Un japones intentar¨¢ atravesar el estrecho de Magallanes bajo el agua
El ejercicio f¨ªsico o el deporte, seg¨²n ya cada especialidad concreta, roza la mayor¨ªa de las veces con la aventura y el riesgo. Cuando se supera una marca al m¨¢s alto nivel, el r¨¦cord tiene siempre algo de asombroso. Correr cien metros en menos de diez segundos; saltar 8,90 en longitud o 2,35 en altura; nadar en menos de cincuenta segundos otros cien metros estilo libre en nataci¨®n; levantar m¨¢s de 250 kilos en halterof¨ªlia, por poner s¨®lo unos ejemplos, parece algo incre¨ªble. Ahora, un japon¨¦s, Soichi Nakajima, intentar¨¢ el 1 de enero atravesar el estrecho de Magallanes bajo sus aguas heladas
.El estrecho que corta la curiosa frontera entre Chile y Argentina, en la parte m¨¢s austral del continente americano, es uno de los retos para los nadadores especialistas en las traves¨ªas de largas distancias. Mucho m¨¢s corto que otros, su gran dificultad estriba en la frialdad de sus aguas, a menudo cruzadas por icebergs ant¨¢rticos y por los fuertes vientos del cercano Polo Sur.
Soichi Nakajima, de 33 a?os, japon¨¦s nacido en la isla de Hokkaido, cubrir¨¢, seg¨²n sus planes, entre tres y cinco horas, los once kil¨®metros que separan los cabos Cono y San Vicente, buceando con traje de goma y botellas de ox¨ªgeno que le ir¨¢n suministrando desde un barco perteneciente a un pescador chileno de langostas. La variante ?submarina? no es nueva en este tipo de haza?as, en las que el m¨¢s conocido en Europa es el profesor de nataci¨®n franc¨¦s, de Saint Germain-en-Lay, Daniel Menguy su novedad, sin embargo, es la utilizaci¨®n de aletas, pero no de botellas.
El nadador japon¨¦s ha cruzado ya estrechos como el de Malaca, que separa la pen¨ªnsula de Malasia y Singapur con la isla de Sumatra, en Indonesia; el de Gibraltar; el de Mesina, entre la pen¨ªnsula italiana y Sicilia, y el de Dover o paso de Calais, la parte m¨¢s estrecha del Canal de la Mancha. En su tierra tambi¨¦n ha cruzado el de Naruto Kaikyo, que separa la isla de Awji, situada entre la m¨¢s grande, Hondo, y la de Shikoku, de esta ¨²ltima; el Tsugaru Kaikyo, entre su isla natal, la m¨¢s norte?a, Hokkaido (Yeso) y Hondo, y el de Bungo Suido, entre Shikoku y Kyushu.
El estrecho de Magallanes, en Tierra del Fuego, que hace una l¨ªnea quebrada, como una especie de punta de flecha dirigida hacia el Polo Sur, tiene distintas zonas para atravesarlo, cada una con su especial dificultad. La norteamericana Lynne Cox, dos veces vencedora del canal de la Mancha, lo atraves¨® por su superficie el 30 de diciembre de 1976 cuando contaba veinte a?os de edad, en el punto denominado Punta Angostura, al este del faro M¨¦ndez. Las tres millas de distancia, poco menos de cinco kil¨®metros, se hicieron especialmente peligrosas por los muchos remolinos, al margen ya de las bajas temperaturas, que le obligaron a untar su cuerpo de las habituales grandes cantidades de grasa. El recorrido que efectuar¨¢ ahora Nakajima, de once kil¨®metros, es un intermedio del tramo m¨¢s largo, que se sit¨²a entre el muelle Prat y bah¨ªa Chilote, con dieciocho millas, casi treinta kil¨®metros.
En cualquier caso, la aventura del nadador japon¨¦s se parece m¨¢s a las que ha efectuado reiteradamente con aletas el galo Menguy en el canal de la Mancha. Aparte de ostentar el r¨¦cord de velocidad en la traves¨ªa entre Dover, la playa Saint Elizabeth (Inglaterra) y el cabo Gris Nez, en Francia, que cubri¨® en siete horas y diecinueve minutos -aunque pens¨® hacerlo en cinco y media- ha intentado repetidamente cubrir los 120 kil¨®metros entre Cowes, en la isla de Wight, y Cherburgo. Mientras el primer trazado es el m¨¢s corto y el utilizado habitualmente por los nadadores que han intentado o conseguido cruzar a nado el canal, el segundo es un reto de distancia -en vertical, si se observa el mapa- que le ha tenido hasta cuatro veces dos d¨ªas seguidos en el mar.
Menguy, aparte de unas enormes aletas de 95 cent¨ªmetros y del traje de goma, utiliza un tubo normal para respirar bajo el agua, que precisamente debi¨® aumentar de longitud en sus ¨²ltimos intentos para evitar que el agua penetrara demasiado en cada brazada. La sal le lleg¨® a producir graves trastornos en la garganta y en las mucosas de la nariz. Adem¨¢s del traje se unt¨® el cuerpo con grasa de cordero para protegerse del fr¨ªo, y en su preparaci¨®n lleg¨® a ?aprender? a dormir sin dejar de nadar. Aunque fall¨® a falta de pocos kil¨®metros, en cada tentativa su media oscil¨® entre 44 y 48 horas en el mar. En cada ocasi¨®n engord¨® unos siete kilos sobre su peso normal para perder ocho despu¨¦s en el esfuerzo. Nakajima deber¨¢ ahora imponer la rapidez a la resistencia en su intento.
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