Occidente quiere neutralizar con su ayuda la influencia sobre Zimbabue

El mundo occidental en general y Gran Breta?a en particular tendr¨¢n que contribuir de forma sustancial a la reconstrucci¨®n de Zimbabue, una vez que la colonia brit¨¢nica acceda a la independencia, si quieren evitar que los pa¨ªses socialistas controlen en el futuro una de las zonas m¨¢s sensibles del mundo.Este es el mensaje que, seg¨²n fuentes informadas, ha trasladado el gobernador brit¨¢nico en Rodesia, lord Soames, al Gobierno brit¨¢nico en su primera visita a Londres tras su llegada a Zimbabue a primeros de a?o.

Soames, que ser¨¢ recibido hoy, martes, por la primera ministra Margaret Thatcher, celebr¨® ayer una larga reuni¨®n, seguida de almuerzo, con el secretario del Foreign Office, lord Carrington.

Lord Soames hab¨ªa celebrado una entrevista poco antes de abandonar Salisbury con el primer ministro electo, Robert Mugabe, con el fin de conocer las necesidades concretas del nuevo Gobierno in?dependiente. Mugabe, que desde su primera alocuci¨®n tras su victoria electoral proclam¨® la neutralidad de su pa¨ªs y su adhesi¨®n al bloque de los pa¨ªses no alineados, parece que desea bascular en un principio hacia los pa¨ªses occidentales, para conseguir ayuda t¨¦cnica y econ¨®mica r¨¢pida y sin ataduras.

Soames ha tra¨ªdo una lista de necesidades perentorias a las que el Gobierno de Mugabe tiene que hacer frente, y cuya valoraci¨®n se estima en unos cuarenta millones de libras (unos 6.000 millones de pesetas), que ser¨ªan dedicadas a financiar proyectos inmediatos de educaci¨®n, sanidad y agricultura.

Siete a?os de guerra civil, a un coste diario de un mill¨®n de d¨®lares, han erosionado gravemente la en otro tiempo boyante econom¨ªa de Rodesia. El pa¨ªs tiene que hacer frente en estos momentos a una deuda exterior de 250 millones de libras (unos 38.000 millones de pesetas) y a un paro creciente, provocado por la ausencia de inversiones, y que hace que s¨®lo uno de cada tres negros tenga empleo.

Por otra parte, la guerra ha creado un hacinamiento de tres cuartos de mill¨®n de personas que han huido de sus hogares habituales para refugiarse en los suburbios de las grandes ciudades, a los que hay que a?adir los 175.000 refugiados en Zambia y Mozambique que esperan su repatriaci¨®n. La destrucci¨®n de escuelas, hospitales y misiones en el interior del pa¨ªs, como consecuencia de las incursiones de las guerrillas y los bombardeos de las fuerzas de seguridad, fue tremenda y se estima que unos 400.000 ni?os no han podido ser escolarizados.

Los dogm¨¢ticos del partido ZANU est¨¢n presionando para que el primer ministro lleve a cabo un programa de nacionalizaciones radicales del sector privado para satisfacer las necesidades de la poblaci¨®n de color. Pero las realidades econ¨®micas del pa¨ªs har¨¢n que Mugabe se ande con pies de plomo en este tema.