Markevitch, Mar¨ªa Coronada y la Orquesta Nacional

Desde los conciertos que dirigiera a la Orquesta Sinf¨®nica en los a?os cuarenta, Igor Markevitch se entra?¨® en el ambiente musical madrile?o. M¨¢s tarde ser¨ªan las actuaciones con la Nacional (La consagraci¨®n de la primavera, como cima del triunfo) y, al fin, su larga labor como director-fundador de la Orquesta de RTVE, en cuyas temporadas el nombre de Markevitch no ha dejado de estar presente. Esta vez, el director de Kiev ha vuelto al podio de la ONE con un programa muy del gusto markevitcheano: Bizet y su Arlesiana, la Fant¨¢stica, de Berlloz, y seis canciones de Moussorgsky, instrumentadas por Markevitch, que cant¨® espl¨¦ndidamente Mar¨ªa Coronada. La soprano extreme?a luci¨® una voz brillante y firme y una l¨ªnea interpretativa tan rigurosa como correspond¨ªa al criterio del maestro e instrumentador.De la Arlesiana (cuatro fragmentos seleccionados de las dos suites) y, la Fant¨¢stica nada nuevo hay que decir, pues ya han sido escuchadas por nuestro p¨²blico a Markevitch. Impuso, una vezm¨¢s, su transparente sonido orquestal y despleg¨® al m¨¢ximo la fuerza pl¨¢stico-narrativa que requiere la eclosi¨®n rom¨¢ntica de la sinfon¨ªa de Berlioz.

Todos los contrastes expresivos que contiene la partitura, desde la ?espacial? escena campestre hasta la violencia del aquelarre, pasando por la decorativa amabilidad del vals, fueron evidenciados por Markevitch dentro de una concepci¨®n total de la obra, decidido primer cap¨ªtulo de la sinfon¨ªa poem¨¢tica y suma de innovaciones sin cuento.

El p¨²blico, que recibi¨® a Markevitch con gran fervor (aunque no tanto, l¨®gicamente, como el que le dispensan los seguidores de la RTVE), lo despidi¨® con ovaciones de clamor despu¨¦s de la luminosa traducci¨®n de Berlioz. La pr¨®xima semana, Markevitch, junto a la Misa de la coronaci¨®n (que program¨® varias veces con los radiotelevisivos), nos ofrece su Para¨ªso perdido, muestra de un talento de compositor fuertemente original.