La tarea de un cr¨ªtico teatral

La cr¨ªtica del montaje teatral Un tal Macbeth de T¨¢bano-Shakespeare, firmada por un tal E. H. T. que apareci¨® el jueves d¨ªa 6, me ha irritado de un modo corrosivo. Me molesta que existan los E. H. T. (?) que viven de decir simplezas, me molesta su tonillo de educador comprensivo, me molesta su cortedad de miras, me molesta su falta de vivencias teatrales.Este se?or, E. H. T., no es capaz de disfrutar, de ilusionarse con el resultado de esta aventura en la que se ha metido T¨¢bano, un empe?o dif¨ªcil y en el que no han de faltar tropiezos, pero lleno a su vez de promesas y vivo. Esta valent¨ªa de T¨¢bano est¨¢ mucho m¨¢s all¨¢, al parecer, de lo que es capaz de vislumbrar el se?or E. H. T.

Pero, dejando este juicio de valor aparte, quiero decir que he presenciado el trabajo de T¨¢bano en las peores condiciones posibles (s¨¢bado, segunda sesi¨®n), he disfrutado con su trabajo, con las dificultades y con el esfuerzo y el ingenio que han puesto en superarlas. He disfrutado como no he podido hacerlo con las chapuzas breclitianas que he soportado en el Mar¨ªa Guerrero. Y espero que el se?or E. H. T., que es cr¨ªtico teatral, sepa de qu¨¦ hablo.

Y es que la tarea de un cr¨ªtico es mucho m¨¢s que ese resumen de agencia de las dificultades y los errores cometidos, a los que el se?or cr¨ªtico y yo damos un valor muy distinto. La primera tarea de un cr¨ªtico teatral es hacer teatro y no ablar sentando c¨¢tedra.