Parece que fue ayer
?( ... ) Cuando llegue el pr¨®ximo verano el mundo cumplir¨¢ su sexto a?o en crisis... tan ricamente. Por supuesto que, en unos pa¨ªses m¨¢s que en otros, el grado de mentalizaci¨®n, con el problema ha llegado a niveles de suficiente generalizaci¨®n. Y no cabe duda que, en unas econom¨ªas menos que en otras, el paro, la inflaci¨®n, el cierre de empresas y los ajustes se han llevado a cabo con un alto precio, con mayor o menor realismo y con puntualidad o retraso, seg¨²n las diferentes circunstancias pol¨ªticas, permeabilidad social o elasticidad del sistema econ¨®mico para adaptarse a los cambios. Pero m¨¢s innegable a¨²n es que el mundo occidental se, ha acostumbrado a convivir con la crisis; que los gobernantes "siguen diciendo" ahora lo mismo que "dec¨ªan que hab¨ªa que hacer" hace casi seis a?os, y que, en el fondo, todo sigue igual, por no decir que tiende a peor. ( ... )La crisis del petr¨®leo y de las materias primas, la inflaci¨®n mundial desbordada y la quiebra de un sistema monetario que ya no es capaz de regular los intercambiois financieros y comerciales, han hecho que la ecuaci¨®n del crecimiento econ¨®mico dependa ya de demasiadas inc¨®gnitas para cualquier previsi¨®n fiable.
Decisiones de tanta trascendencia como las que afectan al crecimiento econ¨®mico tienen hoy un componente pol¨ªtico tan complejo que exige un largo tiempo para la reflexi¨®n. Por eso el progreso social creciente -al que siguen apuntando los programas de Gobierno de todas las naciones- tiene como denominador com¨²n un desaf¨ªo a la imaginaci¨®n de los pol¨ªticos y un reto a la ciencia de los economistas.
Y entre tanto llega la imaginaci¨®n, seguimos como en 1974, leyendo en titulares de los peri¨®dicos el resultado de la impotencia, la impericia o el desconcierto, hasta el punto que, casi seis a?os despu¨¦s, cualquiera podr¨ªa asegurar que todo sigue igual, parece que fue ayer.?
Madrid, 13 de marzo
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