"La incorporaci¨®n de Espa?a a la CEE provocar¨¢ grandes problemas de adaptaci¨®n de la econom¨ªa hispana"

Pregunta. En la opini¨®n p¨²blica espa?ola empieza a desarrollarse un cierto desencanto ante los problemas econ¨®micos y t¨¦cnicos que se levantan en el proceso de negociaci¨®n e integraci¨®n de Espa?a a las Comunidades Europeas. ?Por qu¨¦ ahora que, te¨®ricamente, han desaparecido los impedimentos pol¨ªticos surgen otras cuestiones que, como la pesca, siderurgia, construcci¨®n naval, y productos textiles, sit¨²an a Espa?a ante la CEE como simple pa¨ªs tercero y no como candidato?

Respuesta. Creo necesario el que se prepare e informe a la opini¨®n p¨²blica, a los empresarios, al sector agr¨ªcola y a las organizaciones sindicales espa?olas sobre el hecho de que la adhesi¨®n de Espa?a a las Comunidades Europeas, tanto en plenas negociaciones como despu¨¦s de la adhesi¨®n e incluso al final del per¨ªodo transitorio, no impedir¨¢ que surjan importantes problemas de adaptaci¨®n de la realidad espa?ola a la comunitaria. Problemas que afectar¨¢n a los pa¨ªses miembros de la CEE y muy especialmente a Espa?a.

Con referencia a las cuestiones concretas que menciona, puedo decir que el sector pesquero ha entrado en una dif¨ªcil, situaci¨®n en las naciones de la CEE, como consecuencia de la decisi¨®n de un elevado n¨²mero de pa¨ªses de extender a doscientas millas los l¨ªmites de sus aguas de pesca, copando un espacio en el que principalmente faenaban los pesqueros europeos. Las industrias sider¨²rgica y de la construcci¨®n naval atraviesan un momento de crisis en el mundo entero, que las mantiene est¨¢ticas en sus principales producciones desde Am¨¦rica hasta Jap¨®n. El sector textil tambi¨¦n sufre las inclemencias de la crisis bajo las presiones de las importaciones de tejidas del este y sureste de Asia. En Alemania Federal se han reducido en los ¨²ltimos a?os cientos de miles de puestos de trabajo en este campo, as¨ª como en los del acero y de la industria naval.

P. Y en el sector agr¨ªcola, ?d¨®nde se plantean dificultades en las negociaciones con la CEE?

R. En este sector han de surgir, de manera especial, problemas y dificultades durante las negociaciones, y despu¨¦s de la adhesi¨®n de Espa?a. Las aceitunas, los limones y las naranjas espa?olas van a encontrar una fuerte competencia de los productores de Francia, Italia y Grecia, porque, de manera general, habr¨¢ una oferta de productos agr¨ªcolas superior a los que Europa pueda consumir. Por ello es natural y necesario que las negociaciones de adhesi¨®n se conduzcan de una manera detallada que permita detectar, de antemano, las dificultades para evitar posteriores sorpresas. No se trata de dificultades pol¨ªticas, sino de problemas de la vida real. Hemos visto situaciones similares en las negociaciones. con Grecia y tambi¨¦n con Gran Breta?a que, en la actualidad, se han replanteado por cuarta vez. Primero, al principio de los a?os sesenta: luego, en los setenta; posteriormente, a mediados de esta d¨¦cada, cuando Harold Wilson renegoci¨® el ingreso de su pa¨ªs en las Comunidades, y, finalmente, ahora, el Gobierno de la se?ora Thatcher teplantea las condiciones de la adhesi¨®n de Gran Breta?a con motivo de los problemas financieros. Por todo ello se hace muy necesario que se negocie con precisi¨®n.

P. En el ¨¢mbito industrial, ?cu¨¢les son las perspectivas?

R. En este sector tambi¨¦n los problemas y las dificultades ser¨¢n inevitables. Ciertamente este apartado ofrecer¨¢ a las empresas espa?olas un aspecto positivo porque se les abrir¨¢n, desde la adhesi¨®n, los mercados europeos. Pero, por el contrario, cuando se hayan derribado las barreras arancelarias las poderosas y grandes empresas van a invadir el mercado espa?ol y a competir duramente, dejando muchas veces de lado a las empresas espa?olas. Por ello es necesario que la econom¨ªa espa?ola, la pol¨ªtica del Gobierno de Madrid, las empresas y las organizaciones sindicales se preparen con tiempo para encajar esta competencia. Es importante que se adapten y reconviertan a la nueva situaci¨®n para ponerse al nivel.de los competidores europeos, en busca de una racionalizaci¨®n eficaz de las empresas, con nueva tecnolog¨ªa y sistemas de marketing e incorporando nuevos m¨¦todos financieros.

Le digo todo ello porque conozco muy bien la experiencia alemana -que lleva veintid¨®s a?os en la CEE- y porque en la opini¨®n p¨²blica se manifiestan primero los problemas y no las ventajascomo al principio ocurri¨® en Alemania. Los grandes ¨¦xitos y beneficios que mi pa¨ªs ha obtenido del Mercado Com¨²n han surgido despu¨¦s de diez o quince a?os, e incluso en la actualidad, en el debate p¨²blico, surgen con m¨¢s fuerza problemas, como los de la leche o la carne, antes que las ventajas.

