Visita de Su¨¢rez: ?Estatuto de verdad?
Van a ser muchas las cosas que se decidan en Euskadi el mismo d¨ªa 9, cuando los vascos elijamos un Parlamento de Euskadi por primera vez en nuestra historia. En un pa¨ªs como el nuestro, que todav¨ªa est¨¢ en un per¨ªodo m¨¢s de construcci¨®n que de reconstrucci¨®n propiamente dicha, y que tampoco se limita a una nueva institucionalizaci¨®n, porque afecta tambi¨¦n a una sociedad civil donde todav¨ªa revolotea el fantasma de las dos comunidades, no se pueden simplificar a un enfrentamiento entre la derecha y la izquierda, tomando como exponente categor¨ªas propias de otros pa¨ªses m¨¢s consolidados.El pr¨®ximo d¨ªa 9 habr¨¢ una nueva oportunidad de conocer cu¨¢l es la relaci¨®n de fuerzas entre los que rechazaron y los que apoyaron la Constituci¨®n. El Parlamento Vasco, incluso con la abstenci¨®n de HB, podr¨ªa tener una mayor¨ªa de representantes de fuerzas que la rechazaron: PNV mas EE. Este hecho determinar¨ªa de un modo muy favorable que las competencias recogidas en el Estatuto de Autonom¨ªa de Guernica sean transferidas a los poderes vascos. Cuando UCD lanza una campa?a de bulos sobre el peligro de una mayor¨ªa abertzale en el Parlamento vasco, que exigir¨ªa el primer d¨ªa la independencia, s¨®lo reflejan un temor ideologizado a su manera ante el hecho real de que un Parlamento de mayor¨ªa abertzale exigiera la completa transferencia de competencias, lo cual har¨ªa que Euskadi se independizara del control de UCD como partido.
Este acontecimiento abrir¨ªa perspectivas de soluci¨®n de un modo democr¨¢tico y en el marco estatutario del llamado problema vasco.
Para EE, empero, la cuesti¨®n de la autonom¨ªa y del autogobierno, al igual que la propia democracia o las libertades nacionales, no son, en s¨ª, una soluci¨®n a los profundos problemas que padece el pueblo vasco real, pero s¨ª aparecen como instrumentos para que estos problemas puedan resolverse de un modo m¨¢s favorable, en la medida en que permiten una mayor participaci¨®n y control popular. Con la transferencia de competencias no se solucionar¨¢n los problemas, m¨¢xime cuando las fuerzas pol¨ªticas en su conjunto, en los ayuntamientos, por ejemplo, hemos mostrado muy poco rodaje para la administraci¨®n de las cosas concretas. Preocupaci¨®n que aumenta cuando el partido que, seg¨²n los resultados del 1 de marzo, tendr¨ªa la mayor¨ªa parlamentaria relativa, ha sido el ¨²nico partido con representaci¨®n parlamentaria en Madrid -adem¨¢s de HB, obviamente-, que no ha presentado un programa de gobierno digno de tal nombre.
Nadie conf¨ªa en que el d¨ªa 9 vayan a solucionarse todos los problemas de Euskadi de un modo m¨¢gico. Pero eso no significa que no tenga importancia. El Parlamento ser¨¢ un instrumento precioso en manos de partidos que tienen un programa y unos hombres y mujeres detr¨¢s, que, curiosamente, s¨®lo son los partidos de izquierda (EE, PSOE, PCE), lo cual puede convertir al Parlamento en un marco id¨®neo de encuentro entre la izquierda surgida de los ¨²ltimos veinte a?os de lucha antifranquista, y la izquierda hist¨®rica que todav¨ªa no se atreve a romper con los fantasmas del pasado (en concreto, su confusi¨®n de la lucha por las libertades nacionales con nacionalismo, una lucha pol¨ªtica con la interpretaci¨®n ideol¨®gica que dan sus protagonistas de esa lucha).
