Aprobada la financiaci¨®n p¨²blica de la ense?anza privada

(Viene de primera p¨¢gina)El discurso del vicepresidente segundo de la C¨¢mara, el socialista Luis G¨®mez Llorente, aguardado con expectaci¨®n en el hemiciclo y en la tribuna de p¨²blico, signific¨® una denuncia tajante de los autores de la pretendida regulaci¨®n de la libertad de ense?anza y su financiaci¨®n. Junto a Coalici¨®n Democr¨¢tica, verdadera art¨ªfice de los textos ¨²ltimos, el se?or G¨®mez Llorente aludi¨® a las minor¨ªas nacionalistas vasca y catalana, ?representativas de las burgues¨ªas regionales?, y a la Iglesia cat¨®lica, prestando su respaldo. Especial efecto caus¨® en los esca?os centristas el recuerdo que hizo el diputado socialista a la reforma fiscal de Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, que en muchas ocasiones los socialistas tuvieron que defender frente a su propio grupo parlamentario, en l¨ªnea con la actitud que ofrece ahora en el debate del Estatuto de Centros Escolares.

El art¨ªculo quinto del proyecto de ley establece que ?los padres y tutores tienen el derecho a elegir el tipo de educaci¨®n que deseen para sus hijos o pupilos y a que ¨¦stos reciban, dentro del sistema educativo, la educaci¨®n y la ense?anza conforme a sus convicciones filos¨®ficas y religiosas, a cuyo efecto podr¨¢n escoger el centro docente que mejor se acomode a esas convicciones?. En un segundo p¨¢rrafo, el mismo art¨ªculo establece que ?el Estado, mediante la correspondiente ley de financiaci¨®n de la ense?anza obligatoria, garantizar¨¢ la libertad fundamental de elecci¨®n de centro educativo en los niveles de ense?anza que se establezcan como obligatorios y, consecuentemente, gratuitos?.

Frente a estos textos, los socialistas, y en l¨ªnea similar los comunistas, proponen que se establezca la siguiente redacci¨®n: ? Los padres y tutores tienen el derecho a elegir el centro que deseen para sus hijos o pupilos.? Y en un segundo art¨ªculo: ?Los padres y tutores tienen el derecho a elegir el tipo de educaci¨®n que deseen para sus hijos o pupilos y a que ¨¦stos reciban la formaci¨®n religiosa y moral que est¨¦ de acuerdo con sus propias convicciones, en los t¨¦rminos que las disposiciones legales establezcan.?

El an¨¢lisis de la comparaci¨®n de uno y otro texto consumi¨® la primera parte del discurso del se?or G¨®mez Llorente, quien denunci¨® el ?omn¨ªmodo poder a los propietarios de los centros privados? que otorga otro art¨ªculo, inseparable al quinto, el 34. El diputado socialista defendi¨® el derecho a elegir centro y a recibir formaci¨®n religiosa y moral ?sin establecer conexiones interesadas de cara a fundamentar una particular interpretaci¨®n unilateral y partidista del modelo educativo?.

Afirm¨® la conveniencia de la pluralidad de centros, siempre que ?el modo de que todos los padres puedan ejercitar real y solidariamente ese derecho sea la democracia escolar dentro del centro y por encima del centro?.

Respecto a la financiaci¨®n acus¨® al texto de puntar hacia ?la subvenci¨®n general e indiscriminada de los centros de ense?anza privados en los niveles obligatorios?, desconociendo las necesidades de plena escolarizaci¨®n, de escolarizaci¨®n adecuada y de una ense?anza compensatoria, as¨ª como la reconversi¨®n de los m¨¢s ele mentales servicios pedag¨®gicos ?Mientras esos objetivos no se cumplan?, dijo, ?es inmoral subvencionar los colegios de los estamentos sociales acomodados.?

Critic¨® la teor¨ªa del cheque escolar como subterfugio electoralista, y rechaz¨® categ¨®ricamente la idea de que, ?como todos pagan impuestos, el Estado debe pagar a todos la escuela por igual?. Razon¨® as¨ª su rechazo: ?Los socialistas mantenemos que el mecanismo fiscal ha de ser utilizado, entre otros fines, para redistribuir la riqueza, y que el Estado tiene que conceder atenci¨®n prioritaria a los menos pudientes, compensando a las clases deprimidas de la sociedad de la explotaci¨®n o expropiaci¨®n a que les somete el sistema.?

A?adi¨® que el problema de los gastos educativos exige un orden de prioridades, con arreglo a una ¨¦tica social v¨¢lida. ?Negamos que pueda anteponerse financiar la ense?anza de los sectores acomodados de la sociedad al cumplimiento de las necesidades perentorias descritas.?

Record¨® que en los Presupuestos Generales del Estado para 1980, el porcentaje dedicado a Educaci¨®n y Universidades representa el 15,96%, inferior al de a?os pasados. Cit¨® varias veces al anterior ministro de Educaci¨®n, hoy de Justicia, I?igo Cavero, y a su referencia sobre la deficiente situaci¨®n de escolarizaci¨®n y de educaci¨®n especial. Denunci¨® que la aprobaci¨®n del texto a debate significar¨¢ aumentar las subvenciones a la ense?anza privada de los actuales 43.000 millones de pesetas a 100.000 millones de pesetas. ?Seamos serios?, pidi¨® a la C¨¢mara, ?y reconozcamos que excedernos en el incremento a m¨¢s del doble de las actuales subvenciones a la ense?anza privada implica, cuando menos, una demora sine die de otras exigencias.?

El diputado socialista confes¨® ante la C¨¢mara el intento de su grupo por negociar no s¨®lo con determinadas fuerzas pol¨ªticas, sino con instituciones que en esta materia las respaldan, sobre la base de que un entendimiento con la Iglesia cat¨®lica ser¨ªa m¨¢s importante incluso que un acuerdo parlamentario con UCD.