Considero importante que los lectores de su diario conozcan estas ideas para evitar sorpresas. Asimismo estoy seguro de que en el futuro, en un plazo largo, Espa?a, la econom¨ªa espa?ola y el nivel de vida de los espa?oles se beneficiar¨¢n ampliamente de su pertenencia al Mercado Com¨²n. De momento aparecen toda una serie de obst¨¢culos que tendremos que superar juntos.

P. Usted se ha referido en sus conversaciones con el presidente Su¨¢rez-al hecho de que la libre circulaci¨®n de los trabajadores espa?oles en la CEE recibir¨¢, como en el caso de Grecia, un per¨ªodo de transici¨®n m¨ªnimo de siete a?os. Espa?a desea que si se aplica este per¨ªodo largo para temas de su inter¨¦s se haga otro tanto para cuestiones que preocupan a Espa?a, globalizando los per¨ªodos transitorios.

R. Existen distintos per¨ªodos transitorios, como los que se aplicaron a Dinamarca, Irlanda, Gran Breta?a y Grecia. Este tema no me incumbe a m¨ª personalmente, sino m¨¢s bien a los negociadores, a la Comisi¨®n de Bruselas. Yo no podr¨ªa responderle concretamente sobre cu¨¢l es la posici¨®n alemana en este apartado, no quiero presentarme como un hombre que lo sabe todo, este tema es estudiado concretamente en el Ministerio alem¨¢n de Asuntos Exteriores y en el de Econom¨ªa.

P. Durante la celebraci¨®n del Congreso del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) de Berl¨ªn se habl¨® de la posibilidad de promover una especie de plan Marshall de inversiones en Espa?a para facilitar su acoplamiento al Mercado Com¨²n. ?Qu¨¦ hay de cierto en esta idea?

R. Este tema se ha discutido ya varias veces en la opini¨®n p¨²blica alemana, pero, por el momento, no existen resultados concretos. Para m¨ª, al igual que para el Gobierno federal, nos parece urgente que las negociaciones para el ingreso de Espa?a en la CEE concluyan lo m¨¢s r¨¢pidamente posible porque, a partir de la adhesi¨®n espa?ola, est¨¢n a disposici¨®n los elementos de financiaci¨®n comunitarios, es decir, los diversos fondos europeos en los que la Rep¨²blica Federal de Alemania participa de manera especial como el primer financiador de la Comunidad. Entiendo perfectamente que Espa?a quiera ser pronto miembro de pleno derecho del Mercado Com¨²n, porque ello le dar¨¢ acceso a estos fondos, al agrario, al regional y al social.

P. Otro tema importante en las relaciones exteriores espa?olas es el defensivo. En sus recientes declaraciones ya dijo que el ingreso de Espa?a en la,OTAN, o simplemente en la Alianza Atl¨¢ntica, siguiendo el modelo franc¨¦s o griego, era un tema de exclusiva competencia de la soberan¨ªa espa?ola. Pero esta cuesti¨®n, ligada a la pr¨®xima renovaci¨®n del Tratado de Amistad y Cooperaci¨®n con Estados Unidos, constituye un elemento importante para la situaci¨®n defensiva de Espa?a en el contexto de Occidente. ?Podr¨ªa a?adirnos algo sobre dicho debate?

R. Este es un asunto que depende, de una parte, del Gobierno y del Parlamento espa?ol, y, de otra, del Gobierno y del Senado norteamericano. Y yo, en mis conversaciones con mis interlocutores espa?oles, no me he manifestado en ning¨²n momento sobre el tema, porque la pol¨ªtica de seguridad espa?ola es un asunto meramente espa?ol, en el cual no deben interferir otros pa¨ªses. Entiendo, sin embargo, que el Gobierno espa?ol, en relaci¨®n con su pol¨ªtica de seguridad y defensa, quiere iniciar un amplio debate tanto en la opini¨®n p¨²blica como en el Parlamento, y yo no dudo en que este di¨¢logo conduzca a que los v¨ªnculos que Espa?a mantiene con los pa¨ªses occidentales tales como est¨¢n hoy no s¨®lo deben mantenerse,sino que deben aumentarse. Pero, en todo caso, y como ya he manifestado, esta cuesti¨®n depende de la soberana expresi¨®n de su pa¨ªs y de Estados Unidos.

P. Por ¨²ltimo, se?or canciller, usted ha mantenido contacto en Madrid con el presidente Su¨¢rez y con el l¨ªder de la oposici¨®n, Felipe Gonz¨¢lez. ?Se puede decir que usted tiene m¨¢s afinidades pol¨ªticas con el presidente Su¨¢rez que con Felipe Gonz¨¢lez?

R. No creo que esto se pueda contestar. Y si yo entiendo bien existe una buena comprensi¨®n entre estos dos se?ores. Tengo gran respeto por ambas personalidades, y creo que la pol¨ªtica interior espa?ola podr¨ªa haber sido menos feliz si ellos dos, uno como jefe del Gobierno y otro como l¨ªder de la oposici¨®n, no hubieran estado al frente del pa¨ªs, lo que da mucho optimismo y confianza en el futuro.