La elecci¨®n de Pujol como presidente de la Generalidad, sujeta a un dif¨ªcil proceso de alianzas
El resultado de los comicios catalanes convierte en incierto todo pron¨®stico precipitado -como seria situar ya a Pujol en la presidencia de la Generalidad- y muestra un futuro Parlamento catal¨¢n de dif¨ªcil gobernabilidad. Destaca el decisivo papel de ¨¢rbitro que puede jugar Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido que conjuga su radicalismo verbal y su bistorIcismo con pr¨¢cticas pol¨ªticas dif¨ªcilmente previsibles y una cierta fidelidad al actual presidente de la Generalidad provisional, Josep Tarradellas. Este ¨²ltimo, en unas declaraciones -acogidas con palabras irreproducibles por los dirigentes de Convergencia-, arremeti¨® contra los prop¨®sitos pol¨ªticos inmediatos de Jordi Pujol.
Un punto decisivo lo constituir¨ªa la elecci¨®n del presidente de la Generalidad. En las dos primeras vueltas la elecci¨®n deber¨ªa ser por mayor¨ªa absoluta. Esta s¨®lo se obtendr¨ªa en el caso de un hipot¨¦tico pacto entre Convergencia, UCD y ERC (total: 75 diputados) o bien con un impensable y meramente te¨®rico pacto de comunistas, socialistas y ERC (total: 72 esca?os). La mayor¨ªa absoluta precisa es de 68 votos. La hip¨®tesis ideol¨®gicamente m¨¢s l¨®gica de un pacto entre socialistas y CDC -total: 76 esca?os- era rechazada de plano por los diversos dirigentes socialistas consultados ayer. Una destacada fuente de UGT la consider¨® ?impensable?.Tras el fracaso -muy posible- de las dos primeras vueltas, la elecci¨®n del presidente de la Generalidad podr¨¢ efectuarse en una tercera y ¨²ltima vuelta, en la que se requerir¨¢ tan s¨®lo la mayor¨ªa simple, es decir, m¨¢s votos a favor que en contra. Tambi¨¦n en este caso ERC puede jugar un papel decisivo, ya que puede hacer fracasar la elecci¨®n de Pujol y la de un candidato socialista. En ese mismo orden tambi¨¦n hay que considerar la posibilidad de una abstenci¨®n de los comunistas, en un posible intento de ayudar a Pujol, con quien mantuvieron tan buenas relaciones en el pasado.
Todo este complicado marco adquiere a¨²n mayor complejidad cuando se considera la repercusi¨®n de las elecciones a nivel de credibilidad pol¨ªtica para Adolfo Su¨¢rez y su partido. De este hecho parte otra combinaci¨®n posible, consistente en la sumisi¨®n a Pujol de la derrota de UCD de Catalu?a, como contrapartida de una entrada en el Gobierno o un apoyo parlamentario formalizado por parte de Convergencia a Adolfo Su¨¢rez.
El partido de Pujol es de amplia base y de contenido indudablemente nacionalista. Ahora, adem¨¢s, sus bases est¨¢n en plena euforia. Un pacto Su¨¢rez-Pujol obligar¨ªa a claras explicaciones p¨²blicas y deber¨ªa contener contrapartidas importantes para Catalu?a, en casos dif¨ªciles para una UCD no necesariamente autonomista a todos los niveles y vista, en este orden de cosas, con recelos por importantes sectores del aparato del Estado.
Pero Pujol puede estar condicionado por razones de orden no directamente pol¨ªtico. Sucede que ¨¦l y su familia contin¨²an dominando un importante grupo bancario, al cual Pujol, incluso en tiempos recientes, ha tenido que dedicar su atenci¨®n. Dentro de este grupo figura un banco industrial que -como todos los espa?oles- est¨¢ afectado por la grave crisis industrial de nuestro pa¨ªs. De ah¨ª vino la necesidad de la participaci¨®n de la mayor caja de ahorros de Espa?a en el banco principal del grupo. Dicha operaci¨®n, de la que no exist¨ªan precedentes, fue aprobada por el Banco de Espa?a tan s¨®lo despu¨¦s de que, a nivel gubernamental, se hubiese mostrado inter¨¦s en tal aprobaci¨®n. Otras ayudas pueden venir en forma de cuentas de entidades p¨²blicas. Dadas las caracter¨ªsticas de la legislaci¨®n bancaria espa?ola, la posibilidad de medidas administrativas perfectamente legales que puedan crear dificultades a un banco privado es enorme.
