Los profesores tendr¨¢n que respetar el "ideario" de cada centro

El debate del Estatuto de Centros Escolares tuvo ayer tarde, en el Pleno del Congreso, en torno al art¨ªculo 15, una de las confrontaciones esperadas con mayor expectaci¨®n. En definitiva, se impuso la tesis de UCD, por la que se fija el ?ideario educativo propio del centro como l¨ªmite que deben respetar los profesores.Gregorio Peces-Barba, en nombre del Grupo Socialista, defendi¨® una enmienda a este texto, que pretend¨ªa sustituir por un nuevo art¨ªculo en el que, entre otras cosas, se estableciera que ?los profesores, dentro del respeto a la Constituci¨®n y a las leyes, tienen garantizada la libertad de c¨¢tedra?.

La intervenci¨®n del se?or Peces-Barba, que pasa por ser miembro notorio del sector m¨¢s moderado del PSOE, se entendi¨® en algunos c¨ªrculos parlamentarios, como un intento socialista de evitar que la defensa del principio de libertad de c¨¢tedra quedase tambi¨¦n encomendada a Luis G¨®mez Llorente, quien a su vez pasa por ser representante del sector radical del partido.

Peces-Barba comenz¨® por afirmar que UCD se hab¨ªa negado al di¨¢logo y a la negociaci¨®n en este tema y que la posible dureza formal de su intervenci¨®n estar¨ªa justificada precisamente por esa negativa, que, seg¨²n ¨¦l, romp¨ªa el acuerdo que existi¨® en torno al art¨ªculo 27 de la Constituci¨®n, que garantizaba las libertades en el campo de la ense?anza.

?No hay un solo texto de derecho comparado?, dijo, ?que introduzca la expresi¨®n de "ideario educativo"?, y a?adi¨® que ideario ?es palabra que me produce profundo rechazo?, porque sus antecedentes se encuentran en un texto de V¨¢zquez de Mella de 1913. Dijo tambi¨¦n que son los centros privados ligados a la Iglesia cat¨®lica los que quieren rodearse de esa ?coraza de seguridad del ideario?. Se pregunt¨® Peces-Barba por qu¨¦ no reclamaban ese ideario en los a?os cuarenta, cuando en los centros se cantaba el Cara al Sol y se asist¨ªa a las clases de Formaci¨®n del Esp¨ªritu Nacional.

Cit¨® luego una serie de textos recogidos de libros escolares de editoriales cat¨®licas, sobre religi¨®n, en los que se ataca, con citas del magisterio eclesi¨¢stico, las doctrinas liberales, incluso la propia libertad de ense?anza, de c¨¢tedra y de pensamiento. Aport¨® textos del padre Ayala y del padre Guerrero, y asegur¨® que UCD pretend¨ªa mantener todo lo que estas doctrinas significaban: ?Existen sectores ajenos a esta C¨¢mara que se han hecho con el control de este texto?, asegur¨¦ Peces-Barba.

?Si un particular puede limitar un derecho establecido en la Constituci¨®n?, a?adi¨®, ?estamos cometiendo un grav¨ªsimo error.? Inmediatamente antes hab¨ªa citado el texto constitucional que vincula a todos los poderes p¨²blicos a la hora de su defensa y a?adi¨® que ?ese ideario que se cita al mismo nivel que la Constituci¨®n no se encuentra en ninguna otra parte?.

Asegur¨® tambi¨¦n Peces-Barba que el ideario viola el derecho a la libertad religiosa de la Constituci¨®n, y se pregunt¨® por las consecuencias para el profesor que abandona o cambia sus ideas religiosas, mientras ense?a en un centro, determinado. Se pregunt¨® tambi¨¦n qu¨¦ hacer con los.profesores que no quieren declarar, sus creencias religiosas, ampar¨¢ndose en otro derecho constitucional, y asegur¨® que ?este ideario est¨¢ impulsado por el padre Mart¨ªnez Fuertes, y ustedes lo han introducido para crear discriminaciones?.

Argument¨®, por fin, que a partir de este texto se introducen las llamadas ?empresas ideol¨®gicas o de tendencia?, y estas empresas, en su opini¨®n, producen por lo menos una discriminaci¨®n, que no s¨®lo no est¨¢ contemplada, sino que rechaza la legislaci¨®n laboral. ?La soberan¨ªa del Estado de los entes p¨²blicos est¨¢ en peligro?, asegur¨®, ?si se aprueba este art¨ªculo, y nosotros nos veremos en la obligaci¨®n de llevarlo ante el Tribunal Constitucional.?

