartitos para Berl¨ªn, y ¨¦stos.
Conferencia de Madrid
P. ?Qu¨¦ ofrecer¨¢ la RFA en la pr¨®xima fase de la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n, en Madrid?R. Tenemos que agradecer a Le¨®nidas Brejnev el que, mediante su oferta del mes de octubre, haya facilitado la creaci¨®n de medidas de confianza y que haya marcado el camino a seguir. La conferencia de Madrid se ocupar¨¢, con seguridad, de cuestiones humanitarias, y aqu¨ª son necesarios nuevos progresos, que todos deseamos. En el sector militar necesitamos estas medidas de confianza. La paz se afirmar¨¢ si llegamos a controlar lo que pueda dificultarla o impedirla. Si nos ponemos de acuerdo sobre aquello que haga desaparecer el miedo mutuo a ser sorprendido por el otro. Por esto queremos discutir a fondo la propuesta de Brejnev. Su oferta es un buen punto de partida.
P. En la RDA ha comenzado ya la retirada de soldados sovi¨¦ticos. ?Ha informado el Gobierno de Berl¨ªn Oriental al de Bonn?
R. Esta retirada corresponde a las medidas adoptadas por Brejnev, como bien sabe usted, y se est¨¢n aplicando ante la opini¨®n p¨²blica, ante la prensa occidental. Consideramos que es un paso en la direcci¨®n correcta. Esto facilitar¨¢ seguramente futuras negociaciones, como tambi¨¦n el anuncio hecho por Estados Unidos sobre retirada de Europa de mil cabezas nucleares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.