Finalmente, un ingrediente de apreciable entidad es el presidente de la Generalidad provisional, Josep Tarradellas. En la madrugada de ayer, inmediatamente despu¨¦s de conocerse los primeros resultados provisionales fidedignos, Tarradellas efectu¨® unas incre¨ªbles declaraciones ante varias docenas de periodistas reunidos en el palacio de la Generalidad. Toda la rueda de prensa fue transmitida por el circuito cerrado de televisi¨®n.
Declaraci¨®n de Tarradellas
Resulta que despu¨¦s de que Pujol -y todos los partidos, excepto los comunistas- se hubiesen reiterado una vez m¨¢s en contra de un Gobierno unitario para la Generalidad, Tarradellas dijo: ?Soy partidario m¨¢s que nunca de un Gobierno de unidad.? A lo que agreg¨®: ?Me parece imposible que ma?ana no haya un Gobierno que contin¨²e nuestra pol¨ªtica de unidad. Las obligaciones les har¨¢n cambiar las actitudes electorales contrarias a la unidad. ?
Un periodista le indic¨® a Tarradellas que, curiosamente, su unitarismo coincid¨ªa ¨²nicamente con el de Benet, a lo que Tarradellas respondi¨®: ?Es curioso. Qui¨¦n lo iba a decir que lleg¨¢semos a estar de acuerdo (con Benet) tras tantos a?os de no estar de acuerdo en nada.?
Indignaci¨®n de Convergencia
Dirigentes de Convergencia reaccionaron indignados ante las declaraciones de Tarradellas. ?Este se?or?, dijo un muy alto dirigente de este partido, ?debe preocuparse de su jubilaci¨®n, que ya le est¨¢ llegando, y dejar obrar a lo pol¨ªticos elegidos por el pueblo.? Otros eran m¨¢s agresivos. La irritaci¨®n contra Tarradellas era general entre los colaboradores directos de Pujol.
Dirigentes del partido de Pujo manifestaron a este diario que Tarradellas puede estar preparando dos tipos de operaciones. Una ser¨ªa intentar evitar que el Parlamento elija un presidente, obligando as¨ª nuevas elecciones, en las cuale encabezar¨ªa ¨¦l, pese a sus 81 a?os un nuevo bloque pol¨ªtico. La otra consistir¨ªa en lograr que el futuro presidente fuese cualquier otra persona de CDC o ERC, except Pujol. En ambos casos, la total fidelidad de ERC era el instrument de Tarradellas. Dichas fuentes informaron de una significativa an¨¦cdota muy reciente. Resulta que Tarradellas, ante un grupo de pol¨ªticos, dijo: ?Hay dos persona que no pueden dormir. Una es Revent¨®s, que tiene miedo de llegar ser presidente de la Generalidad, otra es Pujol, que tiene miedo de no serlo.? A esta frase, uno de los asistentes agreg¨®, sin que Tarradella replicara: ?Hay una tercera persona que, no duerme. Es usted, qu tiene miedo de que el futuro presidente sea Pujol.?
En efecto, la relaci¨®n persona entre Tarradellas y Pujol siempre ha sido muy mala. Existen complejas y antiguas razones para ese enfrentamiento. Una de estas razones parte de las necesidades econ¨®micas de Tarradellas durante su exilio. Por otro lado, fuentes muy directas indicaron que el breve contacto mantenido entre Pujol y Tarradellas anteanoche fue ?incorrecto y tenso ?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.