Oscar Alzaga, contra las dos Espa?as

El diputado comunista Jordi Sol¨¦ Tura defendi¨® tambi¨¦n una enmienda en id¨¦ntico sentido a la socialista, y asegur¨®, en s¨ªntesis, que con la redacci¨®n del art¨ªculo 15 ?estamos ofreciendo s¨®lo limitaciones, privatizaciones y desconfianzas?.

En nombre de UCD, Oscar Alzaga comenz¨® por se?alar que ?s¨ª ha habido negociaciones y di¨¢logos, simplemente no ha habido acuerdo?. Agreg¨® que su partido ?est¨¢ ah¨ª y tiene sentido precisamente para tratar de superar la idea de las dos Espa?as; no nos sentimos herederos de ninguna de ellas, menos a¨²n de la retr¨®grada, y desde luego no somos responsables de las posturas que hayan podido mantener determinados cl¨¦rigos u obispos?.

Cit¨® a V¨¢zquez de Mella para decir que ?ciertas citas tra¨ªdas de muy lejos merman mucho en el transporte?. Dijo entonces que no deseaba responder a los socialistas con otra serie de citas de miembros. de su partido que se limitaban a recordar un escrito de Rodolfo Llopis en el que defend¨ªa la necesidad de ?apoderarse de la conciencia del ni?o? para implantar las ideas revolucionarias.

Alzaga fij¨® su preocupaci¨®n esencial en las acusaciones de inconstitucionalidad y explic¨® que no se recog¨ªa en el texto la expresi¨®n ?libertad de c¨¢tedra?, primero, porque no ofrece problemas en los centros p¨²blicos, y porque en cuanto a los privados esa posible libertad tiene una importante limitaci¨®n en la propia Constituci¨®n, que establece como tope al ejercicio de una serie de libertades, entre ellas la de c¨¢tedra, la ?protecci¨®n a la juventud y a la infancia?.

No es comparable, dijo, la posici¨®n de un alumno universitario de veinte a?os con la de un escolar de seis o siete. Y la limitaci¨®n que ha de ejercerse frente a ¨¦ste no va en detrimento de sus profesores.

Cit¨® luego a Gimena Men¨¦ndez Pidal en su afirmaci¨®n de que ?el esp¨ªritu de una instituci¨®n es el que acerca a las personas a compartirlo?, y dijo que ese esp¨ªritu educativo al que se refiere tambi¨¦n en su cita la se?ora Men¨¦ndez Pidal es lo que se trata de recoger en esta ley. ?Lo que pide el art¨ªculo 15?, asegur¨®, ?es que se respete ese esp¨ªritu, no que se le acepte. ? El profesor que cambie de idea, prosigui¨® Alzaga, no tiene por qu¨¦ ser despedido si no atenta contra las del centro, y s¨®lo sufrir¨¢ las consecuencias si trata de atentar contra ellas o quiere cambiarlas.

Inconstitucionalidad problem¨¢tica

Puso luego como ejemplo la situaci¨®n del miembro de un partido pol¨ªtico que atacase p¨²blicamente a su grupo y que, sin duda, ser¨ªa sancionado por un reglamento interno sin rango de ley, sin que a nadie se le ocurriese decir que tal sanci¨®n es anticonstitucional. Cit¨® tambi¨¦n la hip¨®tesis del director del diario El Socialista, en el caso de que se afiliase a UCD, y afirm¨® que ir¨ªa contra la Constituci¨®n de la democracia decir que su contrato laboral es m¨¢s importante que el hecho de que El Socialista pueda seguir siendo El Socialista. Concluy¨® asegurando que si hubiera el menor atisbo de duda respecto a la inconstitucionalidad del art¨ªculo 15, su grupo lo hubiera retirado.

Anteriormente se hab¨ªan aprobado los art¨ªculos 14 y 16. Las enmiendas de socialistas y comunistas a los mismos fueron rechazadas. G¨®mez Llorente defendi¨® la supresi¨®n del art¨ªculo 16, inicialmente introducido por los socialistas en el texto durante el estudio del proyecto por la ponencia, que se?ala que profesores, padres, personal no docente y, en su caso, los alumnos, intervendr¨¢n en el control y gesti¨®n de todos los centros sostenidos con fondos p¨²blicos.

G¨®mez Llorente argument¨® que el resultado del debate de este Estatuto de Centros Docentes hab¨ªa desvirtuado los prop¨®sitos por los que su grupo hab¨ªa pedido la introducci¨®n del art¨ªculo citado.