S¨®lo el ala ultraconservadora del CSU contra Mosc¨²
En la Rep¨²blica Federal de Alemania no se desea un boicot de los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨². Tan s¨®lo parte de los pol¨ªticos del CSU, ala b¨¢vara ultraconservadora de la democracia cristiana, apoya una desconvocatoria y el traslado de la pr¨®xima edici¨®n ol¨ªmpica a otro pa¨ªs. En esta postura tiene tambi¨¦n un peso, sin duda alguna, el recuerdo que guarda Munich de los sangrientos Juegos que se celebraron en la capital de Baviera en 1972. Por si fuese poco, entonces los sovi¨¦ticos se situaron a la cabeza en la cosecha de medallas, con 58, ocho m¨¢s que en Roma, doce a?os antes. Por estas razones, los cristiano-sociales b¨¢varos se apresuraron hace unos d¨ªas a presentar inoficialmente la candidatura de Munich para el caso de que se decidiese anular la convocatoria de Mosc¨².Por lo dem¨¢s, el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico alem¨¢n, Willy Daume, ha criticado duramente la tesis del secretario general de la OTAN, Joseph Luns, favorable al boicot. Daume repiti¨® que el deporte debe quedar al margen de las incidencias pol¨ªticas. El rninistro federal del Interior, Gerharm Baum, difundi¨® igualmente una declaraci¨®n, como responsable de la cartera en la que tambi¨¦n entra el deporte como factor social, y en ella repiti¨® el mismo concepto. La propia delegaci¨®n oficial alemana ante la OTAN se vio obligada a desmentir una ?malintencionacla informaci¨®n?, seg¨²n la cual esta delegaci¨®n hab¨ªa presentado en Bruselas una propuesta cancelatoria de los Juegos. La Iglesia cat¨®lica tambi¨¦n ha votado por el mantenimiento de los Juegos, en cuanto encuentro de naciones en paz. Socialdem¨®cratas y liberales, democristianos del CDU y grupos extraparlamentarios, con excepci¨®n de los ultraderechas, han repetido aqu¨ª el mismo deseo de no implicar Olimpiada y crisis del Pr¨®ximo Oriente.
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