La negociaci¨®n de precios en la CEE

La CEE ha adoptado durante los ¨²ltimos a?os una fijaci¨®n conjunta de los precios agrarios, con el fin de alcanzar los objetivos se?alados en el art¨ªculo 39 del Tratado de Roma.Entre estos objetivos merecen destacarse el incremento de la productividad en la agricultura, un ¨®ptimo empleo de los factores de producci¨®n (especialmente la mano de obra), garantizar a la poblaci¨®n agr¨ªcola un nivel de vida que pueda equipararse al de los dem¨¢s sectores y asegurar a los consumidores unos precios razonables.

Para llegar a una propuesta del ¨ªndice global de precios del conjunto de los productos agrarios regulados y de los incrementos resultantes para cada uno de ¨¦stos, los distintos departamentos de agricultura de la CEE cuentan con la Red de Informaci¨®n Contable Agr¨ªcola comunitaria (RICA), las estad¨ªsticas que igualmente proporcionan los niveles de renta de otros sectores y las cifras relativas a incrementos anuales de los costes experimentados en los medios de producci¨®n. Este sistema se conoce con el nombre de ?in¨¦todo objetivo?.

Cada a?o se recogen en la Comunidad los incrementos de costes experimentados por las explotaciones agrarias durante el a?o anterior. La continuidad y regularidad de este sistema es lo que permite a la Comisi¨®n elevar al Consejo de Ministros, al principio de cada a?o, su propuesta conjunta y simult¨¢nea de precios agrarios para la siguiente campa?a.

La pol¨ªtica comunitaria de precios y mercados se asienta en tres principios b¨¢sicos: la libre circulaci¨®n de los productos entre los pa¨ªses miembros, lo que obliga a eliminar cualquier acci¨®n o instrumento que falsee la concurrencia; la preferencia comunitaria, que protege el mercado interior de las importaciones a precios bajos, as! como de las fluctuaciones mundiales, y la solidaridad financiera, que se materializa en una financiaci¨®n ¨²nica a trav¨¦s del FEOGA.

En el FEOGA, m¨¢ximo organismo encargado de regular la producci¨®n y la comercializaci¨®n de los productos agrarios de la Comunidad, est¨¢n representados las organizaciones agrarias, cuya propuesta es o¨ªda y atendida a la hora de dictaminar los precios cada a?o.

En esta ocasi¨®n, los agricultores de los nueve han acogido con grandes protestas la propuesta elaborada por la Comisi¨®n (un incremento del 2% al 3,5%, seg¨²n productos), que debe estudiar el Parlamento Europeo.

Se trata del primer presupuesto agr¨ªcola en la historia de la CEE que conlleva una reducci¨®n de los gastos comunitarios. La asociaci¨®n m¨¢s poderosa de agricultores, el COPA, ha calificado esta propuesta como ?inaceptable y provocativa?, y en caso de que llegue a ser aprobada ?provocar¨¢ reacciones?.

Seg¨²n el COPA, s¨®lo para poder mantener el poder adquisitivo actual de los agricultores europeos habr¨ªa que incrementar los precios de sus productos en un 7,9%. Consideran que si s¨®lo se aumenta el 2,4% anunciado, la mitad se ir¨ªa a los canales de distribuci¨®n y a ellos les llegar¨ªa el otro 1,2%.

Lo evidente es que la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n cuesta cara en t¨¦rminos absolutos, con una factura de 400.000 millones de francos belgas (unos 920.000 millones de pesetas) al a?o. Pero en t¨¦rminos relativos, este gasto no representa m¨¢s que el 0,4% del producto interior bruto y el 2,8% del gasto al¨ªmentario del consumidor europeo.