Diplom¨¢ticos
Te env¨ªo esta carta abierta para que las acusaciones de ayer hechas por diputados de la oposici¨®n acerca de nuestra actuaci¨®n como diplom¨¢ticos de Espa?a no queden sin respuesta.Somos conscientes de cu¨¢l es el papel de un enviado ante otro Estado y sabemos bien defender lo permanente de los intereses nacionales, al tiempo que orientamos nuestra actuaci¨®n dentro de las instrucciones del Gobierno en casos concretos de derechos humanos o de defensa de espa?oles y sus bienes. No es el primer caso en que funcionarios del Estado sirvan bajo cambios de reg¨ªmenes en id¨¦ntica forma que lo hacen los catedr¨¢ticos, los notarios o los funcionarios p¨²blicos y militares en general. Es una insidia el dejar caer que algunas embajadas de Espa?a hagan pol¨ªtica partidista de uno u otro sentido, cuando se ha demostrado palpablemente que hemos servido con provecho y dignidad sucesivamente ante Gobiernos capitalistas y comunistas, llevando siempre bien alta la figura de quienes representamos.
Lo que pasa es que no se quiere aceptar la simple realidad de que los diplom¨¢ticos somos unos servidores m¨¢s del Estado, que en uni¨®n de todos los agregados, de una forma conjunta y a veces homog¨¦nea, representamos a Espa?a en un pa¨ªs concreto y defendemos los intereses de nuestros ministerios respectivos. Bajo la figura de un jefe, llamado embajador, quien a veces no est¨¢ en el escalaf¨®n de la carrera diplom¨¢tica, sin que ello cambie o debilite la obediencia que los profesionales le debemos.
El resto no es m¨¢s que arrimar el ascua a su sardina y atacar al partido mayoritario desde su ¨¢ngulo pol¨ªtico, aprovech¨¢ndose de que unos campesinos embrutecidos y acosados por el mal trato que reciben de sus amos, tiraron desesperadamente botellas de gasolina en el despacho de nuestro embajador en Guatemala.
Diplom¨¢tico
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