"Sha", relato novelesco del exilio del ex emperador de Ir¨¢n
Una curiosa hip¨®tesis sobre la verdadera identidad del sha de Persia, que estar¨ªa descansando agradablemente en un retiro dorado, mientras un doble suyo se debate entre la vida y la muerte, a causa de una enfermedad y como consecuencia de las amenazas que sobre ¨¦l pesan, es el hilo conductor de una trepidante novela de Alberto V¨¢zquez-Figueroa, que acaba de publicar la Editorial Plaza y Jan¨¦s. Ayer la present¨® su autor en un restaurante de Madrid. La obra se llama, significativamente, Sha, aunque en el texto se alude a Reza Pahlevi como emperador.
Lo primero que dice V¨¢zquez-Figueroa sobre su novela -que hace la n¨²mero 23 de las obras publicadas por ¨¦l- es que ¨¦l no es un oportunista. Sin embargo, en mayo del pasado a?o vio claramente la oportunidad de novelar la vida del sha en el exilio. El origen de la novela presentada ahora fue un gui¨®n de cine cuyo final no agrad¨® al autor, quien volvi¨® sobre su propio argumento y termin¨® haciendo esta novela.La escribi¨® en diecis¨¦is d¨ªas, dice V¨¢zquez-Figueroa, entre el 29 de diciembre del a?o pasado y el ¨²ltimo 16 de enero?. Para una obra que pretende estar entre la ficci¨®n y la realidad, y habida cuenta del tiempo que se conceden escritores como John Le Carr¨¦, Graham Greene y Frederick Forsyth para escribir sus best sellers, no parece que V¨¢zquez-Figueroa se haya impuesto un plazo muy largo. El considera que, en primer lugar, no quiso escribir un best seller, aunque su editorial lo considera un autor de los que se halla en esa categor¨ªa; tampoco estima que el suyo sea un genio equiparable al de Greene y, por fin, indica que est¨¢ muy lejos de disponer del dinero y del tiempo que Forsyth tiene para fabricar sus conocid¨ªsimas historias de ficci¨®n.
Lo que s¨ª hizo Alberto V¨¢zquez-Figueroa, dice ¨¦l mismo, fue documentarse sobre el entramado pol¨ªtico de Ir¨¢n y luego escribir, en diecis¨¦is noches, el que ¨¦l considera un libro que tanto puede molestar a Jomeini como al propio sha Reza Pahlevi. No cita al terrorista Carlos entre los que puedan molestarse por su trama novelesca, aunque de la narraci¨®n se deduce que el famoso l¨ªder terrorista venezolano, que juega un papel importante en la obra, se comporta de modo zafio, machista y maquiav¨¦lico, como el h¨¦roe de una pel¨ªcula del hampa o como un personaje de la polic¨ªa del sha, que tambi¨¦n figura abundantemente en el libro.
V¨¢zquez-Figueroa no est¨¢ muy seguro de que su obra vaya a ser un best seller, pero es consciente de que su novela se vigila con atenci¨®n desde una capital, Teher¨¢n, de donde ya ha sido pedida. El conf¨ªa en que, si el trabajo tiene la recepci¨®n que desea, la narraci¨®n puede convertirse pronto en una pel¨ªcula. Otras obras suyas -Manaos, El perro, Ashanti- han sido llevadas a la pantalla, a veces por ¨¦l mismo, a pesar de que se defina como un mal director que est¨¢ aprendiendo a fuerza de estar detr¨¢s de las c¨¢maras. Si ning¨²n productor le ofrece ahora ochenta millones de pesetas para poner en marcha un proyecto cinematogr¨¢fico del sha, la obra no llegar¨¢ por su iniciativa a la peque?a pantalla.
En cualquier caso, V¨¢zquez-Figueroa es el novelador que no cesa, porque ayer, antes de presentar su ¨²ltima obra publicada, entreg¨® a su editor la novela inmediata: un texto que se titular¨¢ Los nuevos dioses, en el que se abordan los intentos norteamericanos por lograr criaturas humanas excepcionalmente dotadas. Ayer mismo publicaba EL PAIS una historia en la que esa ficci¨®n se convierte prematuramente en realidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.