Paralizada por segundo d¨ªa consecutivo la capital de El Salvador
San Salvador permaneci¨® ayer paralizada por segundo d¨ªa consecutivo. Mientras las autoridades del pa¨ªs centroamericano se esfuerzan por controlar la situaci¨®n, tras los graves incidentes del martes, prosiguen los atentados y asesinatos pol¨ªticos. Tres nuevas v¨ªctimas de un enfrentamiento a tiros, cuatro bombas, que volaron la residencia de un industrial, y el ametrallamiento de la embajada nicarag¨¹ense son el balance de la ¨²ltima jornada.Acuarteladas en los ¨²ltimos d¨ªas, las fuerzas de seguridad han rea parecido en las calles de la capital salvadore?a, todav¨ªa traumatizada por la matanza del martes, en la que una manifestaci¨®n de la izquierda revolucionaria se sald¨®, tras la de la Guarda Nacional, con un n¨²mero de muertos que puede llegar a 67, seg¨²n la Comisi¨®n salvadore?a de Derechos Humanos.
Los heridos, seg¨²n este mismo organismo, se cifran en 250. Las organizaciones populares han decretado tres d¨ªas de luto y se temen nuevos incidentes en el entierro de algunas de las v¨ªctimas de la violencia.
Disparos espor¨¢dicos fueron escuchados anoche, y una decena de explosiones da?aron numerosas viviendas del barrio residencial de Escal¨®n. En otra zona de San Salvador, varios desconocidos ametrallaron la verja de la embajada de Nicaragua, y un enfrentamiento armado de unos tres cuartos de hora en las cercan¨ªas de la universidad, arroj¨® un balance de tres muertos.
En el este del pa¨ªs, en Usult¨¢n, tres militantes de las Fuerzas Populares de Liberaci¨®n fueron muertos durante un ataque al cuartel local de la Guardia Nacional y en San Miguel, cuatro potentes bombas volaron la casa de un industrial.
El Gobierno salvadore?o ha iniciado una investigaci¨®n con objeto de establecer responsabilidades en los incidentes del martes. Varias personas han sido detenidas. A prop¨®sito de los incidentes, los responsables de las organizaciones populares siguen denunciando la provocaci¨®n?. El secretario general del Bloque Popular Revolucionario. Juan Chac¨®n acus¨® a agentes de la seguridad de haber disparado sobre la multitud. ?Tras el fracaso reformista de la Junta? afirm¨® ?las clases dominantes no tienen m¨¢s soluci¨®n que llevar a cabo una represi¨®n profunda contra nuestro pueblo. Pero?, a?adi¨® ?por su amplitud la manifestaci¨®n unitaria del 22 de enero significa el inicio de una nueva etapa en la lucha contra la oligarqu¨ªa y sus c¨®mplices.?
En el clima de crisis prolongada, cada campo cuenta sus fuerzas. Primero, la extrema derecha reuni¨® 50.000 personas-, despu¨¦s, la izquierda reagrup¨® a 100.000, y ahora, la Democracia Cristiana se dispone tambi¨¦n a convocar una manifestaci¨®n para intentar demostrar que goza del respaldo de la mayor¨ªa silenciosa y que es a¨²n posible llevar a cabo reformas por v¨ªas pac¨ªficas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.