Un fallo humano provoc¨® el accidente del Suburbano
Un tren suburbano que circulaba ayer, sobre las 7.40 de la ma?ana, entre las estaciones de Bat¨¢n y El Lago fue alcanzado por otro convoy, cuyo conductor -un inspector de la compa?¨ªa-, al parecer, sali¨® de Bat¨¢n sin respetar las normas de seguridad especiales que se estaban aplicando mientras se reparaba en la v¨ªa un ra¨ªl roto. El balance del accidente fue de un herido grave, y un n¨²mero de heridos leves que va desde los noventa hasta los 130, cifra ¨¦sta facilitada por la propia compa?¨ªa.
La rotura de un ra¨ªl entre las estaciones de Bat¨¢n y El Lago motiv¨®, nada m¨¢s iniciarse el servicio del ferrocarril suburbano, la aplicaci¨®n del sistema denominado bolet¨ªn de doble precauci¨®n. Este procedimiento consiste en que el jefe de una estaci¨®n -en este caso el de El Lago- avisa telef¨®nicamente a su compa?ero de la siguiente estaci¨®n, cuando el ¨²nico tren que puede ir por la v¨ªa ha llegado a su destino. Recibida esta llamada, se da la autorizaci¨®n a un nuevo convoy para que recorra el itinerario con precauci¨®n.Seg¨²n informaron fuentes de la compa?¨ªa, el sistema comenz¨® a utilizarse poco despu¨¦s de iniciado el servicio -a las 6.18 horas-, cuando los primeros trenes que hicieron el recorrido notaron que uno de los ra¨ªles estaba roto.
Todas las versiones obtenidas coinciden en que el tren n¨²mero dos, conducido por Valent¨ªn Rodr¨ªguez, sali¨® de la estaci¨®n de Bat¨¢n despu¨¦s de haber recibido su correspondiente bolet¨ªn de doble precauci¨®n, que fue el decimocuarto y ¨²ltimo que el jefe de esta estaci¨®n dio en la ma?ana.
Al llegar a una cuesta, situada a unos 820 metros de Bat¨¢n, en la que se encontraba el tramo de v¨ªa averiado, el conductor aminor¨® la marcha hasta ponerse a paso de hombre, ante las se?ales que le hizo uno de los empleados.
En la citada cuesta, que se encuentra metros antes de lo que los empleados llaman la curva de la muerte, trabajaba ya una brigada de v¨ªas y obras, que intentaba reparar el ra¨ªl en el tiempo existente entre el paso de dos trenes. Nada m¨¢s pasar este convoy sobre el ra¨ªl en reparaci¨®n, hizo su aparici¨®n el segundo tren, tambi¨¦n procedente de la estaci¨®n de Bat¨¢n.
Instantes despu¨¦s este convoy llamado especial y conducido por el inspector del suburbano Juli¨¢n G¨®mez, que hab¨ªa salido de la estaci¨®n sin esperar el bolet¨ªn, seg¨²n la compa?¨ªa, alcanzaba al primero, sin que los miembros del equipo de se?ales ni la brigada de v¨ªas y obras pudieran hacer nada, ya que no esperaban su presencia hasta que el que acababa de pasar no llegara a El Lago.
Como consecuencia del frenazo dado para evitar la colisi¨®n y del posterior choque, muchos de los viajeros que ocupaban totalmente los vagones de ambos trenes se vieron lanzados al suelo, sufriendo golpes de diversa importancia.
Una vez abiertas las puertas, comenzaron a salir los ocupantes, entre los que hab¨ªa algunos que se quejaban del golpe recibido. Mientras ¨¦stos eran ayudados por el resto de los viajeros, se registraron algunos incidentes, ya que varias personas quisieron pegar a los empleados de la Compa?¨ªa, que se hab¨ªan bajado de los trenes. Gritos de asesinos, sinverguenzas, fueron acompa?ados incluso de lanzamiento de piedras, por lo que alguno de los empleados tuvo que refugiarse en una de las cabinas de los trenes.
El hecho de que el accidente ocurriera delante de un acuartelamiento de la Polic¨ªa Nacional y cerca de otro que tiene la patrulla verde, facilit¨® la evacuaci¨®n de la zona, ya que en varios coches patrulla se hicieron los primeros traslados. Minutos m¨¢s tarde llegaron las primeras ambulancias, que se llevaron a los heridos a distintos centros de la capital.
Diferencia de cifras
El n¨²mero de heridos en el accidente difiere seg¨²n las distintas fuentes. Aunque en un principio se habl¨® de 85 personas heridas, esta cifra fue incrementada por la propia Compa?¨ªa Metropolitano has ta 130, que fueron atendidas en la casa de socorro del paseo de Extre madura, equipo quir¨²rgico n¨²mero 2, Hospital Cl¨ªnico, Residencia Primero de Octuve y cl¨ªnica de la Concepci¨®n.A excepci¨®n de cinco, el resto fue enviado a su domicilio despu¨¦s de ser atendidos de lesiones leves. El herido m¨¢s grave es Jos¨¦ Mar¨ªa Exp¨®sito, de 39 a?os, que tuvo que sufrir una intervenci¨®n quir¨²rgica al sufrir un desgarro abdominal; los cuatro heridos restantes permanecen en observaci¨®n.
A primeras horas de la tarde de ayer, el ministro de Transportes, Salvador S¨¢nchez Ter¨¢n, visit¨® al herido, que se encuentra internado en el Hospital Cl¨ªnico.
La Compa?¨ªa Metropolitano, por su parte, hizo p¨²blica una nota en la que, tras informar del hecho, lamenta el accidente producido, ?a pesar de las estrictas medidas de seguridad en vigor?, al tiempo que desea un pronto restablecimiento de los heridos.
El comit¨¦ de empresa inform¨® que hoy celebrar¨¢n un pleno del comit¨¦ para estudiar el accidente y la situaci¨®n de la l¨ªnea del Suburbano, en la que trabaja una contrata desde hace m¨¢s de un a?o, sin que se sepa cu¨¢nto van a durar las obras. El pr¨®ximo lunes se reunir¨¢, asimismo, el comit¨¦ de seguridad del Suburbano, que estudiar¨¢ las causas de este accidente y de otro, ocurrido hace una semana en la estaci¨®n de Campamento, donde descarril¨® un tren sin que hubiera que lamentar ning¨²n herido.
Los miembros del comit¨¦ de empresa se mostraron preocupados lIor estos accidentes y por la reacci¨®n de una parte del p¨²blico ante los trabajadores, que, ?en la mayor¨ªa de los casos no tienen culpa de la situaci¨®n del material, aunque en este caso parece que est¨¢ claro el fallo humano, quiz¨¢ producido err¨®neamente por un exceso de celo para no retrasar el servicio?.
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