Nuevas revelaciones sobre los "desaparecidos" de Argentina

Oscar Alfredo Gonz¨¢lez, treinta a?os, trabajador en una f¨¢brica, y Horacio Cid de la Paz, veintitr¨¦s a?os, estudiante, lograron huir de las autoridades argentinas el 28 de febrero del a?o pasado, despu¨¦s de quince meses de reclusi¨®n. ?S¨®lo ten¨ªamos una posibilidad de sobrevivir: la fuga?, ha declarado ayer el primero de ellos en Madrid.Oscar y Horacio se dedicaron a reunir todo un detallado dossier sobre las condiciones de internamiento de los presos pol¨ªticos argentinos, durante el tiempo que dur¨® su encierro. Despu¨¦s de una rigurosa labor para confirmar los datos ofrecidos por ambos, Amnist¨ªa Internacional ha publicado un informe en el que se ampl¨ªa lo que se conoc¨ªa hasta el momento sobre el r¨¦gimen dictatorial argentino y que ayer fue presentado en Madrid con la asistencia de ambos.

Seg¨²n se deduce de los testimonios de Oscar y Horacio, no todos los desaparecidos (que se estima que son 15.000) pueden ser dados por muertos, como afirmaban recientemente fuentes gubernamentales de Buenos Aires. El ciclo represivo comienza por una tanda de torturas, sigue con series de interrogatorios y contin¨²a con internamientos en campos de concentraci¨®n antes de que, en la mayor¨ªa de los casos, llegue el traslado, que es simplemente, en este caso, un sin¨®nimo de la muerte.

Se ha podido saber que, al menos en alguna ocasi¨®n, los prisioneros recib¨ªan inyecciones de un potente hipn¨®tico similar al pentotal. Seg¨²n el relato de uno de los internados, grupos de trasladados fueron montados en camiones y, de all¨ª, llevados a un avi¨®n ?del cual eran tirados vivos, pero inconscientes, mar adentro?.

De los compa?eros de internamiento de Oscar y Horacio, algunos hab¨ªan sido militantes pol¨ªticos de la oposici¨®n, pero otros muchos s¨®lo estaban relacionados con sospechosos, y hab¨ªa qui¨¦nes no sab¨ªan el porqu¨¦ hab¨ªan sido secuestrados, ya que las detenciones se hac¨ªan de inc¨®gnito, no se les acusaba de nada concreto y tampoco se les comunicaba oficialmente que se encontraban en locales de la polic¨ªa.

Entre los detenidos hab¨ªa tambi¨¦n quienes sufr¨ªan extorsi¨®n. ?Las propiedades de las v¨ªctimas eran saqueadas, se falsificaban los t¨ªtulos de propiedad, de modo que las casas pudieran ser vendidas, se obligaba a los presos a firmar compromisos de venta de sus autom¨®viles y se les retiraba todo el dinero de sus cuentas bancarias?, afirman ?scar y Horacio. ?Aparentemente, el saqueo autorizado era un incentivo muy grande para los oficiales. El bot¨ªn se repart¨ªa de acuerdo con el grado, pero se produc¨ªan disputas. Los suboficiales se quejaban amargamente de las participaciones obtenidas por los oficiales superiores?, agregan.

Adem¨¢s, los presos de origen jud¨ªo recib¨ªan un tratamiento especialmente duro. A algunos se les hac¨ªa arrodillar frente a retratos de Hitler y Mussolini, oblig¨¢ndoles a renegar de su origen.