?Hemos mantenido largas conversaciones de tanteo con cl¨¦rigos de alta significaci¨®n?, dijo, ?en un intento de buscar acuerdos entre distintas fuerzas sociales a graves problemas sociales.?

Declar¨® que la misma postura adoptada por UCD ha sido adoptada por la Iglesia, que, al parecer, entiende que debe vincularse a un Gobierno de coyuntura como el centrista. ?Los dem¨¢s, para tan respetables se?ores, somos, al parecer, hombres que como no estamos en el Gobierno podemos ser dominados con una mayor¨ªa parlamentaria de coyuntura.? Neg¨® que los socialistas hubieran adoptado una postura de oposici¨®n a la Iglesia, por lo que consider¨® injusto su rechazo.

En cuanto a la posici¨®n centrista, el se?or G¨®mez Llorente denunci¨® la escandalosa contradicci¨®n de basar una campa?a en los derechos de los padres y recabar todo el poder escolar para los directores, no elegidos por los padres, as¨ª como ?hurtar a los padres las decisiones primordiales de las que depende la vida de los centros en que se forman sus hijos?.

Defensa centrista

En nombre del grupo centrista, el ex alcalde de Madrid y presidente de la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Congreso, Jos¨¦ Luis Alvarez, intervino en respuesta a las dos enmiendas de la izquierda. Asegur¨® que el art¨ªculo quinto tiene una ?coherencia l¨®gica perfecta porque parte del principio b¨¢sico -derecho a elegir el tipo de educaci¨®n- y lo desarrolla a trav¨¦s del derecho a que reciban la educaci¨®n y la ense?anza conforme a sus convicciones, y saca el corolario natural de que para ello se elija el centro docente m¨¢s de acuerdo con estas convicciones?.

Jos¨¦ Luis Alvarez asegur¨® asimismo que la financiaci¨®n es la consecuencia legal de la Constituci¨®n, de acuerdo con lo que ocurre en los pa¨ªses democr¨¢ticos de Occidente.

En cuanto al p¨¢rrafo segundo, dijo el se?or Alvarez que es simplemente una norma que trata de garantizar los derechos y libertades que se reconocen en el p¨¢rrafo anterior, porque de nada servir¨ªan esas declaraciones si no pudieran hacerse realidad. La financiaci¨®n -a?adi¨®- es la consecuencia legal de nuestras normas constitucionales, que establecen que la ense?anza b¨¢sica es obligatoria y gratuita. Es decir, que los ciudadanos tienen derecho a elegir e? tipo de educaci¨®n y a que esa ense?anza que eligen en los niveles obligatorios se les proporcione gratuitamente.

M¨¢s adelante replic¨® a los argumentos de socialistas y comunsitas, basados en la falta de puestos escolares y en la necesidad de establecer unas prioridades. Tambi¨¦n contest¨® a lo que aqu¨¦llos hab¨ªan

(Pasa a p¨¢gina 14)

(Viene de p¨¢gina 13)

manifestado respecto del pluralismo y la participaci¨®n. Entre otras cosas, dijo que son puestos escolares tanto los privados como los p¨²blicos, y que el objetivo fundamental de una buena escolarizaci¨®n no contradice el derecho a una educaci¨®n elegida por uno mismo.

En cuanto a la escuela internamente pluralista como ¨²nica posibilidad, estim¨® que se trata de un concepto que rayar¨ªa en la inconstitucionalidad. Agreg¨® que UCD defiende un pluralismo escolar, dentro del cual caben todos los tipos de escuela.

En turno de rectificaci¨®n habl¨® el comunista Sol¨¦ Tura, para afirmar que la postura de UCD deja sin resolver el problema de la ense?anza en Espa?a y que consagra las actuales estructuras. Tras replicar el centrista Alvarez, intervino de nuevo G¨®mez Llorente, quien insisti¨® en que su grupo no trata de eliminar las subvenciones, sino de establecer un orden de prioridades. Puso ¨¦nfasis en se?alar que la ley consagra una situaci¨®n de privilegio nacida de los ?cuarenta a?os de dictadura?, e hizo incluso una referencia a la supresi¨®n de centros en 1939 y al fusilamiento de maestros y profesores, que fue acogida con desagrado en las filas de UCD.

De nuevo Jos¨¦ Luis Alvarez, con tono y gestos visiblemente nerviosos, despu¨¦s de que el presidente, Landelino Lavilla, respondiese en¨¦rgicamente a una sugerencia del diputado gubernamental , argument¨® su tesis recurriendo a textos constitucionales y tratados internacionales. Tras las votaciones, la diputada de Minor¨ªa Catalana Mar¨ªa Rubies explic¨® su voto favorable y replic¨® con dureza a insinuaciones de comunistas y socialistas sobre supuesto sucursalismo. El debate sobre el Estatuto se reanudar¨¢ el pr¨®ximo martes.

Ense?anza preescolar

El Pleno hab¨ªa comenzado con el debate del art¨ªculo 2 y 3 del proyecto. Respecto del primero se rechazaron las enmiendas de socialistas y comunistas, que defend¨ªan conjuntamente la ampliaci¨®n de los objetivos de la ense?anza que fija la ley.

Respecto del art¨ªculo 3, Nona In¨¦s Vilari?o se opuso a la comunista Eulalia Vintr¨® y a la socialista Mar¨ªa Izquierdo, que trataban de defender la gratuidad de la ense?anza preescolar. ?UCD es partidaria de ese intento?, dijo la se?ora Vilari?o, ?pero cuando los presupuestos lo permitan. De nada vale legalizar algo que no podr¨¢ cumplirse.?