Protesta de libreros y profesionales de la cultura
En relaci¨®n con el secuestro del Libro rojo del cole y el procesamiento de su editor, 115 libreros, distribuidores, editores, periodistas, artistas, escritores, profesionales de la cultura y representantes de partidos pol¨ªticos denunciaron, tras una asamblea mantenida en la tarde de ayer, en una librer¨ªa de Madrid, ?la manipulaci¨®n instrumentada con fines exclusivamente pol¨ªticos del partido del Gobierno de que ha sido objeto el mencionado libro, que cuenta con todos los requisitos exigidos por la vigente legislaci¨®n para s libre distribuici¨®n y que llevaba cuatro meses de difusi¨®n?.Los asistentes, adem¨¢s de ?exigir el levantamiento del secuestro y su circulaci¨®n sin trabas y la inmediata revocaci¨®n del procesamiento del editor, nombraron una comisi¨®n para el estudio de futuras medidas que se puedan adoptar en torno a este tema. Una de estas medidas ser¨¢ la de solicitar la dimisi¨®n del ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, a quien previamente emplazan p¨²blicamente para debatir ante la opini¨®n p¨²blica ?una actuaci¨®n que recuerda los procedimientos m¨¢s sofisticados del fascismo?.
Entre los asistentes al acto y firmantes de todas estas peticiones se encuentran Julio V¨¦lez, escritor; Manuel Mart¨ªnez Aza?a, librero; Carlos Llorca, periodista; Juan Margallo, actor; Reyes Mate, secci¨®n de prensa del PSOE; Jes¨²s Moya, comisi¨®n de cultura del PCE; Jos¨¦ Luis Solas, profesor y librero; Nazario Aguado, pol¨ªtico; Roberto Tur¨¦gano, dise?ador gr¨¢fico; Ezequiel M¨¦ndez, librero; Angel Escarpa, librero; Antonio Albarr¨¢n, editor; Cristina Vizca¨ªno, editora, y Carla Matteini, traductora.
Por su parte, la comisi¨®n constituida en torno al problema del editor Luis Mart¨ªnez ?con objeto de defender los valores culturales y de libertad de expresi¨®n vulnerados en esta ocasi¨®n? esta formada por diecisiete personas representativas de todas las tendencias que asistieron a la asamblea de ayer.
Adem¨¢s de como ?una agresi¨®n a la libertad de expresi¨®n?, los asistentes a esta reuni¨®n interpretan estos hechos como ?una clara maniobra de desprestigio de ciertas personas e instituciones p¨²blicas?.
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