"Los asesinos de Atocha, vinculados pol¨ªticamente a Pi?ar y Fern¨¢ndez-Cuesta" seg¨²n la acusaci¨®n particular
?Los asesinos de Atocha fueron armados en los aleda?os pol¨ªticos de los se?ores Pi?ar y Fern¨¢ndez Cuesta?, afirm¨® Jaime Miralles en una conferencia de prensa convocada por los abogados de la acusaci¨®n particular, en el sumario por la matanza de Atocha, para explicar su posici¨®n ante el juicio que se inicia el pr¨®ximo d¨ªa 18. Adem¨¢s de Jaime Miralles, estuvieron presentes los abogados Cristina Almeida, Jos¨¦ Bono, Jos¨¦ Luis N¨²?ez Casal, Jos¨¦ Marla Mohedano y Antonio Rato.
?Pienso?, manifest¨® Jaime Miralles, ?que estos dos pol¨ªticos ingenuos no son los instigadores de los hechos, ni tienen nada que ver con ellos, pero su testimonio en el juicio era fundamental, en base a los siguientes datos que obran en el sumario: primero, los autores materiales de los asesinatos estaban vinculados personal y pol¨ªticamente a estos dos pol¨ªticos; segundo, los asesinos fueron armados en los aleda?os pol¨ªticos de estos dos hombres.? Por otra parte, el propio Jaime Miralles a?adi¨®, siempre en base a datos que obran en el sumario, que ?los asesinatos de Atocha s¨®lo fueron posibles por la colaboraci¨®n de algunas infiltraciones existentes en algunos cuerpos, organismos e instituciones que tienen a su cargo la seguridad o la informaci¨®n?.
Actuaci¨®n de G¨®mez Chaparro
Se plante¨® por parte de los periodistas la posibilidad de que el sumario, cerrado dos a?os y medio despu¨¦s de ocurridos los hechos, hubiera sido concluido m¨¢s tarde, para dar tiempo a investigar las ramificaciones del crimen. Los abogados de la acusaci¨®n particular respondieron que a los dos a?os y medio de los hechos, las pistas ya no daban m¨¢s de s¨ª, estaban cegadas, y atribuyeron especial responsabilidad de ello al juez G¨®mez Chaparro, instructor del sumario hasta que fue sustituido, en abril de 1979, por el juez Barcala, titular del Juzgado Central n¨²mero 3, tras la fuga de la c¨¢rcel de Ciudad Real, durante un permiso de vacaciones de Semana Santa, del procesado Fernando Lerdo de Tejada. ?La actuaci¨®n dilatoria del juez G¨®mez Chaparro en la pr¨¢ctica de muchas de las pruebas propuestas dio tiempo a que se borraran huellas y se cegaran pistas?, concret¨® el abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano. Este mismo abogado cit¨® como ejemplo las pruebas sobre el origen de las armas y de las municiones empleadas en el crimen, que fueron practicadas, respectivamente, en enero y en julio de 1978; es decir, muchos meses despu¨¦s de cometidos los hechos.
El abogado Miralles quiso dejar bien claro que la opini¨®n de los abogados de la acusaci¨®n particular sobre la actuaci¨®n del juez G¨®mez Chaparro no era una apreciaci¨®n subjetiva, ya que dicho juez tiene abierto actualmente un expediente por supuesta negligencia, s¨®lo pendiente de la resoluci¨®n de la Audiencia Nacional.
Si la investigaci¨®n judicial fue, a juicio de la acusaci¨®n particular, deficiente, no s¨®lo por no realizar las pruebas en el momento oportuno, sino por insistir en el despiece del sumario en m¨²ltiples procedimientos independientes: sobre los or¨ªgenes de las armas y de la munici¨®n, sobre los fondos del antiguo sindicato vertical de transportes, presumiblemente destinados a los autores del crimen, etc¨¦tera. La investigaci¨®n policial, aparte del m¨¦rito de detener a los autores materiales, tampoco puede decirse que fue completa, ya que, siempre a juicio de la acusaci¨®n particular, ?no ha ido m¨¢s all¨¢ de los autores materiales, cuando hab¨ªa datos para avanzar m¨¢s all¨¢?. La consecuencia de esta investigaci¨®n insuficiente e incompleta -manifest¨® la acusaci¨®n particular- es que ?nunca sabremos los nombres de los grandes responsables e instigadores del crimen?.
Otro de los temas sobre los que se centr¨® la conferencia de prensa fue la l¨ªnea de defensa que, seg¨²n parece, van a mantener en el juicio los abogados defensores de los procesados Fern¨¢ndez Cerra, Garc¨ªa Juli¨¢, Albadalejo, Gloria Herguedas y Jim¨¦nez Caravaca. Los abogados defensores califican los hechos de homicidio (el ministerio fiscal los califica de asesinato y la acusaci¨®n particular, de terrorismo) y mantiene la tesis de la leg¨ªtima defensa, ya que hubo ?acontecimiento mutuo entre agresores y agredidos?.
Por otra parte, se apunt¨® la posibilidad de que la defensa vuelva a la tesis, ya articulada por la prensa de extrema derecha poco despu¨¦s de cometido el crimen, de que ¨¦ste fue consecuencia de un ajuste de cuentas dentro del propio Partido Comunista de Espa?a, del que eran militantes los cinco abogados asesinados. ?Si la defensa?, manifest¨® a este respecto Cristina Almeida, ?va a ir a enturbiar la situaci¨®n de los asesinatos o va a atribuir responsabilidades a compa?eros abogados comunistas, nosotros eso no vamos a tolerarlo y vamos a ser muy en¨¦rgicos.?
Acometimiento mutuo y premeditaci¨®n
Por su parte, Jaime Miralles a?adi¨®: ?La actividad de la defensa nos inspira un respeto m¨¢ximo, pero no el modo y los cauces que han escogido, que los consideramos equivocados. No es acertado olvidar radicalmente las confesiones de los procesados en el sumario y mantener ahora una exactitud tan grave como la de que hubo acometimiento mutuo. Del sumario se desprende que hubo unas v¨ªctimas, las enca?onadas por Garc¨ªa Juli¨¢ y Fern¨¢ndez Cerra; y unos asesinos, que actuaron con premeditaci¨®n.?
Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano record¨® que la revista Fuerza Nueva public¨® en las semanas siguientes al crimen de Atocha, antes de ser detenidos los presuntos autores, varios art¨ªculos tendentes a demostrar la tesis del ajuste de cuentas entre los propios comunistas. ?Pues bien?, precis¨® el mismo abogado, ?cuando Blas Pi?ar y el director y el redactor jefe de Fuerza Nueva acudieron a declarar en el sumario, se les pregunt¨® sobre estos art¨ªculos y nadie se responsabiliz¨® de los mismos ni de los datos que sirvieron para su redacci¨®n.?
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