El Papa recibe a los obispos alemanes para tratar el "caso K¨¹ng"

Cinco obispos alemanes, entre ellos el cardenal Hoeffner, presidente de la Conferencia Episcopal de la Rep¨²blica Federal, se encuentran en Roma para tratar con el Papa del asunto K¨¹ng. La primera entrevista se celebr¨® en la residencia pontificia de Castelgandolfo, seg¨²n se cree para evitar las indiscreciones period¨ªsticas. Es la primera vez que una sentencia del ex Santo Oficio vaticano vuelve a reconsiderarse. No obstante, en Roma existe la impresi¨®n de que Juan Pablo II no va a levantar la condena contra el te¨®logo suizo-alem¨¢n Hans K¨¹ng.

Ayer tarde se celebr¨® la primera reuni¨®n del papa Juan Pablo II con la delegaci¨®n de obispos alemanes llegados a Roma ex profeso para tratar el problema del caso K¨¹ng. El Papa les ha recibido fuera de Roma, en su residencia veraniega de Castelgandolfo, para evitar el asalto indiscreto de la prensa.Sobre el encuentro reina el m¨¢s absoluto silencio. Al parecer, han participado, junto con los cinco representantes de la Conferencia Episcopal alemana (Hoeffner, Tatzinguer, Volk, Saier y Moser), los altos dirigentes del ex Santo Oficio, presididos por el prefecto, cardenal Sepper.

En la curia no se escond¨ªa ayer la preocupaci¨®n de que este encuentro del Papa con los obispos alemanes pudiera considerarse como una marcha hacia atr¨¢s de una decisi¨®n tomada con tanta solemnidad. Por eso, algunos cardenales, sin dar el nombre, dieron a una agencia de prensa la noticia de que el papa Wojtyla ?no se iba a replantear un caso ya resuelto por la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe y firmada por ¨¦l mismo?.

El Santo Oficio podr¨ªa replantearse el asunto

De todos modos, los primeros comentarios de los observadores vaticanistas estimaban ayer que se trata de un hecho muy importante, porque es la primera vez que, por lo menos, se toma en consideraci¨®n, despu¨¦s de una sentencia de condena del ex Santo Oficio, la posibilidad de replantear el asunto.Las hip¨®tesis son varias: que el Papa ha querido bloquear el ruido internacional suscitado por la condena del te¨®logo suizo-alem¨¢n o que la Conferencia Episcopal alemana se encontr¨® dividida ante la decisi¨®n de Roma o, por lo menos, ante el modo con el que se llev¨® a cabo, o bien que el Papa, despu¨¦s de haber escuchado todas las cr¨ªticas hechas por los te¨®logos de todo el mundo a la actual legislaci¨®n de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, est¨¦ dispuesto, aprovechando este caso, a cambiar el procedimiento en materia de condenas a la doctrina.

Se habla ya de que el Papa desea poner el caso K¨¹ng en manos de una comisi¨®n internacional e te¨®logos, como ha pedido el propio K¨¹ng. Podr¨ªa tratarse de la comisi¨®n oficial que ya existe y que hab¨ªa sido creada por Pablo VI, o bien de una neuva. O algo intermedio: la comisi¨®n ya existente, integrada por dos te¨®logos escogidos por el profesor condenado. Lo que s¨ª es cierto es que, tanto los obispos alemanes, como aqu¨ª, la curia, est¨¢n intentando dar la sensaci¨®n de que si se ha llegado a la decisi¨®n de replantear el asunto no es debido ni a las presiones de la prensa internacional ni de los te¨®logos cat¨®licos y protestantes que se han solidarizado con K¨¹ng, ni menos a¨²n porque Roma y los obispos alemanes se hayan arrepentido de la condena. Se trata m¨¢s bien, dicen en Roma, de estudiar el hecho nuevo de que K¨¹ng ?se ha mostrado dispuesto al di¨¢logo? y a responder a las preguntas del ex Santo Oficio, cosa a la cual se hab¨ªa negado en el pasado y que fue, seg¨²n dicen en la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, lo que provoc¨® la decisi¨®n final sin advertirlo. De lo que no cabe duda es que si el caso se puede solucionar positivamente, ello ser¨¢ el fruto de un compromiso rec¨ªproco. Es imposible, se afirma en el Vaticano, que la curia acepte ?perder la batalla?, como tampoco K¨¹ng podr¨¢ pretender ?humillar a Roma?.