Setenta mil espa?oles carecen de cuerdas vocales
Decenas de miles de espa?oles, obligados a salvar su vida, han tenido que sufrir la extirpaci¨®n de su laringe quedando incapacitados para la forma habitual de habla. Sin embargo, mediante una adecuada rehabilitaci¨®n, entrenando y modulando la emisi¨®n de aire esof¨¢gica -eso que, con excesiva simpleza, llamamos erupto-, pueden recuperar una nueva forma de habla.
?Cuando el m¨¦dico dice: "Hay que extirpar su laringe", la ansiedad y el temor de ese paciente son tan destructivos como la propia enfermedad, pues como esta operaci¨®n supone la p¨¦rdida de la voz, ¨¦l ya se considera, angustiosamente, un muerto en vida, porque perder la voz, para ¨¦l, es tanto como morirse.? Habla Joaqu¨ªn Auque, de 54 a?os de edad, obligado a la extirpaci¨®n de laringe y consiguiente p¨¦rdida de cuerdas vocales para salvar su vida. La operaci¨®n tuvo lugar hace siete a?os.Hoy, Joaqu¨ªn Auque es rehabilitador de la voz de laringuectomizados, profesor de foniatr¨ªa y logopedia en la Ciudad Sanitaria La Paz, de Madrid, y promotor de un movimiento que intenta transmitir a esos otros 70.000 laringuectomizados de Espa?a lo que ¨¦l aprendi¨®: volver a hablar o, mejor dicho, hablar de otra manera.
El explica as¨ª el origen de su problema y el de su trabajo actual: ? Los laringuectomizados no tenemos laringe; adem¨¢s, se nos quit¨® la glotis. Respiramos por medio de la traqueotom¨ªa.? Al llegar a este punto de su relato, descubre su cuello y, no sin cierto escalofr¨ªo por parte de este observador, puede verse el agujero que sustituye lo que para los dem¨¢s seres humanos es nuestra nuez. Acerc¨¢ndose al orificio puede escucharse el incesante sonido de las corrientes de aire al entrar y salir, a un ritmo que, si bien recuerda el de los asm¨¢ticos, no parece en absoluto asociado a sensaci¨®n de angustia o ahogo alguno. Por el contrario, el rostro del se?or Auque ofrece una clara sensaci¨®n de serenidad, seguridad y firmeza en su defensa de los derechos a una nueva forma de hablar.
?Nosotros?, prosigue su descripci¨®n, ?jam¨¢s podremos respirar por la boca. Por tanto, quedamos completamente mudos... A m¨ª se me sentenci¨® a muerte con un mes de plazo. El otorrino me dijo que, seg¨²n los resultados de la biopsia practicada, hab¨ªa que operar sin falta o me quedaba un mes de vida. Si quer¨ªa salvar mi vida perder¨ªa la voz. Le di mi conformidad y aqu¨ª estoy al cabo de siete a?os ... ?
Rehabilitaci¨®n
Y aqu¨ª est¨¢, en efecto, Joaqu¨ªn Auque, con vida... y con voz. Porque dieciocho d¨ªas le bastaron para desarrollar la forma de habla esof¨¢gica. Al parecer, la mayor¨ªa de los profesionales de la foniatr¨ªa -sector de la medicina que se ocupa de los problemas de la voz- se dedican a la atenci¨®n, a problemas de afasia, afon¨ªa, tartamudez, paladar abierto y no de rehabilitaci¨®n de laringuectomizados. S¨®lo en la mencionada residencia madrile?a de la Seguridad Social dos grupos, uno de 32 personas y otro de veinticinco, reciben instrucci¨®n en este campo. ?En cu¨¢nto tiempo aprenden estas personas a hablar con el es¨®fago? ?Eso depende?, responde a mi pregunta Joaqu¨ªn Auque, ?algunos pueden hablar en un mes; otros, en tres; otros, en un a?o... La media es de tres o cuatro meses.?El rehabilitador de la voz ense?a a sus disc¨ªpulos a hacer lo que ¨¦l ha logrado con su es¨®fago. Los laringuectomizados que tienen la suerte de poder ser atendidos en la enorme lista de espera de la Seguridad Social aprenden a realizar un bombeo de aire bucal hacia el es¨®fago. El bombeo revierte a la boca, en forma de erupto. Pero la sorpresa estriba en descubrir algo que cualquiera de nosotros puede hacer: con un cierto entrenamiento, disponiendo de una u otra forma la boca, podemos hacer que nuestro erupto suene a a, a o, a u. La emisi¨®n de esos sonidos es percibida, entonces, por nuestro interlocutor, equivalente en significado a los sonidos que emitimos con nuestra forma habitual de hablar. Para conseguir todo esto con la m¨¢xima perfecci¨®n es para lo que ser¨ªa necesario un entrenamiento que la enorme mayor¨ªa de los laringuectomizados de Espa?a morir¨¢ sin recibir, salvo que la Seguridad Social se disponga a hacer frente al problema y formar personas en esta direcci¨®n. Como signo del apoyo que recibe el tema, puede ofrecerse el dato de que el se?or Auque recibe unos honorarios mensuales, como empleado en La Paz, equivalente a unas 39.000 pesetas l¨ªquidas.
?Debiera fomentarse a nivel nacional?, concluye el rehabilitador, ?por medio del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, la profesi¨®n de profesores logopedas que rahabiliten a los laringuectomizados en todos los servicios de la Seguridad Social e integrar as¨ª en la sociedad a todos los disminuidos f¨ªsicos, lo que supondr¨ªa un ahorro de millones de pesetas, muchos m¨¢s de los que habr¨ªa que invertir ... ? Las palabras concluyentes de Joaqu¨ªn Auque remiten, en definitiva, al art¨ªculo 49 del t¨ªtulo I de la Constituci¨®n espa?ola. ?Los poderes p¨²blicos realizar¨¢n una pol¨ªtica de previsi¨®n, tratamiento, rehabilitaci¨®n de los disminuidos f¨ªsicos, sensoriales y ps¨ªquicos, a los que prestar¨¢n la atenci¨®n especializada que requieran, especialmente para el disfrute de los derechos que este t¨ªtulo otorga a todos los ciudadanos.?
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