Subasta de arte en apoyo de la acci¨®n popular sobre Herrera de la Mancha
Ayer se celebr¨® con ¨¦xito en Madrid la subasta destinada a recaudar fondos, para llevar adelante la acci¨®n popular contra los supuestos torturadores de la c¨¢rcel de Herrera de la Mancha y para la que el juez ha pedido una fianza de tres millones de pesetas. Lo m¨¢s curioso de este acto era seguramente un p¨²blico al que no se suele ver por las marchander¨ªas del arte, ni por las galer¨ªas del ramo y que, sin embargo, pujaba no muy alto, que todo hay que decirlo, porque este personal no es precisamente muy rico.
Con todo, y sin que se sepa a¨²n las cantidades exactas que se han reunido, s¨ª que se puede decir que pocos han sido los cuadros que se han quedado sin vender y que la cifra recaudada parece superar lo esperado y, desde luego, el precio de salida, que en bloque rondaba el mill¨®n de pesetas. La querella, pues, si es por dinero, tiene todas las posibilidades de ir para adelante. Porque, como se comenta aqu¨ª, esta primera acci¨®n popular interpuesta despu¨¦s de la Constituci¨®n, que reconoce el derecho expresamente, puede, pese a todo, ser desconsiderada por el juez. ?Y por supuesto?, dijo a EL PAIS uno de los abogados, ?no tiene nada que ver con el resultado de la Investigaci¨®n. Para lo que hace falta es para que se inicien las averiguaciones en torno a las torturas, y que personas que no est¨¢n directamente implicadas en el tema -como es el caso en todas las acciones populares- puedan ser parte.??La fianza?, explica, ?es condici¨®n sine qua non para que se estime a los demandantes como parte para que se empiece a considerar. El juez puede rechazar la querella aun con la fianza. Y de r¨ªo reunirse el Fiscal y el juez tendr¨¢n la querella como una denuncia m¨¢s.?
La fianza, que h a sido piedra de esc¨¢ndalo durante las ¨²ltimas semanas lo sigue siendo aqu¨ª. ?F¨ªjate, vosotros en EL PAIS contabais ayer que Auger ha puesto mil pesetas, que es una cantidad simb¨®lica, a los querellantes populares por la muerte de los dos estudiantes Esta se parece m¨¢s a la ¨²nica que se conoce de antes de la democracia la de aquel cura que se querell¨® por el hundimiento del Metro, y que le pidieron mill¨®n y medio.?
Y es que est¨¢n indignados los ¨¢cratas y los no ¨¢cratas, pero rojos, roj¨ªsimos, que es de lo que m¨¢s hay hoy, aunque se puede decir que el personal va algo mezclado: est¨¢ por ejemplo, el presidente de la Diputaci¨®n de Madrid, que adem¨¢s compra alg¨²n cuadro. La gente es con todo de extrema izquierda y aqu¨ª est¨¢n los l¨ªderes de los partidos minoritarios. En esta subasta se ven pelos, barbas, pintas, ins¨®litos en estos comercios. Y faltan los bienpensantes en general, aunque hay, parece, algunos funcionarios de los que hicieron el 1968, y que pueden pagar las cifras altas que se alcanzan hoy. ?Coleccionistas no hay?, dice el galerista Leoncio Garc¨ªa, ?y galer¨ªas s¨®lo una, la Torres Vegu¨¦.? Curiosamente, los que est¨¢n en esto, los que han dado aire a esta primera acci¨®n popular, los que van a los festivales, los que compran arte, los que venden y compran bonos, los que est¨¢n empe?ados en que salga adelante, son muchas veces esos personajes a los que desde la pol¨ªtica parlamentaria se acusa de nihilistas, de inactivos, de pasotas.
El dinero se devolver¨¢ a los pintores cuando acabe el procedimiento, dice a EL PAIS uno de los 36 abogados querellantes, igual que el de los bonos. ?En cambio hay cantidades. que son bastante altas, de donaciones an¨®nimas, que no sabremos a qui¨¦n devolver, y otras, como las recaudadas en los festivales, que, por ser imposible su devoluci¨®n, ir¨¢n a parar a un fondo destinado a este tipo de cosas.?
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