Juan Iturralde: "Mi vida ha estado marcada por la guerra y el miedo"
Entrevista con el autor de "D¨ªas de llamas"
Cuando Juan Iturralde apareci¨® en el panorama de las letras espa?olas con su Viaje a Atenas, de la mano de Carlos Barral, Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Prat, abogado del Estado, ex combatiente en el requet¨¦ y profesional de segura y recelosa posici¨®n, trataba de evitar cualquier relaci¨®n con su ¨¢lter ego. Eran los ¨²ltimos a?os del franquismo, y la novela de Iturralde-P¨¦rez Prat, que acaba de aparecer, D¨ªas de llamas, ya estaba escrita. ?Mi vida?, dice Juan Iturralde, ?ha estado marcada por el miedo, por la guerra y por el desencanto.?
?No es una novela autobiogr¨¢fica D¨ªas de llamas, aunque sin duda ah¨ª est¨¢n muchas de las vivencias de aquel tiempo?, dice Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Prat, alias Juan Iturralde. ?Sobre todo, el miedo. El miedo primero en la zona roja, en Ciudad Real. Yo creo que pas¨¦ m¨¢s miedo que Torr¨¢s, mi personaje, porque yo era requet¨¦ en una peque?a ciudad, y m¨¢s conocido que la Mo?os... Volv¨ª a pasar miedo en La Solan¨¢, cuando a los que llamaban rojos se les manten¨ªa en aquella especie de cuadras o almacenes. Cuando viv¨ª las peleas entre falangist¨¢s y requet¨¦s, y cuando una carta de mi madre, desilusionada por la indisciplina, fue sorprendida por la censura. Viv¨ª el horror, y otro lo conoc¨ª por otras gentes. Para m¨ª, por ejemplo, fue muy duro saber que el padre de un buen amigo m¨ªo hab¨ªa sido condenado a diez a?os en El Puerto de Santa Mar¨ªa por mas¨®n. Saber que lo que hab¨ªa vivido como miedo en la zona roja iba a seguir si¨¦ndolo en la zona nacional... Pens¨¦ que m¨¢s val¨ªa que me escondiera, que me pusiera a salvo y pasara inadvertido. Luego, mi profesi¨®n me hizo m¨¢s vulnerable si cabe. As¨ª que ah¨ª, un poco en lo que indirectamente se cuenta en esta novela, est¨¢ la raz¨®n de mi seud¨®nimo.?El seud¨®nomo es, seg¨²n Juan Iturralde, una forma de la esquizofrenia, y despu¨¦s de tanto tiempo, una de sus obsesiones. ?Juan Iturralde me permite desdoblarme. El es el doctor Jeckyll, el que investiga y escribe, y Mr. Hyde es P¨¦rez Prat, abogado del Estado, pac¨ªfico ciudadano, un poco al rev¨¦s de la historia ... ? ?De esquizofrenia trata, precisamente, la novela que estoy escribiendo. Wolgang y las lluvias de abril es un tema que me fascina y me fascin¨® siempre. El mito de Fausto, en el que, a instancias de la ¨¦poca, el diablo, Mefist¨®feles, debe estar dentro... Wolgang es, a la vez, el doctor, el bi¨®logo serio y avanzado, important¨ªsimo, que a veces sufre esos ataques de esquizofrenia no permanente que pueden hacerle un teniente coronel de las SS que es una fiera... Naturalmente, hay una historia de amor. Pero, como siempre en Fausto, el tema dominante, el que me interesa, es el del paso del tiempo, el de la fugacidad de la juventud. No me ha quedado m¨¢s remedio que situarlo en la Alemania nazi. Un diablo en Espa?a es imposible, como no sea el Diablo Cojuelo, y ¨¦se, para la tragedia, es como de broma. Tendr¨ªa que ser un diablo p¨ªcaro, dom¨¦stico y jacarandoso. Y no se trata de eso. En cuanto al t¨ªtulo, es una referencia, como todos los nombres, a los personajes y al propio Goethe.
En un a?o -dice- la tendr¨¢ reescrita. Mucho m¨¢s le ha costado a Juan Iturralde, el escritor, D¨ªas de llamas. ?Los que hemos vivido la guerra, de una manera u otra tenepios que contarla. La primera novela que escrib¨ª era ya esta. Era 1947, y yo, que estaba muy influenciado por Huxley, cont¨¦ mi historia en dos planos: fuera, en una embajada, un intelectual hablaba de filosof¨ªa, de moral, de est¨¦tica. Por otro lado, lo autobiogr¨¢fico. Como soy un escritor fundamentalmente sabatino y dominical, he escrito poco, siempre perseguido por este tema. Pero en 1958 ¨® 1959 publiqu¨¦ un par de cuentos, y poco despu¨¦s una novela corta finalista en el S¨¦samo. Gironella -al que conoc¨ª por esa ¨¦poca- me anim¨® a contar la guerra, y yo, que he sido siempre muy concienzudo, empec¨¦ en 1960 a visitar la Hemeroteca para comprobar hechos y fechas. En 1973 di por terminada la novela, que es realmente, anterior a los dos relatos, El viaje a Atenas y Labios descarnados, publicados por Barral. Por no pasar por censura renunci¨¦ a publicar en vida del general, y lo dem¨¢s han sido reescrituras y correcciones de ¨²ltima hora, avatares, editoriales y cosas del estilo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.