Espa?a deneg¨® la ayuda militar que le solicit¨® la Junta salvadore?a

Espa?a descart¨® las peticiones de ayuda militar formuladas por el Ministerio de Defensa salvadore?o, de acuerdo con los informes recibidos en nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores por el director general de Iberoam¨¦rica, Pedro Bermejo, quien tuvo la oportunidad de conocer a fondo la situaci¨®n en dicho pa¨ªs centroamericano durante la ocupaci¨®n de la embajada espa?ola en San Salvador. El dato fue confirmado a EL PAIS por H¨¦ctor Dad¨¢ Irezi, miembro hasta hace diez d¨ªas de la Junta de Gobierno de aquel pa¨ªs.

Dad¨¢ y Rub¨¦n Zamora (ministro de la Presidencia en el primer Gobierno nombrado por los militares tras el derrocamiento de Carlos Humberto Romero y hermano del recientemente asesinado Mario Zamora, procurador general de la Rep¨²blica) explicaron en M¨¦xico a periodistas locales y corresponsales extranjeros su decisi¨®n de abandonar la militancia en el Partido Dem¨®crata Cristiano, actualmente en el poder, y de formar un grupo pol¨ªtico que recoja los postulados democr¨¢ticos del socialcristianismo.Seg¨²n H¨¦ctor Dad¨¢, las actuales autoridades salvadore?as han decidido emprender un programa de ?reformas con represi¨®n? que son diametralmente distintas a las que aconsejaron su presencia en la segunda Junta de Gobierno. Dichas reformas, asegur¨®, se han hecho a espaldas del pueblo y tienden a convertir el esquema olig¨¢rquico establecido en el pa¨ªs por otro de corte netamente capitalista. La alianza de los sectores derechistas de la Democracia Cristiana (encabezados por Jos¨¦ Napole¨®n Duarte y Jos¨¦ Antonio Morales Erlich) y las fuerzas armadas se basa en cesiones mutuas: aqu¨¦llos aceptan la represi¨®n a cambio de reformas; ¨¦stos admiten las reformas a cambio de la represi¨®n.

Dad¨¢ y Zamora insistieron en la posibilidad real de una intervenci¨®n militar, abierta o solapada, de fuerzas extranjeras. Se?alaron que en Guatemala existen en la actualidad entre 2.000 y 5.000 hombres armados dispuestos a apoyar al Ej¨¦rcito salvadore?o. Acusaron directamente a Estados Unidos de auspiciar una intervenci¨®n y destacaron que ya hay en el pa¨ªs cerca de cuarenta asesores militares expertos en contrainsurgencia.

H¨¦ctor Dad¨¢ reconoci¨® que existen divisiones ?muy serias? en el seno de las fuerzas armadas, pero que a los dos sectores claramente definidos, el progresista y el reaccionario, les une una gran preocupaci¨®n por la supervivencia del Ej¨¦rcito como instituci¨®n, que ven gravemente amenazada por las organizaciones populares. Admiti¨® igualmente que durante su presencia en la Junta de Gobierno tuvo ocasi¨®n de constatar la imposibilidad que exist¨ªa de hacerse obedecer por los altos mandos del Ej¨¦rcito y de los cuerpos de seguridad.

M¨¢s de 400.000 trabajadores de los distintos sectores laborales se unir¨¢n, seg¨²n todas las previsiones, a la huelga general convocada por la Coordinadora Revolucionaria de Masas de El Salvador, entidad que agrupa a las cuatro organizaciones izquierdistas m¨¢s importantes de dicho pa¨ªs centroamericano. El paro, que debe iniciarse el lunes y tiene car¨¢cter indefinido, es una se?al de protesta por la violencia represiva desatada por los cuerpos de seguridad del Estado y las organizaciones de ultraderecha.

De acuerdo con las disposiciones del estado de sitio, implantado a principios de este mes por la Junta de Gobierno salvadore?a, la huelga es ilegal. Este hecho hace temer a los observadores que se produzcan graves enfrentamientos entre trabajadores y las fuerzas armadas, sobre todo en aquellas industrias que las autoridades consideren de "prioridad nacional". Otros analistas recuerdan la importancia que tuvo, en Nicaragua, un paro nacional de similares caracter¨ªsticas, que contribuy¨® decisivamente a la ca¨ªda del r¨¦gimen de Somoza.

Las noticias sobre acciones represivas, sobre todo en ¨¢reas rurales, desencadenadas por el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa, contin¨²an a?adiendo nuevos nombres a la interminable lista de v¨ªctimas de la presente crisis salvadore?a. La Comisi¨®n Local de Derechos Humanos y el arzobispado son, en estos momentos, las ¨²nicas fuentes fiables de datos.

De acuerdo con los testimonios recibidos en ambos organismos, la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito en las fincas expropiadas en virtud de la recientemente decretada reforma agraria, est¨¢ sirviendo a aqu¨¦l para eliminar a campesinos de quienes se sospecha que pertenecen a organizaciones populares. Se han denunciado varios casos en los que, junto a las fuerzas policiales, act¨²an miembros de Orden (Organizaci¨®n Democr¨¢tica Nacionalista), de ultraderecha, quienes denuncian al Ej¨¦rcito a los campesinos sospechosos.

La represi¨®n contra los medios informativos es igualmente notable. En la noche del jueves, el corresponsal de Upi en San Salvador, Demetrio Olaciregui, fue secuestrado en su casa por tres civiles armados, que le trasladaron a la frontera con Honduras. En Guatemala se supo que la ultraderechista Uni¨®n Guerrera Blanca (a la que se atribuyen muchos de los asesinatos realizados recientemente en El Salvador) ha elaborado una lista negra de periodistas, en la que figuramos la mayor¨ªa de los enviados extranjeros de reciente estancia en el pa¨ªs.