Es curioso que casi toda la campa?a electoral ha estado protagonizada por el enfrentamiento entre el PSOE y el PNV, y s¨®lo a ¨²ltima hora ambos se han dado cuenta de que este enfrentamiento les ha desgastado a los dos y ha beneficiado a UCD y a EE, aunque por razones distintas. Ya que PNV y PSOE durante la campana de apoyo al Estatuto de Autonom¨ªa, en v¨ªsperas del refer¨¦ndum del 25 de octubre, lo consideraban como tope definitivo. Pero UCD ha querido recortarlo a base de leyes org¨¢nicas, con la intenci¨®n de ganar votos por su derecha. Y EE lo considera como un instrumento para seguir avanzando en la liberaci¨®n nacional y en la consolidaci¨®n de una clase trabajadora m¨¢s homog¨¦nea que pueda alcanzar cotas superiores de unidad y de autoorganizaci¨®n de cara a la construcci¨®n del socialismo. Por eso, al final de la campa?a, los tiros del PNV han ido directamente dirigidos contra EE a trav¨¦s de los editoriales y art¨ªculos de opini¨®n del peri¨®dico Deia.
En este contexto de final de campa?a es muy significativa la visita de Su¨¢rez a Euskadi y sus declaraciones tajantes de que el Estatuto de Autonom¨ªa se aplicar¨¢ tal como est¨¢. ?Cabr¨ªa pensar que Su¨¢rez est¨¢ empezando a darse cuenta de que la no aplicaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa en toda su integridad podr¨ªa conducir a Euskadi a una situaci¨®n l¨ªmite en la que, ya no s¨®lo Herri Batasuna, sino tambi¨¦n Euskadiko Ezkerra y sectores importantes del PNV, se vean obligados a cambiar su pol¨ªtica?
Las conquistas que para el pueblo vasco supuso el Estatuto de Autonom¨ªa se ven cuestionadas si no se hace una referencia expresa a las mismas en las leyes org¨¢nicas que desarrollan la Constituci¨®n. Arrancar efectivamente todas las competencias recogidas en el Estatuto de Autonom¨ªa como derechos: he ah¨ª uno de los objetivos de toda fuerza sinceramente democr¨¢tica en Euskadi. De lo contrario, el Estatuto de Autonom¨ªa constituir¨ªa un aut¨¦ntico fraude, en la medida en que el pueblo vasco habr¨ªa refrendado el 25 de octubre de 1979 un texto de Estatuto concreto que luego no ser¨ªa el que se aplicase. Euskadiko Ezkerra no abandonar¨¢ en ning¨²n momento esta tarea prioritaria para todo dem¨®crata que busque sinceramente soluciones pol¨ªticas para nuestro pueblo. Buscaremos para ello, como hasta el presente, la colaboraci¨®n de todas las fuerzas aut¨¦nticamente autonomistas. Pero, adem¨¢s, como fuerza verdaderamente de izquierdas, que quiere defender en todo momento y en todas las instancias los intereses de los trabajadores, se plantear¨¢ tambi¨¦n cu¨¢l es el medio que estas competiciones, arrancadas fundamentalmente por las luchas de los trabajadores, no sean utilizadas por una sola clase, que constituye una minor¨ªa en nuestro pa¨ªs -la burgues¨ªa vasca-, sino en beneficio de los trabajadores que constituyen la inmensa mayor¨ªa de la sociedad vasca.
La creaci¨®n de unas instituciones democr¨¢ticas de autogobierno a nivel de Euskadi, por primera vez en nuestra historia moderna, crea la posibilidad de una fusi¨®n real entre los distintos sectores que habitan Euskadi, independientemente de su lugar de origen, que ahora han sido ajenos, cuando no enfrentados, de modo que no se produzca tanto una integraci¨®n de un sector en otro cuanto la convergencia de ambos en la lucha por construir una sociedad vasca nueva. Cuesti¨®n esta imprescindible para el avance hacia el socialismo.
Dentro de estas coordenadas de alumbramiento de una nueva institucionalizaci¨®n pol¨ªtica, administrativa, econ¨®mica y cultural de Euskadi, Euskadiko Ezkerra se presenta como la izquierda nueva, surgida de la lucha de los ¨²ltimos veinte a?os contra la dictadura, en la que esos distintos sectores del pueblo han luchado juntos, juntos han sido represaliados y juntos han elaborado un nuevo proyecto de sociedad democr¨¢tica.
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