El cierre de La Mandr¨¢gora
Esta vez, la represi¨®n econ¨®mico-cultural la ha perpetrado el Ayuntamiento contra un local, La Mandr¨¢gora, en el que los abajo firmantes actu¨¢bamos, con regularidad unos, espor¨¢dicamente otros. Los muy reglamentarios y no menos confusos motivos por los que se ha decidido privarnos de unos minipuestos de trabajo y diversi¨®n, si se aplicaran coherentemente, y nadie pide esa coherencia, llevar¨ªan a clausurar centenares de discotecas, puticlubs, salas de fiesta, y, por supuesto, talleres, industrias, ayuntamientos, etc¨¦tera. Pero no; cerrar¨¢n La Mandr¨¢gora porque, en su peque?a dimensi¨®n, no es un local adocenado, sino con esquemas singulares, donde las sonrisas, risas y ?risotadas? provienen de una actitud cr¨ªtica no alineada.Ese cierre no es ¨¦tico. Queremos que se nos abra La Mandr¨¢gora y una docena m¨¢s de lugares similares.
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