La econom¨ªa china busca una nueva v¨ªa entre el capitalismo y la autogesti¨®n
La industria china lleva un a?o tratando de liberarse de la burocracia y la ineficiencia que desde hace tiempo le ha aquejado por medio de reformas a fondo, entre ellas algunas de marcado car¨¢cter capitalista, tendentes a mejorar no s¨®lo la calidad, sino incluso el volumen de producci¨®n.
Este esfuerzo es necesario si el Gobierno quiere, como ha declarado repetidas veces, convertir el pa¨ªs en un Estado industrializado moderno para el a?o 2000. Algunos visitantes afirman que hay ya indicios de que el nuevo sistema va a funcionar mejor que el antiguo. Por ejemplo, los directores de empresas parecen tener ahora un sentido m¨¢s claro y decidido de su misi¨®n.Una de las principales reformas consiste en reducir las trabas burocr¨¢ticas que ten¨ªan agarrotada a la industria y delegar m¨¢s responsabilidad en los cuadros medios, provinciales y locales, aunque esto no quiere decir que la econom¨ªa china no siga estando muy centralizada.
Al mismo tiempo, los t¨¦cnicos est¨¢n comenzando a ocupar puestos que, durante estos quince a?os ¨²ltimos, estaban reservados a funcionarios del partido. Tambi¨¦n est¨¢n siendo abolidos los comit¨¦s revolucionarios instaurados en todas las f¨¢bricas durante la revoluci¨®n cultural, y que ten¨ªan control sobre la gerencia.
Los capataces y gerentes, antes fuera del alcance de los obreros, est¨¢n siendo ahora elegidos con creciente frecuencia por ¨¦stos.
China comenz¨® el a?o pasado a imitar, de manera algo laxa. la democracia econ¨®mica autogestora yugoslava, y las elecciones a¨²n no afectan m¨¢s que a nivel de capataz, pero por lo menos en una f¨¢brica situada en las afueras de Pek¨ªn un grupo de periodistas occidentales fueron informados de que los obreros elegir¨ªan a su director a fines de este a?o. Esto es, sin duda, un experimento, pero indudablemente indica los cauces por donde van las reformas industriales chinas.
Reparto de beneficios
La planificaci¨®n y la financiaci¨®n est¨¢n tambi¨¦n autonomiz¨¢ndose, y en lugar de recibir del Gobierno asignaciones para el desarrollo industrial, que luego les forzaban a entregar pr¨¢cticamente todos sus beneficios, ahora las empresas chinas reciben cr¨¦ditos, que tienen que ser devueltos con el inter¨¦s correspondiente, y se les permite conservar una cantidad fija del beneficio, que se reparten entre fondo de inversiones y bonos y seguros sociales de los obreros. Este sistema est¨¢ siendo ampliado ahora en ocho f¨¢bricas cuya gerencia puede conservar un porcentaje de sus beneficios en lugar de una cantidad fija con el fin de introducir un elemento nuevo de est¨ªmulo, ya que cuanto m¨¢s produzcan tanto m¨¢s podr¨¢n conservar.La autonom¨ªa creciente lleva consigo tambi¨¦n responsabilidad creciente, lo que significa que los directivos que no est¨¦n a la altura de las nuevas circunstancias se ver¨¢n en situaciones dif¨ªciles. El primer ministro, Hua Guofeng, ha ordenado a las autoridades locales suspender las operaciones de toda empresa que produzca art¨ªculos de baja calidad, precio excesivo o de poca demanda y que lleve alg¨²n tiempo perdiendo dinero.
Se trata, en resumidas cuentas, de reemplazar la ideolog¨ªa por los incentivos capitalistas de la productividad.
Los precios de muchos productos de consumo han sido liberados de controles estatales, a fin de que encuentren su propio nivel por s¨ª mismos y las f¨¢bricas en general est¨¢n siendo inducidas a tener siempre en cuenta las demandas del mercado. Se celebran competiciones industriales a nivel nacional y local en estos ¨²ltimos meses, para elegir f¨¢bricas modelo, obreros modelo y art¨ªculos modelo, con la idea de agudizar la competitividad entre las propias f¨¢bricas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.