El rectorado de la Complutense clausura el Colegio Mayor Jos¨¦ Antonio
Los 130 alumnos del Colegio Mayor Jos¨¦ Antonio se han encontrado a la vuelta de las vacaciones con que, excepto la luz y el tel¨¦fono, no disponen de ning¨²n servicio. El hecho obedece a que el pasado d¨ªa 4 recibieron en sus domicilios un telegrama del rectorado, en el que se les comunicaba que, en un plazo de veinticuatro horas, deb¨ªan abandonar el centro, ya que ¨¦ste ser¨¢ destinado a nueva sede del rectorado de la Universidad Complutense. La respuesta de los colegiales ha sido permanecer en sus habitaciones y resistir hasta que finalice el curso.
La decisi¨®n de cerrar el colegio es producto de una reuni¨®n celebrada el 21 de diciembre entre el delegado provincial de Hacienda y un representante del Ministerio de Universidades, que decidieron transferir la propiedad del colegio desde la extinguida Secretar¨ªa Provincial del Movimiento al Ministerio de Universidades. Una vez recibida esta propiedad, el rector de la Complutense, Angel Vi¨¢n Ortu?o, decide que la sede id¨®nea del rectorado es precisamente el edificio en el que est¨¢ instalado el colegio Jos¨¦ Antonio.Los alumnos, que tienen contrato para permanecer en el colegio desde octubre hasta el 30 de junio, se enteran de todo esto por un telegrama recibido en sus domicilios familiares el pasado d¨ªa 4. Se les dice que a la vuelta recojan sus cosas y se trasladen al colegio mayor que prefieran, ya que, al parecer, casi todos estos centros est¨¢n sobrantes de plazas.Sin embargo, los alumnos no est¨¢n dispuestos a romper el ritmo del curso a la mitad, cuando precisamente a la vuelta tienen numerosos ex¨¢menes a los que enfrentarse. No obstante, la decisi¨®n del rectorado parece clara. Se cesa al director, y Bartolom¨¦ Sanz, director de colegios mayores de la Universidad Complutense, se instala en el centro para encargarse de que todos los alumnos vayan desalojando. Para ello ordena que no se encienda la calefacci¨®n ni se sirvan comidas. Los ¨²nicos servicios que quedan son el tel¨¦fono y la luz.
Seg¨²n van llegando los alumnos, todos con la intenci¨®n de no trasladarse, deciden -la noche del lunes poner una denuncia contra el director, Bartolom¨¦ Sanz, por supuesto delito de coacci¨®n. La denuncia la realizan en el juzgado de guardia, y la firman sesenta colegiales.
Paralelamente env¨ªan telegramas al Rey, a los grupos parlamentarios y una larga lista de organismos en la que plantean el caso. A nivel interno, diferentes grupos se encargan de conseguir comida y estufas para que el fr¨ªo y el hambre no les impida estudiar.
Ayer, los colegiales intentaban por todos los medios que el colegio siguiera funcionando como tal. El antiguo director estuvo con los alumnos pr¨¢cticamente todo el d¨ªa. Respecto al nuevo, Bartolom¨¦ Sanz, tras recibir a una redactora de EL PAIS en su despacho, dijo que all¨ª no pasaba nada digno de ser contado a la prensa, y que si se publicaba la versi¨®n de los alumnos, ¨¦l se limitar¨ªa a enviar una carta de r¨¦plica.
Amenaza de expedientes
El Colegio Mayor Jos¨¦ Antonio fue construido por Falange y entregado al SEU. Hasta 1958 desfilaron por sus dependencias alumnos de claras tendencias falangistas. Sin embargo, a partir de esta fecha, el c¨ªrculo se fue abriendo, y actualmente -seg¨²n aseguran los alumnos- el colegio no tiene nada que ver con sus fundadores. Por all¨ª pasaron desde Marcelo Arroitia J¨¢uregui, Ignacio Garc¨ªa o Mu?oz Alonso, hasta Gabriel Cisneros, Josep Meli¨¢ o Gonz¨¢lez Seara. Sin embargo, la mayor¨ªa del alumnado actual procede de clase media de provincias. ?Nos consta?, explican los alumnos, ?que uno de los argumentos que el rectorado esgrime para cerrar el colegio es que esto es un reducto fascista, y no hay nada m¨¢s lejos de la realidad.?La ¨²nica respuesta y explicaci¨®n del rectorado a la resistencia de los estudiantes a trasladarse es una nota, recibida poco antes de las nueve de la noche de ayer, en la que se dice que a fin de cumplimentar el acuerdo de la junta de gobierno de la Universidad, en el caso de que a las doce de la ma?ana de hoy los colegiales no hayan abandonado el centro, ser¨¢n expedientados acad¨¦micamente de manera individual, y que se comunicar¨¢ al juzgado de guardia que el edificio, propiedad del Estado, ha sido ocupado de manera indebida.
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