Italia, la ¨ªzquierda y el terrorismo
OCHO MESES despu¨¦s de ladetenci¨®n deToni Negri y de la puesta en marcha de una ofensiva policial contra los te¨®ricos de la izquierda insurrecional italiana, acusados de.complicidad con el terrorismo de las Brigadas Rojas, una nueva oleada de detenciones de militantes y te¨®ricos de la izquierda radical ha vuelto a ser noticia en Italia. Y frente a la aparente inconsistencia de las acusaciones contra Negri, Piperno y Scalzone, que provoc¨® un movimiento de solidaridad con ellos por parte de amplios sectores de la izquierda europea, estas detenciones parecen estar respaldadas por un serio testimonio, el del antiguo dirigente de Pottere Operaio, Carlos Fioroni, que parece justificar la hip¨®tesis sobre la continuidad entre dicho grupo (autodisuelto) y el ¨¢rea terrorista que linda con la llamada Autonom¨ªa, y adquiere su m¨¢s conocido exponente en las Brigadas Rojas.Esta es la gran novedad de esta ¨²ltima redada contra la izquierda extraparlamentaria italiana: por vez primera los jueces y la polic¨ªa parecen tener pruebas sobre una conexi¨®n personal entre la extrema izquierda obrerista nacida en los a?os 60 (el primer n¨²mero, multicopiado, de la revista Pottere Operario apareci¨® en 1963) y fa ¨¦xtre ma izquierda terrorista de los 70. La conexi¨®n ideol¨®gica era ya conocida, desde antes, y la obsesi¨®n de los antiguos dirigentes de Portere Operaio por la formaci¨®n de un ?partido ar¨ªnado? hab¨ªa sido denunciada en numerosas ocasiones desde la misma prensa de la nueva izquierda italiana. Como lo hab¨ªan sido los ajustes de cuentas dentr¨® de la extrema izquierda o la conexi¨®n del terrorismo con la delincuencia com¨²n.
Por supuesto, no es posible juzgar a¨²n sobre la validez del testimonio de Fioroni: la justicia italiana deber¨¢ hacerlo. Pero su probable verosimilitud deja en una dif¨ªcil situaci¨®n a quienes se opusieron a la detenci¨®n de Negri y sus companeros por ver en ella una pura maniobra de represi¨®n de las ideas. No obstante, aunque se demuestre finalmente la existencia de ¨²na conexi¨®n objetiva entre la Autonom¨ªa y las Brigadas Rojas, debe recordarse que el mantenimiento en prisi¨®n de Negr¨ª desde abril de este a?o se ha llevado a cabo sin que se presentaran a sus defensores, o a la opini¨®n p¨²blica pruebas de una m¨ªnima solidez sobre su posible culpabilidad.
Otro es el problema al que se enfrenta ahora la izquierda radical italiana: ?es posible eludir la l¨®gica implacable de un razonamiento que comienza exigiendo la insurrecci¨®n armada y termina asesinando a militantes de izquierda y a carabineros casi adolescentes, en connivencia con asesinos profesionales y en nombre del socialismo? Es a¨²n dudoso que los antiguos dirigentes de Pottere Operaio sean responsables personalmente del terrorismo, pero resulta m¨¢s dif¨ªcil negar su culpabilidad ideol¨®gica en la creaci¨®n de un c¨ªrculo infernal que, prometiendo un futuro sin explotadores ni explotados, ha conducido a una realidad de asesinos y asesinados.
Por lo dem¨¢s, hay que se?alar que no toda la nueva izquierda italiana cay¨® en la trampa de ese c¨ªrculo sangriento. La decisi¨®n de dos ¨®rganos tan relevantes como Lotta Continua o Il Manifesto al denunciar el terrorismo y los ajustes de.cuentas revela una notable salud moral. Pocas semanas antes de la detenci¨®n de Negri, la prensa de la nueva izquierda interpelaba a Negri y Scalzone dudando de su capacidad para la pol¨ªtica y denunciando la inviabilidad del camino te¨®rico por ellos adoptado. Y es que desde la perspectiva de la nueva izquierda hubo pronto quien descubri¨® que, tras las llamadas a la ?centralidad obrera? y a las ?necesidades radicales?, pod¨ªa encubrirse un nuevo y sangriento jacobinismo, con muy poca conexi¨®n con la clase obrera y destinado a un choque frontal con los partidos de izquierda.
Ser¨ªa de desear que estas nuevas detenciones supusieran una normalizaci¨®n de la situaci¨®n italiana y que la justicia pudiera decidir con rapidez y con informaci¨®n clara y suficiente sobre las responsabilidades crimiriales existentes en los or¨ªgenes del terrorismo. Y que se disipara de una, vez por todas la sombra de represi¨®n ideol¨®gica que durante estos meses ha flotado sobre la lucha antiterrorista en Italia.
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