Los fletes del Mediterr¨¢neo

Su corresponsal Jaime Mill¨¢s, desde Valencia, remiti¨® una breve cr¨®nica a la edici¨®n de su diario de fecha 30 de noviembre pasado en la que se informaba sobre las desviaciones de ruta de buques en el Mediterr¨¢neo oriental.Los casos de los buques all¨ª citados son, desde luego, aut¨¦nticos y su referencia es correcta; igual lo es la aclaraci¨®n de los pabellones de dichos buques, y tambi¨¦n hemos de estar de acuerdo con el esp¨ªritu de denuncia de asuntos que efectivamente llegan a resultar un grave perjuicio para los exportadores espa?oles. Pero, sin embargo, no se informa que muchas de las desviaciones y ? desapariciones ? de estos buques son debidas a causas inherentes a fletadores y comerciantes intermediarios que faltan a sus obligaciones de pagos de fletes a los armadores de los buques en el momento pactado, al igual que los abonos de sobrestad¨ªas, y especulan con la financiaci¨®n que les producir¨¢ los pagos de los cr¨¦ditos documentarios abiertos a su favor por los importadores en destino, en pa¨ªses ¨¢rabes en su mayor¨ªa. Cuando esto ocurre, a los armadores no les queda m¨¢s alternativa que protegerse mediante las estipulaciones de los contratos de fletamento, que permiten un ejercicio de derechos reales de garant¨ªa sobre el cargamento en defecto de pago de fletes, falso flete y/o sobrestad¨ªas. Entonces se producen los cambios de ruta y los dep¨®sitos judiciales del cargamento en puertos tales como Limassol, Pilos, Pireo, Lattakiah o Beirut, en donde las legislaciones locales son oportunas y favorables a los armadores. Es l¨®gico que los buques no esperen a llegar a puertos ¨¢rabes de destino para embargar un cargamento que pertenece a un importador local, y que casi nunca tiene culpa del problema, donde las leyes y jurisdicci¨®n les ser¨¢n hostiles y correr¨ªan riesgos de embargo del buque. Pero tambi¨¦n es l¨®gico y comprensible que proteste y se defienda el embarcador espa?ol contra estas situaciones, de las que suelen ser ¨²nicos responsables los intermediarios (espa?oles o no), pero no creemos que se pueda afirmar, si se tiene experiencia tambi¨¦n de temas como el fraude documentario, que existe la pirater¨ªa naviera en el Mediterr¨¢neo porque en verdad hay casi m¨¢s pirater¨ªa en tierra, y a veces en los mismos puertos de embarque, que en el propio itinerario mar¨ªtimo.

Por ¨²ltimo, los buques de ?pabell¨®n de conveniencia? son algo ya tan admitido y normal en el tr¨¢fico mar¨ªtimo moderno, que no es posible mantener una cr¨ªtica seria sobre el tema. Las flotas m¨¢s modernas est¨¢n en banderas de conveniencia; esos buques est¨¢n asegurados por compa?¨ªas l¨ªderes mundiales, tripulados por oficiales capacitados y mariner¨ªa competente (en abundancia, espa?ola), y desde laego apropiados por intereses y sociedades de reputaci¨®n a niveles internacionales, que s¨®lo pretenden reducir sus costos fiscales matriculando a sus buques en registros m¨¢s econ¨®micos.